La casa de JiMin y YoonGi se ubicaba a las afueras de todo el centro turístico y, cómo era de esperarse, no era un piso de entre muchos de un edificio típico de ciudad ya que habían formado una familia bastante numerosa y el espacio que les proporcionaba un departamento no sería suficiente para sus cinco gatitos.
TaeHyung los visitaba muy a menudo cuando recién se mudaron, los mininos eran bolitas bonitas de lloriqueos y suaves maullidos agazapados unos contra otros en el nido de JiMin, sus ojuelos permanecían cerrados todos el tiempo y únicamente se les escuchaba cuando tenían hambre. Aunque el trabajo de JiMin no se resumía fácilmente en darles de comer.
Por las mañanas se encargaba de revisarles el pañal y siempre acababa limpiándolos a todos por accidentes nocturnos, luego les acicalaba despacio pues habían heredado su pelaje pomposo y, siendo tan chiquitos, las hebras sedosas terminaban por ser un manojo de nudos.
Después entraba el papel de YoonGi, alias el chacho de los quehaceres, quien se ocupaba del mantenimiento del hogar y de las preparaciones gastronómicas. En resumen: limpiaba y cocinaba.Fue un dolor de cabeza los primeros meses.
El gatito anaranjado llevó un embarazo largo y complicado, cuatro crías en su vientre fueron los causantes de su estado débil y poco energético después del nacimiento. Con ellos llegaron aquellas nuevas etapas que JiMin no pudo manejar tan bien como hubiese querido. Era primerizo y sus gatitos no le daban tiempo a aprender con calma, hubo errores y preocupaciones, un sinfín de lágrimas y muchos, tal vez demasiados, insultos hacia YoonGi.
—¿Me estás diciendo que el culpable de todos sus problemas seré yo? —JungKook clavó la mirada en YoonGi, quien, con aires de persona vieja, sabia y dotada de aprendizaje, le vio con gestos afirmativos— Pero-
—Le has embarazado. —Dijo despacio— Lo que significa que serás el responsable de que ahora no pueda beber cerveza, que no pueda fumar, no pueda correr o no pueda, ni siquiera, tener cambios fuertes porque sus crías estarían en peligro. Entiéndelo, le privaste de muchas cosas y le obligas continuamente a estar bien.
—Haces que el embarazo sea algo feo y negativo... —Murmuró el conejito con cierto desinterés— Seguramente JiMin te trató muy feo y por eso piensas que TaeHyung será igual... —sentenció con desdén.
YoonGi quiso disimular su indignación pero falló estrepitosamente cuando empezó a farfullar con el pelaje en punta, ligeramente desaliñado por los recuerdos que comenzaron a invadir su mente. Recuerda, en su mayoría, muchas escenas de JiMin llorando por el departamento con una apariencia angelical y demacrada a la vez, repetía entre sollozos que sus pies habían desaparecido y que no podía hacer pipí de pie, que tenía que sentarse en la tapa del vater y que le era una agonía erguirse otra vez él solito. También rememora unas cuantas veces que JiMin se trasladó al sillón del departamento, una bola gigante de ropa y objetos que, para el gatito naranja, eran muy especiales. Desde allí le gritaba, molesto.
"YoonGi hyung eres feo recién despierto"
"YoonGi la tienes más pequeña de lo que pensaba"
"YoonGi tu comida sabe feo"
"YoonGi cómprame más salmón"
—Conociendo a JiMin, podría haberme tratado peor. —Murmuró sin querer darle la razón al cien por cien, dio un sorbo a su cerveza y volteó a ver al conejito— ¿Por qué no bebes? —Curioso y atento meneó su cabeza hacia delante para olfatearle, como buscando algún indicio de su futura respuesta.
—No suelo beber, nunca me ha gustado. —Dijo al tiempo que se alzaba de hombros y desviaba disimuladamente su atención a los cachorros que correteaban por el jardín trasero— ¿Cuándo es el cumpleaños de los niños?
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tae's giggles | kooktae
FanfictionTaeHyung se muda al departamento de JungKook unos meses después de empezar a salir, las cosas iban muy bien entre ellos y vivir juntos sería una prueba más a su amor. Pero JungKook descubrió que TaeHyung era mucho más de lo que imaginaba. Porque Ta...