La primera traición

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"Ojo por ojo”
“Hijo por hijo”
“Padre por padre”
“La balada del dragón y la reina”
Los remordimientos de una reina verde, sobreviviente a la danza a costa de sus hijos. Sin embargo, una sombra platinada es la que más pesa en su corazón. Una amistad rota, un amor perdido.
"El amor que nunca fue"
…………….

Era una noche fría en desembarco del rey. El aire aún apestaba a muerte y tragedia. Había un silencio desolador en la corte, rostros desleales y traicioneros que podrían cambiar de bando a la menor señal de levantamiento. Lo peor de la danza había acabado y al final el hijo de rhaenyra se había casado con su única nieta, en la boda más triste y melancólica que los siete reinos pudieron haber prescenciado
En sus habitaciones, la reina viuda era prisionera de si misma. Habria perdido todo deseo por vivir, pero era bastante cobarde como para aventarse de la torre como lo hizo su hija hace años atrás, o cortarse el cuello de un tajo para ir en busca de los fantasmas de sus hijos.
Ella merecía ese sufrimiento que le habían impuesto los siete. Todo producto de sus pecados.
“Era mi deber como mujer darle hijos al rey, herederos dignos y proteger a mi familia” se decía como un vago consuelo “¿Así justificas arrebatarle la herencia a quien fue tu amiga?
“Le quitaron el ojo a mi hijo”
“Y aemond le quitó la vida al suyo”
“Me mintió sobre su castidad”
“Mientras tu se la entregabas a su padre”.
“La amabas, ella te amaba, jamás se habrían lastimado,”.
Remordimientos, susurros, lamentos, cómo cuervos negros revoloteando, picando y graznando en la memoria de la reina viuda. En un ataque de frustración, abrió su armario y contempló el empolvado vestido verde que uso hace años atrás, en la boda de su hijastra, en el comienzo de su guerra silenciosa. Tomo algunas velas y empezó a quemarlo.
Que poético habría sido morir en una torre incendiada, el símbolo de su casa, la ruina para los Targaryen.
Sin embargo, tres doncellas avisaron a los guardias y rápidamente arrastraron a la reina a otro sitio mientras apagaban el fuego.


-¡Traidora!- Estalló en furia- ¡¿Cuántas noches sedujiste a mí padre a mis espaldas!?
-Rhaenyra…. –
-Desde que mi madre falleció, Ser otto te ordeno que le dieras consuelo al rey- la voz se le enfrió- ¿No es así? ¡Ramera! Ni siquiera respetarte la memoria de mi madre por un día -
-Yo no quería…no quiero …Mi padre me forzó …- Tampoco tenía valor para decirle que el propio viserys le había prohibido contarle sobre sus atenciones y visitas.  Las dos tenían ojos llorosos
Rhaenyra se marchó rápidamente del lugar, dejando a Alicent sola en medio del jardín. La joven trato de no perder mucho la compostura, más tarde intentaría hacer las pases con rhaenyra, o darle tiempo. Tenía el corazón destrozado, y ahora su destino estaba sellado con un hombre al que nunca amaría del todo. Ella entendía perfectamente el papel que estaría tomando en el momento en el que el rey acepto. No sería fácil para rhaenyra aceptar y convivir con su madrastra,y quizás menos con sus futuros hijos.
….

La balada del dragón y la reina.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora