Oikawa Tōru

1.6K 46 1
                                    

Alguna vez

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Alguna vez

Viajaba seguido porque su cuerpo y deporte lo necesitaban. Tomaba un avión para volver a Japón y uno para ir a Argentina. Sus idas y vueltas siempre eran iguales, como las de cualquier persona. Sacar un pasaje, esperar el día de vuelo, despegar, escuchar música en sus auriculares, comer algo rico, mirar las nubes en lo alto, asustarse con las turbulencias, aterrizar, recorrer un rato, hablar con sus familiares y amigos y hacer lo que se le cantaban las pelotas sin que nadie lo moleste. Lo único que no les pasa a todos los demás pero a él si, son la cantidad de personas que le pedían autógrafos y fotos en el aeropuerto, ya sea en Buenos Aires o en Tokio, no importaba el lugar, sus fans siempre estaban esperándolo. 

-Iwa-chan, te dije que no.- sus ojos se iban para atrás siempre que mencionaba ese tema.- Te dije que no puedo estar saliendo así como así a cualquier lugar cuando me persiguen hasta para hacer pis, mucho menos con una chica.

-Oikawa estúpido, te dije que vamos a un lugar más privado y listo.- Iwaizumi le rogaba siempre, su novia estaba desesperada por que su amiga conociera a algún hombre que la hiciera feliz, siempre que conocía a alguien no la satisfacían como correspondía, ni en la cama ni en el amor.

-¿Por qué tenes tantas ganas de que conozca a alguien? Estoy muy bien solo, me conoces desde que eramos chicos, nunca se me dio bien.- Oikawa rio.- Además, no creo que alguien quiera salir conmigo sabiendo en que situación estoy, esta bien que venga muy seguido para verte a vos y a mis familiares pero yo vivo en Argentina por el momento, mi trabajo es ahí.

-Solo intenta, si no por lo menos que sea una noche.- Iwaizumi sonrió cuando lo vio reir y asentir con la cabeza.

-Solo una vez, una sola chica.

-Si!- Hajime agarro su celular y empezó a mensajearse con su chica.

Habían quedado para esa noche. Tōru se arreglaba la camisa mientras se miraba en el espejo y negaba con la cabeza. Hacía mucho no iba a una cita y mucho menos con alguien que no conocía. Lo pasó a buscar Iwaizumi en su auto y fueron a un lugar bastante lejos de la ciudad donde, probablemente, no los iban a reconocer muchas personas y eso era un alivio para Oikawa.

La vio llegar y podría jurar que estaba agradecido de haber dicho que si y hacerle caso por una vez en su vida a su mejor amigo. Ese vestido negro le quedaba muy bien, era bajita y su pelo rubio por los hombros lo enloqueció al segundo, no tenía casi maquillaje exceptuando por el delineado y los labios y mierda que era hermosa.

-Hola, hermosa.- Iwaizumi beso a su novia creando una atmósfera un tanto incómoda para dos personas que se estaban conociendo y nadie las presentó. Tōru respiró y se acercó a la chica.

-Soy Tōru, es un placer.- era hermoso, la ropa que traía le quedaba pintada, tenía manos grandes y el pelo para el costado, en su cabeza pensaba lo afortunada que iba a ser esa noche o lo triste que iba a estar si ese pedazo de hombre también la decepcionaba.

-Lola, igualmente.- sonrió casi cortándole el aire al castaño y se puso en puntitas para besar su mejilla.

La noche fue tranquila, se la pasaron hablando y riendo, contándose anécdotas de su vida, las cosas que le mandaban las fans a ambos chicos, como eran sus personalidades, sus gustos, comieron rico y una vez terminada la cena se fueron los cuatro a la casa de Lola.

Se hizo un tanto tarde e Iwaizumi y su novio se decidieron a irse a casa.

-Bueno, creo que yo también me voy yendo.- Oikawa se levantó deseando que la chica lo detuviera.

-Te podes quedar si no haces nada.- Lola se acercó con esa sonrisita y él solo la miró mientras la tomaba por la cadera.- Demostrame hasta donde me haces llegar.

Sus labios se juntaron formando el beso más dulce y apasionado que alguna vez tuvieron.

-Espero que aceptes mis gustos.- ahora quien sonreía era Tōru y ella lo miró extrañada. El chico retiró su vestido y bajo besando su cuerpo por completo, ella solo jadeaba y su respiración se aceleraba con cada toque de sus labios y manos. 

Lola sintió como su cuerpo era girado con brusquedad y la única prensa que le quedaba era casi arrancada de su piel. 

-Estás empapada, ¿te gusta que te traten así?- ella asintió en un gemido mientras dos dedos se hundían en su interior y escuchaba como el contrario desabrochaba su pantalón. Lo escuchó gruñir bajito y trató de girar su cabeza para ver a su compañero disfrutar pero apenas se movió un poco la tomó del pelo y se acercó a su oído.- ¿Yo te dije que podías mirarme?- su voz se oía grave y su miembro estaba apoyado en su culo. Se removió un poco deseosa por sentirlo adentro.- Ahh.. tan desesperada...- entró en una estocada sintiendo como lo apretaba al instante. La chica gemía alto del placer y dolor de sentirlo tan profundo.

Sus caderas se movían por inercia, sus piernas temblaban y su cuello dolía de tanto que la sostenía del pelo. Al notarlo, Tōru la soltó y la dio vuelta sin compasión. Ahí pudo verlo, lo único que tenía puesto era su camisa desabrochada y sintió que se venía tan solo con esa imagen. Ambos sonrieron y volvieron a besarse mientras el chico seguía entrando con fuerza en ella. Las uñas de Lola arañaban su espalda y él solo podía embobarse por como sus tetas subían y bajaban mientras la penetraba.

Los choques de sus pieles resonaban en la habitación, Oikawa sostenía las manos de su compañera imposibilitando sus movimientos y a las tres estocadas la sintió mojarse y correrse.

Luego de un par más salió de su interior viniéndose en su pierna y besando su frente con amor como si recién no la hubiera hecho correr como nadie más.

-Al final eras masoquista.- Oikawa rio y ella solo lo observó con una sonrisa.

-Si..- se acostó en su pecho luego de tomar un baño y lo observó.- Yo quiero acompañarte a Argentina alguna vez...

One Shots - Haikyuu!! +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora