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¡Dragón! Dan Heng, quien envolvería su cola alrededor de ti mientras estás acurrucado en la cama, eliminando cualquier distancia entre ustedes. Si escuchabas atentamente, incluso podías escuchar el suave ronroneo que emanaba de él.
¡Dragón! Dan Heng, que es un posesivo discreto... Probablemente te marcaría con mordiscos para mostrarles a todos que eres suyo. Le entristecería ver que los tapas.
¡Dragón! Dan Heng notó tu profunda fascinación con sus cuernos la primera vez que se transformó, y de buena gana te permitió tocarlos. A medida que tus manos acarician sus cuernos, sus mejillas sin duda se sonrojan e intenta sofocar los delicados sonidos evocados por la deliciosa sensación.
Levantarse de la cama por la mañana es una molestia. ¡Dragón! Danheng te atrapaba con su abrazo, entrelazando sus brazos, piernas y cola a tu alrededor, creando un capullo que te invitaba a quedarte en la cama por más tiempo. Sus suaves besos en la nuca inmovilizarían cualquier intención de moverse.
