II

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''Apuesto 1000 manthas a que dura dos minutos''

El primero en tirar la apuesta fue el tercer dios oscuro, Anúbis. Entre los cuatro dioses oscuros, él es el único que usa ropa brillante. Una corbata violeta, un saco y pantalón rojo, junto con un sombrero tipo vaquero de color negro.

'''Dos minutos?, yo apuesto 2000 a...¡uno!''

Sin dar tiempo a que la respuesta cayera, su hermano gemelo respondió contradiciéndole. La verdad es que Tanúris no pensaba que iban a durar un minuto, pero le gusta llevarle la contraria a su hermano. Intercambia una mirada de provocación a los ojos negros de su gemelo, que de hecho no son distintivos de ellos a diferencia de sus rizos amarillos, ya que todos los dioses oscuros tienen los mismos ojos y esos son completamente negros. Mismo azabache desde el iris hasta la esclera. A pesar de este gran parecido físico entre ambos, el sentido de la moda era totalmente opuesto, Tanúris viste siempre con tonalidades del azul marino y a pesar de usar un tono algo monótono, le gusta bastante molestar, en especial a su gemelo.

'''Uno?, apuesten bien. Después de humillar de tal forma a Anmog, no hay forma de que sobreviva más de un minuto''

Un tono de mofa sale del primer dios oscuro. Azcark, siendo el dios que ilumina el camino de los muertos, es el número uno. No solo está en el primer lugar en cuanto a su trabajo, también en apariencia, Azcark es el dios más atractivo después de, de hecho ninguno, después de desterrarlo a él. Azcark ha sido considerado el de mejor apariencia. El mundo de los muertos disfruta al ver su figura esbelta y complexión atlética. Su tez es pálida y suave, con rasgos faciales bien definidos y proporcionados, que son enmarcados por unas cejas que señalan unos ojos negros, que se doblan haciendo líneas en su expresión juguetona. En el rostro caen mechones de su cabello rojo intenso, con un corte moderno y desenfadado que le dan un aire juvenil. En general, es un dios bastante prominente en el último milenio gracias a su aspecto y controversias, y más ahora que la gente ha olvidado las figuras de dioses anteriores. De uno en particular.

La bola de luz, que se encuentra en el esófago del monstruo, decidida por su convicción y por el hecho de que no quiere tener una muerte tan patética como la de ser digerida. Se empieza a mover y no sabe a dónde ni cómo, pero se mueve buscando una salida. Este movimiento lo sintió la criatura que ahora se veía en mal estado, su jinete también pudo notar esto y la gratificación de haber capturado el alma se desvaneció. Rápidamente la desmontó y voló a lado de ella, ve el estómago de la criatura con desprecio y extiende ambos brazos a esta zona, de sus palmas salen ramas verdes con espinas que se enredan en el cuerpo de la criatura y la inmovilizan. Viaja a la cabeza y cuando está a un ángulo donde puede ver el alma en la garganta, saca lianas de sus manos para tomar el alma que estaba en la garganta y ahí soltó una pequeña risa, [de qué me preocupé tanto, ya no es más que un alma, yo soy un dios]

"Te tengo"

Hoy su juicio parecía estar notablemente nublado, ya que no se dio cuenta de que esto era exactamente lo que esa alma quería, [Yo te tengo a ti]. Si había algo en lo que esta alma verdaderamente se había especializado durante tanto tiempo en confinamiento, era en cómo salir de ahí en cualquier situación, así que supo exactamente cómo expandirse dentro del ser mítico. Ya no era una bola, ahora tiene más la forma de una pelota en crecimiento, lo suficiente para causarle arcadas al monstruo que sentía una inmensa incomodidad en el cuello. Cuando sintió cómo lo inmovilizaban dentro del cuerpo del monstruo, solo pudo esperar con emoción en la garganta del animal. Y al momento de ver lo que tenía enfrente, vio que era nada menos que la cara egocéntrica de Anmog. El hecho de que Anmog se acercara tanto definitivamente lo tomó desprevenido, definitivamente mostraba lo mucho que este la está subestimando, pero eso es algo que tomará a su favor, tonto sería si no lo hiciera. No es algo que le desagrade, más bien es emocionante, tanto que le hizo dar saltitos de emoción en su mente.
       Mira de vuelta el rostro de Anmog y ve los ojos verdes y facciones delicadas, que hoy habían olvidado mostrar su usual calma, pero sí su confianza. [Es una lástima que esa confianza vaya a ser destruida] pensó el alma con ironía, porque en realidad solo de imaginar en que esto suceda ya está dando saltos de emoción en su mente. 
      Justo al momento de Anmog estirar sus manos y sacar lianas que se estiran buscando capturarlo, el alma aumenta su tamaño lo más que puede. ¿Cómo lo hizo?, también le gustaría saberlo, estar tanto tiempo en esta forma traía sus ventajas. La serpiente con cabeza de león, al sentir ese bulto gigante formándose en su garganta, no pudo aguantar más y vomitó expulsándolo. Este vómito cubrió todo el cuerpo de Anmog. Viéndose en un estado tan lamentable nadie creería que tiene algo de celestial, pero si no fuera por esa misma razón, por la de ser un dios y por lo tanto tener el cuerpo de uno, probablemente el ácido estomacal hubiera acabado con su vida. Se pasa la mano por la cara para quitarse el asqueroso vómito con toda la indignación de los cuatro mundos, y por primera vez en milenios sintió furia. Hoy parecía ser el día perfecto para romper récords.

Los dos lados de la luna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora