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"Uhm...", murmuraste, mirando la figura sentada de Dan Heng en una repisa, que parecía amplificar su ya impresionante altura.
"¿No puedes bajar? Me está empezando a doler el cuello por esta constante mirada hacia arriba", te quejaste, sintiendo claramente la tensión en tu cuello.
"No, esta vista es mucho mejor", respondió Dan Heng, con la cola discretamente colocada detrás de ti, listo para tomarte con la guardia baja.
"¿Qué quieres decir con una mejor vista?" preguntaste, la irritación evidente en tu voz, mientras su comportamiento comenzaba a irritarte los nervios.
En un repentino momento de sorpresa, gritaste cuando su cola te atrapó, atando tus brazos. La cola de Dan Heng te atrajo hacia él y apartó los mechones de cabello que oscurecían tu frente antes de plantarte un suave beso.
"Y es la altura perfecta para los besos en la frente", dijo, con una sonrisa burlona jugando en sus labios, completamente divertido por el estado despeinado de tu cabello y el rubor que colorea tus mejillas.
"Eres tan..." comenzaste, antes de que su mano comenzara a acariciarte la parte superior de tu cabeza.
"¡O-oye! ¡Déjame ir!" exclamaste, tratando de liberarte de su cola, solo para descubrir que se apretaba a tu alrededor.
"Nop~" respondió Dan Heng, sin dejar de acariciar tu cabeza mientras te mantenía seguro dentro del alcance de su cola, disfrutando de tu cautiverio por un tiempo más.
