-"nikolai gogol, después de que el juez diera su veredicto usted fue declarado culpable"
-"p-pero, yo soy inocente... por favor, fyodor debes hacer algo"-
Juro que se arrepentirán ...
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Mi padre se puso violento al notar que nos encontrábamos completamente solos, me sujeto del pelo y me golpeó las veces que se le antojaron contra la fría pared de cemento mientras maldecia mi existencia, mi rostro comenzaba a sangrar demasiado, y mi blanco pelo se tenía de rojo a cada segundo que pasaba, incluso los actos de mi padre le parecían demasiado a mis tías
-hermano, ya déjalo, tenemos que irnos - fueron las palabras de mi tía, Akira Gogol, ella a diferencia de los demás integrantes de mi familia era alguien comprensiva, y en ocasiones amable, incluso logró aligerar muchos de mis castigos, hablando con mi padre
-Akira, este bastardo se fue y nos dejó con una gran carga, debería matarlo-
De repente mi otra tía abrió la boca -akira tiene razón ya debemos irnos, Francis nos espera- eh?, F-francis, pero... crei que se había olvidado de mi, ese hombre era un alfa despiadado, sin contar que creia que los omegas tan solo eran para procrear, a su lado no duraría más de un minuto, era un alfa tan distinto a...fyodor
-tks, está bien- por fin soltó mi pelo, si sin antes darme una última golpiza, para luego subir al vehículo, Milenka le hizo una señal a Akira para que me subiese al asiento trasero, Akira se acercó a mí con un pañuelo en la mano, limpiando la sangre que bajaba de mi rostro, no deseaba ir con ese alfa , incluso trate de resistirme
-vamos cariño, o sera mucho peor- me dijo mi tía Akira, definitivamente ella no quería ver que mi padre siguiera golpeandome
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El viaje fue muy silencioso, el ambiente era bastante tenso, tan solo me límite a sollozar, mi vida era un total infierno
-callate o te golpeare hasta que esa cara bonita tuya sea irreconocible- rápidamente trate de callar mis sollozos, mi padre era capaz de hacer eso, e incluso más, no quería quería terminar como la última vez que me golpeó hasta romperme
-vasyl, llegamos- dijo mi tía, Milenka, nos bajamos del coche enfrente de una gran mansión, no comprendía que era lo que haríamos allí, jamás había visto aquel lugar, de seguro alguien muy importante la habitaba, mi padre me sujeto del brazo con mucha fuerza para después adentrarnos en la gran edificacion
A medida que fuimos avanzando comenzó a sentir un fuerte aroma a tabaco y menta, acaso era la mansión del señor Fitzgerald?!
Entramos a la habitación de la que emanaba aquel tan asqueroso olor para mí gusto, mi padre me tiró dentro sin importarle lo que me pasará
-valla, pero que sorpresa, no crei que cumplieras tu palabra, Vasyl- era el mismísimo Francis Fitzgerald, tan arrogante como siempre
-hay lo tienes, as lo que quieras con el- acaso el no era mi padre? por qué parecía no importarle lo que me fuera a pasar?, me esforcé para ser de su agrado durante muchos años, no, el me quería, a su manera pero me quería, estaba seguro de eso, el no sería capaz de negociar conmigo como si de un objeto se tratase, verdad?
-aunque hubiera preferido una boda, o algo por el estilo- papá, que esperas para sacarme de este lugar, ayúdenme...
-legalmente ya están casados, deja de ser tan estúpido- -oh~, pero esperaba compartir la noche de bodas con mi hermoso Omega- esperen un minuto, noche de bodas?! ,
-devo irme, a diferencia de ti yo no desperdicio mi tiempo- me dejarían solo?, trate de pararme para rogarle a mi padre que me llevará con ellos, pero fui frenado por mi "esposo", trate de ser soltado, incluso lo rasguñe, pero todo fue en vano
-papá, no me dejes! - el no me escucho, tan solo salió por aquella puerta sin dar marcha atrás -p-pa-pá?
Francis al ver que por fin estábamos solos me sujeto fuertemente de la muñeca, aquella sonrisa simpática se había transformado en un rostro lleno de ira, la habitación comenzó a llenarse de feromonas amargas, que comenzaban a debilitarme a cada segundo que pasaba
-creiste que te librarias tan fácilmente de mi?!- parecía realmente molesto, comenzaba a presionar su agarre cada vez más
-s-sueltame, me lastimas- las lágrimas no se hicieron esperar en mis ojos, tenía mucho miedo
-maldita zorra, creo que me debes algo- me arrastró a una gran habitación, con una cama matrimonial en medio
Me tiró a la cama con gran fuerza, mientras se sacaba la ropa apresuradamente
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