muerto - h.hyunjin | ver extendida ✓

22 - Cuatro días después

El nuevo y mejor lugar seguro que tenía Bangchan ahora era su cama, absolutamente nada, ni por más que insistieran sus padres, lo hacía levantarse.

— Chan, vamos, tienes que levantarte e ir a clases, estas perdiendo mucha materia y en nada son los exámenes. — Habló su progenitora con voz autoritaria en un intento de que por fin su hijo hiciera caso, se sabía que Chan era muy preocupado por sus calificaciones así que esperó que esto funcionara.

Al contrario de la reacción esperada, Bang solo se enrolló más entre sus sabanas, haciendo a su madre perder la paciencia.

— Bien, si quieres quedarte estancado solo por una situación que en algún momento vas a tener que volver a afrontar, bien, pero no busques consuelo después.

Y con esas duras palabras se fué, dejando al pobre chico con sus ojos almohada mojada.

Por qué nadie era capaz de comprenderlo? Su mejor amigo de la vida había muerto, y no solo eso, se había suicidado. Era un dolor insoportable, la culpa lo carcomía haciendolo odiarse por no llegar a tiempo.

Felix se encontraba en una situación similar, la perdida junto con las filosas palabras de Jisung lograron llegar a su corazon de pollo y atravesarlo. Extrañaba a su familia, se sentía desolado y triste, no había espacio para más.

Después de pasarse los últimos días llorando y llendo a clases por obligación, pues contaba con una beca del 60%, cosa que no era mínima.

Este mismo día, mientras volvía a su casa, su mente se abrió y cayó en cuenta de que no era el único sufriendo, mierda, cómo estaría Chan ahora? Seguramente Jisung también estaba muy mal, sabía que sus palabras no fueron ciertas y que solo fue un arranque por tratar de sacar el dolor, así era Jisung, no pensaba en situaciones que requiriesen emociones intensas.

Cambió su rumbo y fue directo a la casa de Chris, no lo había visto en este tiempo, por lo que suponía que debía estar aislado. Felix al ser muy observador y atento ya se hacía una imagen de cómo estaría su amigo.

Al llegar prácticamente le rogó a la mamá de este para que lo dejara entrar, cosa que fue innecesaria ya que la mujer estaba igualmente desesperada por lograr que su hijo al menor consumiera un poco de su comida.

— Channie... — El menor, habiendo tocado ya la puerta, entró a la habitación cautelosamente ya que no sabía si el otro estaba durmiendo o no, al ver que este se encontraba mirando al techo con sus ojos vidriosos y grandes ojeras, Felix se acercó con más seguridad.

— Chris, perdóname por no venir antes, debes estarte sintiendo horrible... — La voz del pecoso se entrecortó debido a las intensas ganas de llorar.

Bangchan solo lo miró, no quería esto pero estaba algo ajeno a si mismo. Solo atinó a sentarse para hacerle un espacio a Felix, menos mal que se había duchado hace un rato, si no moriría de vergüenza.

Felix entendiendo el mensaje, se puso a un lado del mayor y acomodó las almohadas para quedar semisentado y apoyar a Chan en su pecho, por fortuna el mayor se dejó y mientras daba cariñitos en su cabello, sollozos salian de la boca de este.

— Perdón por tardar tanto en venir a verte, no quiero que estés mal...

— No... no eres responsable de mis sentimientos, agradezco mucho tu compañía pero por favor, no te hagas cargo... — Habló entre cortado el rubio de cabellos algo rizados.

— Está bien, gracias.

Estuvieron así un rato, disfrutando de la compañía del otro. Felix tenía ese poder reconfortante que ayuda en cualquier situación. Mientras que el mayor dormitaba sobre su pecho, el pecoso volvió a hablar

— Channie, tenemos que hablar con Jisung... Él también debe estar mal después de haber soltado tanta mierda sin pensar.

La idea no le agradó tanto a primera reacción pero luego lo pensó.

— Está bien, Lix, pero tienes que saber que esta es la única oportunidad, si él vuelve a decir cosas así es porque no merece estar cerca, si?

El menor asintió satisfecho con la respuesta.

Se quedaron bastante rato conversando hasta que un recuerdo llegó a Chan.

— MIERDA, FELIX, LAS CARTAS!

— Qué?-  preguntó el menor quien se había asustado ante el repentino grito

— H-hyunjin — Dolía decir su nombre — Dijo que encontraramos las cartas...

— ES VERDAD, hablemos con los chicos, así tenemos una excusa para estar juntos y talvez arreglar las cosas.