No me llames maestro, llámame director

Capítulo 103

Solo pensando que tengo que aceptar este salario de 30 millones de yenes más alto que mi expectativa psicológica, el estado de ánimo del segundo maestro no puede ser mejor.

"Cooperacion placentera."

El abuelo Kitagawa también levantó su copa con una sonrisa, pero su mano temblaba constantemente.

No era el ataque de Parkinson del anciano, sino su ira.

He hecho una gran concesión en términos de salario, que puede considerarse como el precio de salto del animador de Johnny, ¡pero este niño todavía está tan insatisfecho!

[¡Es realmente engañoso! 】

Ding ~

Aunque el contenido de la negociación fue muy tortuoso, al final Shen Er y el anciano chocaron vasos, lo que representó el logro de la intención de negociación.

Es solo que ninguna de las dos partes que llegaron a la cooperación tiene la idea de cumplir con sus obligaciones de cooperación.

[Piense en ello como ser mordido por un perro. 】

Shen Er se consoló así mismo, cuando se complete la producción de "Super 8", hará todo lo posible para estropear esta cooperación.

[Piense en ello como ser mordido por un perro. 】

El Sr. Kitagawa también se consoló a sí mismo de esta manera: después de que el grupo se convirtiera en un gran éxito en el mundo, trataría de encontrar una manera de reclutar gente para Johnnys y luego echaría a Matou Shinji del juego.

[Solo sé paciente antes de eso, de todos modos, no estará orgulloso por mucho tiempo. 】*2

Shinji y el Sr. Kitagawa recitaron esta frase en silencio en sus corazones casi al mismo tiempo.

Hiroshi Nagano no sabía que los dos vientres negros a su lado, un anciano y un joven, tenían sus propios fantasmas.

Al escuchar que finalmente podía participar en la producción teatral, asintió con satisfacción.

"Finalmente puede volver a ser ligero".

Capítulo 119 ¡Patéame, hermana Rin, por favor!

"¡Maestro, es realmente muy malo! De hecho, corrió a Tokio solo para una gran comida".

Arturia se quejó con enojo a Shinji.

"¡Si quieres ir allí, debes irte de la ciudad de Fuyuki! ¿No te traje tanta comida de Tokio? ¿Con qué sigues insatisfecho?"

La esquina de la boca de Shen Er se torció, su rostro lleno de impotencia.

"Jeje", Arturia se burló dos veces y sacudió una bolsa de bocadillos frente a Shinji, "¿Es este tipo de senbei picante, una especialidad de la ciudad de Fuyuki, un bocadillo en Tokio?"

【Aun así, no comiste menos. 】

Shen Er levantó los ojos, soplando el cabello roto en su frente uno por uno para expresar su impotencia interior.

Cuando regresé de Tokio, ya esperaba que Arturia se enojaría porque comí solo, así que compré muchos bocadillos como compensación.

Es solo que cuando Shinji recordó este incidente, ya había regresado a la ciudad de Fuyuki, por lo que solo podía comprar bocadillos en los supermercados del área urbana para fingir ser recuerdos de Tokio.

Es una pena que Arturia todavía lo viera.

De hecho, Artoria vio el problema de los bocadillos, pero a Shen Er no le importó, de todos modos, no quería ocultarlo.