Capitulo 6

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Llegamos a la casa, estaba abandonada, no había luz dentro, las ventanas estaban todas rotas y se veía que la puerta estaba abierta, alguien ha entrado aquí alguna vez, quizá algún vagabundo para dormir o refugiarse, o incluso gatos callejeros.

—Es aquí. —digo yo.

—Ostia que guay, está abandonada. ¿Entramos? —Dice Claudia.

—¿Para qué? —pregunta Sebas.

—Joe, aquí salen unas fotos chulas. —responde Claudia.

—Sí vamos a entrar a ver, pero con cuidado, no sabemos si hay alguien dentro. —dice Eva.

Yo también quería entrar, aun era de día, no pasaba nada.

Abrimos con cuidado la puerta.

—¿Hola?¿Hay alguien? No venimos a molestar, solo queremos hacernos unas fotos. —gritaba Claudia.

Parece que no hay nadie, abrimos del todo la puerta y entramos, estaba todo muy descuidado, se ve que llevaba años esto abandonado. Al fondo había unas escaleras, pero no nos atrevemos a subir, no sabíamos el estado de esas maderas.

—Cari, ¿Nos haces fotos? —le pregunto a Sebas.

—Vale, las hago con vuestros móviles.

Fuimos posando por las tres habitaciones que estaban más cerca de la puerta, por si venía alguien.

Tras un buen rato haciendo fotos, llama mi madre ¡ERAN LAS ONCE!

—¡AITANA!¿DONDE ESTAS?

—Mamá estoy con las chicas y Sebas, ya voy, estábamos cenando.

—¡QUIERO QUE VENGAS AHORA MISMO, QUE HACE RATO QUE TÚ PADRE Y YO HEMOS VUELTO!

—Ya voy…

Cuelga mi madre enfadada.

—Chicas vámonos ya. —digo yo.

Claudia acompañó a Eva a su casa y Sebas vino conmigo, luego él se fue a su casa.

La bronca de mi madre no fue poca.

Sombras en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora