5. En Problemas

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Narrador.

[Flashback. Varios años atrás].

Un joven y lastimado Samuel llegó a su casa con un ojo morado producto de una pelea en la escuela y Nano al verlo llegar así se preocupó.

Le hizo preguntas como "¿Quién te hizo eso?", "¿Tu golpeaste a alguien?". Pero su hermano no respondía y seguía cabizbajo.

De pronto el móvil de Nano comenzó a sonar indicando que le entraba una llamada, este al atender supo que se trataba de la directora de su escuela y se quedó sin palabras al escucharla decir que Samuel no solo le había dejado los dos ojos morados sino que también le rompió la nariz y le había bajado algunos dientes.

La llamada terminó con la directora informándole a Nano que su hermano menor había quedado suspendido hasta nuevo aviso, el solo miraba a Samuel allí sentado entre triste y molesto en el sofá con la mirada pérdida así que se acercó a él.

- Escucha, Samu. Sé que estás molesto contigo, conmigo, con la vida y todos pero tu no eres así. No eres esto.

- Se burló de mí por que mamá está muerta.-Solloza. No había pasado mucho tiempo desde el fallecimiento de Pilar y Nano tuvo que hacerse cargo de su hermanito. Su padre los había abandonado cuando eran más jóvenes así que no les importaba ese hombre aunque a Samuel le haya costado mucho olvidarlo y superar que los había dejado.

Un poco después del fallecimiento de Pilar Nano había comenzado a robar y aunque no era una manera honrada para mantener a ambos era lo único que podía y sabía hacer.

- Por más que ese chaval se lo mereciera lo que hiciste no estuvo bien.-Lo consuela y deja de abrazar a su hermano para mirarlo a los ojos y decirle- Debes prometerme que no volverás a hacerle eso a nadie, jamás.

Esperaba oír un "Lo prometo" de su parte pero eso jamás salió de su boca...

[El Presente].

Nano recordó aquel momento cuando apenas tenían trece y dieciocho años mientras esperaba en la habitación a que Samuel saliera de la ducha. Habia descubierto aquella multa por mal estacionamiento en su chaqueta, si bien eso no le preocupaba, lo que si lo hacía era Samuel no se lo había dicho.

Samuel entra al cuarto con la toalla envuelta en su cintura.

- ¿Cuándo ibas a decirme?.-Le muestra la multa- ¿Cuando la puta policía golpeé la puerta de nuestra casa?.

- Relájate. Iba a encargarme de eso hoy.

- ¿Así?. Haber, déjame adivinar... ¿Llevándola al taller de señor Muñoz?. Si no lo hiciste aún me imagino que habrá sido porque pensabas en decirle alguna mentira así yo no me entere.

Supo quella suposición era cierta ya que Samuel se quedó en silencio.

- Deshazte de esa moto, busca a Christian y vengan a casa para que les explique sobre un nuevo robo que haremos nosotros tres.

Samuel asintió y el salió de la habitación.

⟨⟨•⟩⟩

Narra Carla.

- ¿En serio te quedaste dormida en el sofá anoche?.-Me preguntó Omar de forma burlesca.

Esta vez nos habían asignado a ambos como pareja de patrullaje el día de hoy pero la verdad es que estábamos más concentrados en nuestra conversación que en el patrullaje y respecto a la pregunta de Omar... Si, aunque suene patético me quedé dormida después de beber apenas una copa de vino.

- Me sentí muy vieja cuando me desperté.-Me sinceré y el se rió con más fuerza- No sé que me pasa, últimamente siempre ando así.

- Cálmate, Carla. No estás vieja, estás cansada y muy estresada. Necesitas un descanso o ligarte a alguien para distraerte.

El es quién conducía mientras que yo lo acompañaba en el asiento del copiloto.

- ¿Quién dice que no puedo hacer las dos cosas?.-Le pregunté desafiante- Pero solo tendré que ligarme con chicas ya que los chicos o son aburridos e inmaduros o me tienen miedo.

- Debes reconocer que si das un poco de miedo.

Lo miré sorprendida, ¿Yo doy miedo? Me pregunté a mi misma.

- A veces tu carácter y tu mirada son intimidantes.-Siguió Omar.

- Yo creo que ustedes son unos cobardes.

Mí expresión parecía de indignación y el solo se reía, le gustaba molestarme.

- Cambiando de tema. Oí que tú y el subinspector interrogaron a los empleados del restaurante el otro día.

- Si... -Suspiré- Pero hay algo que no me gusta. Tengo mis sospechas en dos de sus empleados, uno es nuevo y a otro le deben tres meses de salario. Debería volver para interrogarlos yo misma sin que el subinspector se entere.

- Yo creo que debes relajarte un poco Carla, tómate unos días.

- Lo haré en cuanto las cosas se calmen un poco, ahora las personas necesitan nuestra ayuda.

- A todas las unidades de patrullaje se les informa la búsqueda de un hombre con cabello corto castaño, metro setenta de altura, tes blanca y usando camisa blanca, pantalón azul marino y calzado blanco. Causa: robo y asesinato a mano armada.-Informaron a través de la radio así que dejamos la plática para más tarde y nos centrarnos en la búsqueda de ese individuo en las calles.

⟨⟨•⟩⟩

Narra Samuel.

El papá de Ander (el señor Muñoz) es conocido como el mecánico del barrio. Allí en su taller además de reparar o tunear cualquier vehículo nosotros solemos dejarle las motos y coches que robamos para que el vendiera sus partes como repuestos a quien necesite. Si, es un negoción para nosotros ya que recibimos el 70% del dinero de las ventas y así compramos nuestras armas y municiones.

Apenas llegué entré con la moto y lo ví reparando un coche. Este apenas notó mi presencia dejó lo que hacía y limpió sus manos con un trapo viejo para así estrechar nuestras manos.

- Señor Muñoz, aquí le dejo esta moto. Necesito que la venda lo más antes posible.

Le doy las llaves de la Yamaha R6 Race 2022.

- Eso no será un problema. Hay muchos clientes en el mercado que les gustaría tenerla.

- Bien, eso me gusta oír.-Saqué un cigarro del bolsillo para fumarlo- Es robada y tiene una multa. Será mejor que le cambies la patente de nuevo o que la desarmes y vendas sus piezas como repuestos.

- Claro. Llamaré a tu hermano en cuanto la venda.

Nos despedimos y cuando estuve a punto de salir recibí una llamada de Nano.

- Cambio de planes. Yo buscaré a Christian y tú ve a retirar un paquete en lo de Zalazar, ya saben que vas de mi parte y procura que nadie te mate.

Cortó la llamada ye dirigí hacia allí. En cuanto llegué me recibió Zalazar, un señor de unos treinta y cinco años. Me dió el paquete y en cuánto me alejé a una manzana del lugar dos hombres trataron de asaltarme y pero no lo lograron, luché contra ellos y acabé por asesinarlos a balazos. Lo malo fue que varias personas vieron lo ocurrido y llamaron a la policía así que tuve que salir corriendo.

Caos En La Ciudad ~ Carmuel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora