𝑫𝒆𝒔𝒊𝒓𝒆 | 𝘛𝘸𝘪𝘤𝘦 𝘰𝘵9 𝘺 𝘵ú

𝑫𝒆𝒔𝒊𝒓𝒆 - 01

Con las suaves y frescas corrientes del aire tardecino de Seúl, cierta azabache miraba al cielo bajo la sombra de un árbol en la ladera del campus. Lejos de ella, a unos cuantos metros de distancia, el bullicio que hacían las chicas de otro grado mientras estaban en su clase de gimnasia acompañaban sus pensamientos. Uno de ellos más recurrente que otros;

“¿Por qué mierda estaba ahí?”

Al inicio del primer semestre de clases había tomado la decisión de mudarse de la casa de su tía en su ciudad natal en Japón, la ciudad de Tokio, para irse con su madre y su madrastra a Seúl, en Corea. Al principio su decisión se basaba netamente en querer visitar otro país, conocer a nuevas personas y ser alguien "cool", pero al pasar los días y ser el mismo bicho raro de siempre nada había cambiado, al contrario, todo seguía siendo exactamente igual que antes. La única diferencia es que antes murmuraba de ella en japonés y ahora era en coreano.

Miyawaki T/n había comenzado a arrepentirse de su estúpida decisión desde la primera semana, pero ahora con su tía viviendo su vida al límite en Japón ya no podía volver, si o sí tenía que quedarse ahí.

Y es ahora cuando la situación nos lleva a la actualidad.

Después de haber terminado su última hora de clase de la tarde, ahora esperando a que sonará la campana final para poder irse a casa está visualizo a lo lejos una hermosa cabellera negra. La mujer en cuestión, una belleza natural de hermosos atributos y talentos excepcionales era la futura idol del K-pop de su curso, si T/n recordaba bien su apellido era Park, o algo así, realmente no lo sabía, la mitad de la población se apellidaba así y recordar su nombre completo, en un lugar donde te puedes llamar igual que cinco compañeros, para ella era extremadamente difícil.

Lo único que la diferenciaba a ella de los demás estudiantes era su extraordinaria belleza, que junto a ese cabello negro que revoloteaba hacia todos lados hacía suspirar de amor a muchos, incluida ella. La presidenta del consejo estudiantil...

—Park Jihyo.

T/n miró hacía su costado izquierdo, y junto a ella, había una chica igual de rara que ella. Una friki amante del anime y las cosas japonesas.

Uchinaga Aeri. O Gisselle. Como le gustaba auto proclamarse. Una Coreano japonesa que al igual que ella era una especie de excluida. Prácticamente su única amiga.

—¿Quién? -preguntó T/n confusa, Aeri señaló hacía el otro extremo del campo, lugar donde pasaba la presidenta del consejo estudiantil junto a dos chicas más.

—La presidenta se llama Park Jihyo, su color de ojos es marrón, no le gusta la piña, es buena en canto e interpretación -luego Aeri entrecerró sus ojos- Y además es... -Aeri sonrió satisfecha de su descubrimiento- Si. Es 86-61-89 centímetros.

Solo fueron necesarios dos segundos para que T/n entendiera a qué se refería, ya después de sonrojarse y darle un cumplido poco grato a Aeri Te vió el lugar por dónde Jihyo se había ido.

—Al igual que nosotras ella está en tercer año, solo que en un curso distinto -explicó Aeri, T/n suspiró profundamente- Lo único que te diré es que si ella te gusta... No intentes nada -luego su ceño se frunció, Aeri procedió a explicar- Cientos personas han intentado salir con ella, chicas de esta escuela, y hombres y mujeres de otros lugares. El único que ha logrado obtener algo fue Kang Daniel, pero el idiota no supo aprovechar la situación.

T/n asintió comprensiva. Definitivamente la presidenta estaba a otro nivel, uno muy lejos de ella.

Lo mejor que podría hacer es observarla de lejos, tal cual monumento y obra de arte expuesta en un museo; a la vista y al aprecio de todos pero privados de su toque.

Tener un crush de preparatoria no era nada malo después de todo.

—Hay personas idiotas, pero algunos se pasan -concluyó T/n, Aeri sonrió de acuerdo. En ese momento la última campana sonó- ¿Que harás ahora?

Aeri se puso de pie, ayudando a la azabache seguidamente. Segundos después ambas chicas acomodaron las faldas de su uniforme.

—Visitare a mi papá con mi madre, ayer enfermo por un alimento vencido y digamos que... Se siente solo en el hospital -explicó- ¿Por qué?

T/n negó.

—Por nada -respondió la azabache- Solo te preguntaba si ni tenías nada que hacer para que me acompañaras al centro comercial, tengo que comprar algunas cosas.

—Oh... Entiendo -Aeri sonrió inocente- Será después T/n, hoy hay emergencia Café.

T/n sonrió con asco, y después de despedir a su amiga con otro gesto poco constructivo está procedió a irse.

Al salir de la escuela optó por caminar hasta su destino, el centro comercial más cercano estaba relativamente cerca. Realmente no valía la pena gastar dinero en un pasaje del metro.

Al atravesar los dos campos de entrenamiento y de enamorarse cada dos por tres pasos debido a la belleza de las demás estudiantes T/n terminó de salir del campus. El tráfico a esa hora del día era cosa de locos, así que, pacientemente, esta espero a que el semáforo le diera la aprobación de paso.

Su mente iba distraída con tantas cosas, exámenes, arrepentimiento, lo qué iba a comer esa noche, el vídeo porno que había visto en la mañana... Demasiadas cosas para su gusto.

Pero en medio de sus atareados pensamientos una figura al otro lado de la calle la distrajo por completo.

Aquella mujer de cabellera negra la observaba desde el otro lado de la calle, tranquila, serena, apacible, inmutable en su extraordinaria belleza mientras sonreía ladinamente.

T/n se quedó con la mirada fija en ella. Y luego, tal cual una película un autobús un autobús interrumpió su visión, y para cuando esté terminó de pasar la pelinegra había desaparecido.