Ramito de violetas

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Era feliz en su matrimonio
Aunque su marido era el mismo demonio
Tenía el hombre un poco de mal genio
Ella se quejaba de que nunca fue tierno


Laney siempre estuvo feliz de comenzar su relación con Corey, un amor de la infancia que se hizo real.

Para ella fue un sueño.

Y estaba consciente de que Corey jamás fue romántico o tierno, ni siquiera le gustaba San Valentín. Ella lo conocía desde que eran niños y sabía que eso no iba a cambiar de un día a otro, ni siquiera cuando comenzaron a salir oficialmente.

A la pelirroja jamás le molestó que Corey no comprara algo en San Valentín, ni que recordara su aniversario. En realidad, su comportamiento era como cuando eran amigos, a diferencia de que ahora salían los dos solos de vez en cuando y se besaban.

Para Laney fue suficiente el que Corey le dijera que la amaba y que era importante para él.

Pero después de que se casaran, nada de eso fue suficiente y Laney comenzaba a creer que era su culpa. Tal vez era ella la razón por la que Corey no era detallista o amoroso, tal vez ella no era la indicada.

Sabía que ya algo tarde para pensar en eso, considerando que ya estaban casados y con un hijo, pero cada vez se sentía menos amada por su esposo, la hacía sentirse menos como mujer.

— Se me ocurrió una grandiosa canción para el próximo álbum, ¿Quién diría que puedo escribir? — Se rió el hombre alimentando al bebé en sus brazos con una mamila.

— ¿Quién lo diría? — Repitió con sarcasmo la pelirroja terminando de doblar la ropa con cansancio.

Corey pareció notar el sarcasmo en su voz (Algo que le concedía Laney después de tantos años juntos) y se giró a mirarla confundido.

— ¿Ocurre algo, Lanes? —.

La mujer agitó la cabeza sin querer hablar de eso, sabía que si no le decía directamente las cosas a Corey, él jamás lo descubriría por su cuenta. Una de las cosas que siempre amó y odio del hombre.

— Sólo estoy cansada, ¿Podrías pedir algo para comer? — Guardó la ropa limpia y después se sentó en la cama.

El hombre pareció algo preocupado pero igual asintió y se acercó a Laney para dejar el bebé en sus brazos con una sonrisa.

— Pediré la pizza que nos gusta, ya vuelvo —.

Cuando Corey se acercó a su rostro, Laney creyó por un momento que la besaría en los labios como lo hacían los hombres románticos que querían a sus esposas y no soportaban dejarla unos minutos sin hacerles saber que eran deseadas. Sin embargo, Corey sólo le besó la mejilla y acarició la cabeza del bebé, después salió de la habitación para buscar el teléfono.

Al estar sola, Laney cerró los ojos con fuerza tratando de no soltar lágrimas por sentir cada vez más que Corey en realidad no la amaba y que sólo había estado con ella por qué era su mejor amiga desde niños.

Desde hace ya más de tres años
Recibe cartas de un extraño
Cartas llenas de poesía
Que le han devuelto la alegría


La primera vez que recibió una carta, fue unos meses después de casarse e inicialmente creyó que era una broma de mal gusto de sus amigos. Kin podría ser muy bromista con esas cosas.

Pero cuando llegó la segunda carta, se sintió repentinamente real.

Ninguno de sus amigos podría mantener una broma por tanto tiempo y ni siquiera una tan elaborada con esa. El poema en la carta parecía escrito con tanta pasión que era difícil de creer que fuera falso.

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⏰ Última actualización: May 12, 2023 ⏰

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The Fall Of RockolimpoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora