Caos En La Ciudad ~ Carmuel

8. El Plan

Narrador.

- Pensé que lo veríamos aquí. James, ¿Quién es este?-Susurró Samuel entre Nano y James para que solo ellos pudieran escucharlo. Habían llegado al supuesto punto de encuentro donde estaría Felipe Montesinos pero no había rastro de el sino de un chico alto y de cabello rizado.

- Tranquilos, no se me pongan nerviosos. Soy Valerio, hijo de Felipe Montesinos.-Habló con un tono simpático y carismático- Sé que habían quedado aquí con mi padre pero no nos olvidemos que es un hombre importante de negocios y muy ocupado. Tampoco puede arriesgarse a que la gente lo vea con personas como ustedes.

Ellos se le quedan mirando mientras el subía a la parte trasera de ambos camiones para corroborar que estuviera toda la droga y luego bajó de ellos con la vista hacia Ander.

- Oye tú, ¿Necesitas un doctor?.

Ander asintió y se sentó sobre unas cajas con la ayuda de las chicas y uno de los hombres de Valerio se acercó a él para atenderlo.

- ¿Alguna vez hiciste esto?.

- Si... Con un caballo.-Respondió el tipo, inspeccionó su herida y continuó- Logré sacarle la bala pero aún así murió.

El se rió pero Ander lo miró un poco asustado. Por otro lado, a un par de metros se lo veía a Nano de brazos cruzados charlando con Valerio.

- Bueno, fue un placer haber echo este trabajo para ustedes.

Estrecha su mano con la de Valerio.

- Mi padre está contento con ustedes, así que ya saben que significa.-Le entrega una bolsa con cien mil € y por último se dió media vuelta para subirse a su camioneta- Ah y este lugar será nuestro punto de encuentro cada vez que hayan terminado un trabajo. Así que siempre asegúrense de que nadie los siga hasta aquí.

Se puso sus gafas a pesar que sea de noche y se marchó.

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Segundo día de suspensión.

Narra Carla.

Le dí un sorbo a mi taza de café y continué leyendo la carpeta que tenía sobre la mesa con los datos e información de las personas posiblemente sospechosas de la muerte de mis padres, allí tenía añadido al último sospechoso que trajo Yeray el día de ayer. El juez Rubén López.

Según lo averiguado por mi mejor amigo, el (un señor de 44 años) y su esposa andaban experimentando estar con otras personas, algo así como una pareja liberal para salvar y revivir la pasión en su matrimonio. Sabía que el estuvo esa noche en la que murieron mis padres pero lo único que recordaba era que papá y el nunca se llevaron bien y no sé si eso sea motivo suficiente como para querer matarlo. Me perdí en mis pensamientos y el tiempo se me fue un poco volando hasta que una idea vino a mi cabeza y aunque fuese arriesgada llamé a Yeray para decirle que venga a casa y lo esperé unos minutos.

- ¿Sabes que te estás arriesgando mucho, verdad?.-Preguntó después de haberle explicado mi plan- No puedes exponerte a que te vean con ese tipo, Carla. Eres policía, no lo olvides.

- Lo sé... Pero creo que es la oportunidad perfecta para acercarme a el... Averigua sus horarios, a dónde va, que hace, con quién se junta, etc.

- Ya lo hice. Los lunes, miércoles y viernes a las 07:00 a.m sale de su casa para ir al trabajo, 07:30 a.m llega allí y no sale hasta las 12:00 del mediodía para almorzar en un bar cercano. A las 13:00 p.m entra al gimnasio hasta las 15:00 p.m, luego a la salida se encuentra con una estudiante de universidad para luego irse juntos a un motel hasta las 19:00 p.m, salen de allí, la deja en su casa y al rededor de las 19:45 p.m llega a la suya. Los martes y jueves no se ve con ella y tampoco va al gimnasio y los sábados y domingos se queda en su casa con su familia.