tae's giggles | kooktae

catorce: yeonjun, beomgyu, heeseung.

TaeHyung se quedó en silencio viendo cómo el rollito de tela blanca era dejado en una de las cunas y por inercia buscó un segundo rollito y vio pasar al enfermero con una sonrisa y en sus brazos, muy pequeñito, estaba el segundo bebé. Él seguía adolorido, arrecostado y viendo por encima el trato de los enfermeros a sus dos pequeños cachorritos. Tenía una manta puesta hasta el pecho y sus manitas yacían nerviosas encima de su regazo, mordía su labio inferior y suspiraba de tanto en tanto buscando calmarse.

No había visto a JungKook desde que ingresó al hospital y habían pasado muchas horas desde eso, así que le ponía triste estar con sus bebés sin él. Sabía que debería estar por allí fuera esperando luz verde para poder pasar a verle a él y a sus bebés, pero no le ayudaba a aminorar la necesidad de tener su aroma en ese momento.

Estaba por pedir un favor a alguno de los enfermeros cuando les vio a ambos verificar sus datos en las libretas, tal vez ellos sabían el por qué le negaban el paso a su pareja, pero antes que pudiese decirles algo, uno de ellos alzó el rostro y le sonrió con sutileza para después decirle:

—El señor Jeon está en el cunero con su último bebé, ¿desea que le llame?

El Omega que antes vacilaba tímido y que murmuraba por lo bajo cuando debía contestar ahora le vio con los ojos más abiertos que nunca, sacudiendo sus orejas y el estímulo nervioso hizo que sus labios temblaran y dejasen ver sus pequeños colmillos. Ignoró ese hecho y lo asoció a sus nuevas funciones como papá, dónde debe tener defensas para sus crías que hasta ese entonces, pensaba que se trataban de dos.

Un pequeño conejito de orejas enormes que le caían sobre la carita y que lloró desde el primer momento con los pulmones más preparados que nunca para esa ocasión.

Y un tigre chiquitito de orejitas negras y de sedoso pelaje húmedo que no dejaba de retorcerse entre sus brazos cuando se lo entregaron, con una colita inquieta de un gris muy oscuro.

Y que él recuerde, había parido dos.

—¿Último bebé? —Se atrevió a preguntar con algo de miedo, hacia media hora que había dado a luz a dos cachorritos y éstos se encontraban envueltos en mantitas blancas en sus cunas.

—Sí, ha tenido tres cachorros... —Dijo y por su cara de pánico pensó que había habido algún error que claramente no figuraba entre sus datos o que le había entregado dos cachorros equivocados al padre que no era.

Incluso volteó a ver con miedo a su acompañante únicamente para comprobar que tan perdido estaba.

—Tuve dos... —Murmuró TaeHyung e intentó alzarse para alcanzar a ver a los bebés pues de esa forma comprobaría sus razas.

—Debe de haber un error... —Respondió el otro yendo a las fichas de los bebés en la cunas, bajo esa maquiavélica mirada del padre— Jeon YeonJun y Jeon HeeSeung...

—S-Sí —Respondió el Omega.

—Y Jeon BeomGyu... —Le dijo una vez más el enfermero— Es el que tenemos en el cunero aún, ¿no le ha dado de comer?

—N-Ni siquiera sabía que le había tenido —Los ojitos del tigre se llenaron de gruesas lágrimas.

Los enfermeros se quedaron de piedra viéndose mutuamente sin entender muy bien lo que estaba pasando puesto que ellos solo se encargaban de trasladar a los cachorros de los cuneros y a monitorear al padre cuando tocase.

—¿No deberías hacer algo? —Preguntó uno de ellos acercándose a su compañero tímidamente ante los sollozos e hipidos del paciente, como si le hubiera dicho una incoherencia el otro se giró a verle con una mueca— Eres un Omega, dale palmaditas en el hombro y dile que traeré a su otro cachorro para que lo reconozca. No sé, consuélalo. Ha llevado a tres cachorros en el vientre pensando que eran dos y-