Cuando la mañana se presentó unas pequeñas manitas lo hicieron abrir los ojos para encontrarse con los ojitos rubí de su novio que cuando lo vio despierto sonrió dejando un tierno beso en su nariz.
-— Sho, mami – dijo mirando al bicolor que apenas conectaba su mente con su cuerpo.
Cuando se despertó por completo pensó en las palabras del pequeño que lo esperaba sentado en la cama a que él se levantara, y si su mente no le fallaba su novio era consciente de su entorno, pero su mente no podía para del efecto del Kosei.
—- Iremos con ella en cuento tu estés cambiado —– dijo con una sonrisa.
Después de algunos minutos ambos se encontraban en la entrada de la U.A listos para ir con los padres del rubio que los esperaban con ansias en la puerta de la casa, Midoriya había querido llevar al rubio con él, pero si su madre la veía le daría un ataque de sorpresa al ver al joven que ella sabe es un adolecente otra vez en un niño de dos años.
Caminaron unas cuadras después del metro hasta la casa del rubio donde una emocionada Misuki corrió desde la puerta de su casa ignorando los llamados de su esposo.
—- ¡Mira esto, mi mocoso es lindo otra vez! —– sonrió encantada tomando a su hijo en brazos cuando este le sonrió.
—- Mami, Sho y Zuku –— dijo con una sonrisa tomando las majillas de la mujer con sus manitas.
- — Si, ellos te cuidaron —– dijo buscando no llorar por la emoción de escucharlo decirle mama —– Te portaste bien –—
Su hijo le mostro una sonrisa orgullosa a la mujer asiéndole saber que era un niño muy bien portado con los dos chicos que de pronto fueron totalmente ignorados.
-— Comer –— el rubio pidió con un puchero, solo había tomado un biberón de leche tibia pero ya su pancita le pedía más.
-— Ahh mi pequeño mocoso mama te dará de comer –— dijo entrando a su casa con su total atención en su hijo.
—- Pasen por favor, y gracias por cuidarlo –— Masaru los saludo con una sonrisa cuando ambos entraron a casa, -— Ya saben cómo es, su hijo es el centro de su mundo –—
Cuando entraron a la cocina pudieron ver la enorme sonrisa en la cara de la mujer que encantada le daban una papilla de zanahoria a su hijo quien la comía con total tranquilidad y disfrute.
- —¿No les causo muchos problemas? – —y si por fin la atención de la rubia fue para los dos jóvenes que tomaban un vaso de jugo.
—- Claro que no, Kacchan es muy tranquilo —– el peliverde sonrió mirando a su amigo quien se entretenía con un vasito que su padre le dio con jugo.
—- Dijo que me quiere más a mi —– Shoto dijo con una sonrisa mirando a su novio que pedía los brazos de su padre.
-— ¡¿Qué?!, ¡Eso no es cierto! –— el peliverde se quejó mirando al bicolor que le sonreía con burla.
-— Veremos —– Misuki sonrió ante lo dicho por el novio de su hijo y el mejor amigo de su infancia, - —Katsuki mi mocoso –— llamo teniendo la atención de su hijo en solo segundos, -— ¿A quién quieres más Shoto o a Zuku?— –
Ambos jóvenes pusieron su atención en el menor que los miraba con una sonrisa mientras apretaba su peluche de gato y escondía su carita en él.
-— Mi Sho —– dijo recibiendo una mirada llena de ternura de su madre y un beso en su nariz de parte del bicolor.
—- Kacchan ¿Por qué? –— el puchero de Midoriya hizo reír al menor que estiro sus manitas en su dirección y cuando estuvo en sus brazos sostuvo sus mejillas y con toda la seriedad que pudo mostrar le dijo.
-— Zuku mío –— declaro con un puchero al peliverde y después acomodándose para tomar una siesta.
-— Que lindo sigue siendo el mismo maldito celoso de siempre —– Misuki sonrió tomando una foto que sin duda imprimiría y colgaría en el cuarto de su hijo más tarde.