Advertencia: spoiler de... la otra forma de dan heng.
Créditos: @yanqingisin
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Muchas cosas sucedieron en un abrir y cerrar de ojos. Primero, estaba la serie caótica de eventos que ocurrieron en xianzhou donde todos tuvieron que luchar durante un aeón. Incluso con la ayuda del general, apenas lograste salir con vida. Se consideró todo un milagro que estuvieras parado en tierra firme en este momento.
Las secuelas de la batalla causaron graves daños a los alrededores. Por mucho que quisieras ayudar, tu trabajo llegó a su fin en el momento en que lograste localizar y sellar el stellaron.
Todos regresaron al astra express, deseando desesperadamente darse una ducha refrescante y muy necesaria. No perdiste tiempo saltando al baño de tu habitación, arrancándote la ropa sucia y pegajosa de la piel. Juraste que estabas en una dicha celestial cuando el agua tibia besó tu piel a un ritmo paso. Pasaste los siguientes treinta minutos más o menos duchándote hasta que saliste, vestido con ropa nueva.
bzzt, bzzt!
Tus oídos captaron el sonido amortiguado de tu teléfono vibrando en tu cama. Te acercaste, recogiéndolo para ver a tu pareja: Dan heng, te había enviado un mensaje de texto. El mensaje de texto no era otro que él queriendo que pasaras por su habitación. Te reíste, sabiendo que simplemente era tímido y se negaba a ser más abierto sobre sus sentimientos.
Saliste de tu habitación, cerrando suavemente la puerta detrás de ti. Lo último que quieres hacer es alertar a los demás sobre cómo te estás escabullendo a la habitación de dan heng. Sabes lo entrometidos que pueden ser, especialmente cierta persona. Afortunadamente, todos ya estaban profundamente dormidos, debido a lo agotados que estaban por la extenuante batalla.
Fue pan comido para ti entrar en la habitación de dan heng. El hombre estaba sentado junto a una silla con la luz de la mesa encendida y un libro en las manos. Te diste cuenta de que todavía estaba en su forma de dragón y aprovechaste la oportunidad para admirarlo. Cuando ocurrió la transformación, estabas demasiado ocupado defendiéndote del enjambre de turbas para prestarle atención.
Pero ahora no hay distracciones alrededor, se te concedió la oportunidad de beber en su figura.
No estabas seguro de si era posible que alguien fuera aún más hermoso de lo que ya era, pero resulta que era posible para alguien como dan heng. Su cabello había crecido más largo que antes con las puntas apenas rozando el suelo. El atuendo que usaba en el campo de batalla había sido reemplazado por su ropa de dormir. Sin embargo, la característica más distinguible sería el par de cuernos sobresalientes que descansan sobre su cabeza.
"¿Vas a quedarte ahí y mirarme boquiabierto para siempre?"
La voz divertida de dan heng te sacó de tu trance. Parpadeaste, notando la leve sonrisa pegada en su hermoso y repentinamente golpeable rostro. Había levantado la vista de su libro abierto y ahora te miraba fijamente. Rodaste los ojos, te acercaste a él y te dejaste caer en su regazo. Ignoraste la mirada de luz que te lanzó debido a tu acción, sabiendo que te ama demasiado como para incluso empujarte.
"Entonces, ¿me extrañaste o algo así?" bromeaste, levantando una mano para tocar su mejilla.
Danheng suspiró, ajustándose para poder acomodarte sentado en su regazo. Cerró su libro, sabiendo que no podrá leer nada cuando estés cerca. Aprovechaste la oportunidad para empujarte un poco hacia arriba. Tus manos curiosas giraban ociosamente con su cabello largo y bonito.
"¿Qué te hace llegar a esa conclusión?" preguntó, levantando una ceja.
Tarareaste. "Es una cosa tuya, después de todo. No eres una persona atrevida, especialmente cuando se trata de tus emociones."
Rodeo los ojos, tomando la sabia decisión de no responderte y desviar su atención de nuevo al libro. Aprovechaste la oportunidad para acercarte y ahuecar su mejilla, actuando como si pudiera romperse en cualquier momento. Tú toque hizo que los ojos de Danheng parpadearan hacia ti, observándote con una mirada curiosa mientras te permitía hacer lo que quisieras.
"¿Qué estás haciendo?" preguntó, levantando una ceja.
Hiciste oídos sordos a su pregunta. En cambio, te empujaste hacia arriba hasta quedar medio de pie y medio sentado en su regazo. Fue por puro instinto que Dan heng dejó caer su libro y te equilibró con manos firmes en tus caderas. Frunció el ceño, inclinando la cabeza hacia arriba solo para ponerse rígido cuando sintió tu toque en sus cuernos.
"Huh, pensé que eran más duros de lo que parecían," comentaste distraídamente, la yema de tu dedo índice acariciando el borde del cuerno que descansaba sobre su frente.
Danheng torpemente se aclaró la garganta. "¿No te parece extraño?" él murmuró.
Miraste hacia abajo, sorprendidos por sus palabras. "¿Extraño? ¿qué quieres decir?"
Frunció los labios, inclinándose hacia adelante para descansar su cabeza sobre tu estómago. Danheng ocultó su rostro avergonzado e inseguro de ti, pero tuvo cuidado de no apuñalarte con sus cuernos.
"Quiero decir, nunca me has visto en este estado antes y ¿y si cambias de opinión sobre nosotros?" su voz gradualmente se hizo más suave hasta que apenas era audible si no fuera por el silencio total en su habitación.
Tus ojos se abrieron; sorprendido por lo que dijo, pero recuperó la compostura. Soltaste una risa divertida, bajando las manos hasta que tomaste las mejillas de Danheng y lo obligaste a mirarte.
"Ahora, ¿por qué dices eso? Creo que te ves más hermoso que antes, no es que ya seas lindo en primer lugar," comentaste, frotando tu pulgar debajo de las tenues bolsas debajo de su ojo izquierdo.
Dan heng cerró su ojo izquierdo con fuerza, pero se inclinó hacia tu toque, reequilibrando a un gato hambriento de toques que anhelaba el toque reconfortante de su dueño. Simplemente tarareó, demasiado nervioso por lo sincero que suenas y cómo dijiste esas palabras conmovedoras con facilidad.
"... Ya veo," murmuró.
Te reíste. "aw, ¿alguien se siente avergonzado ahora?"
