Caos En La Ciudad ~ Carmuel

10. Nuevas Amistades

Narrador.

Samuel llegó a su casa con alguna que otra molestia en su cuerpo, los golpes de aquella chica le habían dejado varios moretones que por suerte podía taparlos gracias a su camisa. Abrió la puerta, entró rengueando a su hogar y para su sorpresa lo primero que vió fue a Marina besándose con su hermano.

- ¡Pero bueno!. ¿Qué está pasando aquí?.-Habló con tono de gracia- No me digas que te follaste a la hermana de unos de tus mejores amigos.-Se rió burlón- Eso es no tener códigos, hermano.

Nano rezonga molesto.

- No es lo que crees.

- Tranquilos, yo les guardaré el secreto.-Disimuló que no tenía dolores mientras se dirigía a su habitación- Espero que no hayan usado mi cama.

Cuando Samuel entró a su habitación Marina y Nano quedaron un poco incómodos por la situación.

- No te molestes con el, Nano. Está borracho.-Pone una mano en su mejilla.

- Ya pero es que el siempre es así... Estando ebrio o no.

Marina sonríe y lo besa.

- Seguramente mañana no recuerde nada.

Se despidió de él y se fue a su casa. Por su parte, Samuel apenas cerró la puerta de su habitación se apoyó sobre esta y se quejó de todos sus dolores sin el miedo de que nadie pudiese verlo así.

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- ¿Hola?.

Carla dormía plácidamente en su cama con su mejor amiga al lado pero el ruidoso sonido de su celular logró despertarla.

- Buen día, oficial Rosón.

- Subinspector, Benavent.-Se sentó de golpe en la cama- ¿Qué se le ofrece a estas horas?.

- ¿Qué pasa?.-Preguntó Lucrecia soñolienta.

- Solo quería informarte que tu suspensión a sido levantada. Te espero aquí a las 08:00 a.m.

- Ahí estaré, Subinspector. Muchas gracias.

Terminó la llamada y Carla agitó a su amiga quien trataba seguir durmiendo para darle la noticia.

- ¡Me acaban de levantar la suspensión!. Vamos levántate que debemos prepararnos para llegar temprano.

- ¡Carla, son las 06:00 a.m. pedaso de loca!

Aunque haya protestado la rubia no me dió importancia y siguió con lo suyo haciendo que a la mexicana no le quede otra opción que levantarse .

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Al día siguiente ya un poco mejor que ayer, Samuel estaba parado sobre la acera con el papel en mano chequeando que sea la dirección correcta hasta que un guardia de la casa comenzó a interrogarlo.

- Soy Samuel García. Eh quedado ayer con tu jefa.

De pronto Rebeka apareció por detrás del guardia y le hizo señas para que lo dejase pasar, aquel gran portón se abrió y Samuel entró a la casa escoltado por el guardia quien estaba armado.

- Espero que siempre seas así de puntual. Sígueme.

Caminaron hasta el patio trasero hasta detenerse en frente de una piscina donde estaba bronceandose Sandra de Bormujo Ávalos, la mamá de Rebeka.

- Así que eres tú el que me robó la mercancía...

Le dió una calada a su cigarrillo.

- ¿Y usted es...?.