𝐂𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝟑

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La música resonaba en todo el lugar, luces neones, personas bailando, parecía que todo se saldría de control ya que hasta el olor a drogas invadía todo el gran salón

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La música resonaba en todo el lugar, luces neones, personas bailando, parecía que todo se saldría de control ya que hasta el olor a drogas invadía todo el gran salón.

La gente gritaba emocionada estando drogados o borrachos.

Estella buscaba con la mirada a Damien, quien se encontraba sentado en un sofá rodeado de mujeres mientras que una persona subía a la pequeña mesa donde se encontraba un tubo para hacer "espectáculos".

La rubia al percatarse de la situación en la que se encontraba el anticristo, se quedó sorprendida, observaba todo a su alrededor y de vez en cuando, mirando de reojo al pelinegro.

Damien solo se meditaba a admirar al chico rubio frente suyo, parecía que ambos se comían con la mirada.

El rubio se sujeto con firmeza al tubo y comenzó a subir lentamente mientras la música comenzaba a sonar. "Love Is a Bitch-Two Feet".

Phillip se movía al compás de la música dejando fluir su cuerpo haciendo movimientos sensuales; la multitud miraban al rubio contemplando sus movimientos.

El pelinegro sonrío, no le importaban las mujeres a su alrededor sino aquel rubio que había llamado su atención. Después de que la canción se acabará, el rubio bajo de la mesa para así estar frente al anticristo; otra música comenzó a sonar en todo el lugar. "Earned It-The Weeknd (Fifty Shades Of Grey)".

El menor se subió al regazo del anticristo moviendo sus caderas; colocó sus brazos alrededor del cuello del anticristo sintiendo la respiración de este cerca de sus labios.

Tal acto hizo que las mujeres se retiraran disgustadas al ver como el rubio era el único que obtenía la atención del pelinegro.

Damien observaba incrédulo al menor, ese rostro. El lo conocía..

─¿Qué hace un chico tan atractivo como tú en este lugar, cariño? ─Pregunto el rubio con un tono coqueto.

El mayor soltó una pequeña risa. ─No vayas a pensar que vengo aquí para cogerme a cualquiera como otros, solo vengo de compañía para unos amigos. ─Respondió el anticristo con seguridad.

─Oh, y no te agradaría pasar la noche conmigo? ─Phillip sabía que tarde o temprano iría en busca del mayor, pues este se había vuelto su nuevo recipiente de energía.

─Mhm, en realidad no tengo intenciones de llegar a la cama con alguien.

El menor hizo un gesto de decepción mientras se acomodaba para bajar del regazo del pelinegro, sin embargo, unas manos se lo impidieron; y eran ni nada más ni nada menos que las manos del anticristo sujetando su cintura impidiendo que se bajará.

─¿Uh? ¿Qué sucede? Tengo muy en claro que no quieres pasar la noche con alguien. ─Exclamó el rubio

─Exacto, pero sería un desperdicio si te dejo escapar ahora mismo. Eres el único que me ha llamado la atención.

El íncubo de media noche [Dip]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora