en el que: A dan heng le gusta tu cama, pero le gustas mucho más tú.
Advertencias: fluff, quizás ooc!Dan Heng, relación no establecida, idiotas enamorados, compartir cama.
Créditos: @earthtooz
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Rutinariamente, a las 2 am, una figura se cuela en tu habitación.
Rutinariamente, a las 2 a.m., dicha figura se acerca sigilosamente y con cautela a tu cama, donde duermes profunda y pacíficamente.
Rutinariamente, a las 2 am, tú colchón se hunde un poco con la adición del peso de otra persona. Específicamente: un archivista de 6'1 que tiene la mala costumbre de meter la cabeza en los libros durante demasiado tiempo, llegando hasta las primeras horas de la mañana, lo que, como consecuencia, te despierta.
Por la simple razón de que, de forma rutinaria, a las 2 am, Dan heng se desliza en la oscuridad de tu habitación solo para encontrar refugio debajo de las sábanas.
"Otra vez no," balbuceas con cansancio, recuperando el sentido ante el crujido a tu lado, ignorando la forma en que tu ritmo cardíaco comienza a acelerarse con un brazo envolviéndote alrededor de tu cintura. Te giras en su agarre, poniendo poca lucha en alejarlo. "Dan heng, realmente necesitas dejar de colarte en el culo."
"Muévete un poco," es todo lo que dice y en un tono que deja poco lugar a la rebeldía.
Con un resoplido, lo haces, arrastrando los pies para crear espacio para tu camarada. En un instante, el espacio se minimiza cuando dan heng se acerca a ti. Su mano va a la parte de atrás de tu cabeza, obligándote suavemente a entrar en la calidez de su pecho. Lo acercas aún más, con los brazos rodeando su torso.
Aquí, todo lo que te separa de su corazón es una fina capa de tela.
Los brazos de Dan heng se frotan a lo largo de tu espalda, viajando hacia arriba y hacia abajo a un ritmo lo suficientemente metódico para que te relajes y con suficiente cariño para que te enamores más. Esto ya ha sucedido demasiadas veces para que cualquiera de ustedes se sienta avergonzado en el contacto compartido.
¿Y qué mejor método de vinculación en equipo que compartir una cama con el hombre por el que has estado suspirando desde que te uniste al expreso astral?
Por celestial que sea esta rutina tuya, es igualmente agridulce. Porque te gusta mucho, más de lo que deberías, pero romper su armadura haría que tu corazón se rompiera primero en el fuego cruzado.
"¿Por qué yo?" preguntas, la voz ahogada por su camisa. "¿Por qué siempre entras en mi habitación y no en la de otra persona?"
Él está en silencio por un momento. "Tú cama es la más cómoda."
Te pones rígido por un segundo, apenas resistiendo el impulso de abofetearlo.
"Literalmente estoy a punto de echarte-"
Se ríe de tus falsos intentos de alejarlo. Si realmente lo quisieras fuera, estaría flotando fuera del expreso. "Pero es caliente y tu colchón es suave."
"Oh, claro, porque mi colchón es mejor que el de March, o-oye, si realmente querías un colchón suave, apuesto a que pom-pom tiene lo mejor de todos nosotros-"
"-Y tú también estás aquí."
Tanto tus palabras como tu corazón tartamudean en la última parte, completamente desconcertados por la contundente vulnerabilidad de Dan heng. Él siempre ha sido así, sencillo y directo, pero nunca en términos de expresar aprecio por la compañía de alguien.
Sus acciones siempre habían hablado mucho más fuerte que sus palabras, y dado que literalmente duerme a tu lado la mayoría de las noches, por lo demás solitarias, sabías que no le importaba tu compañía.
Pero ¿dónde comienzan los límites? ¿cuándo vas a parar esto? los amigos no duermen uno al lado del otro sin apenas espacio entre ellos, actuando demasiado íntimos para su propio bien. Pero Dan heng es alguien a quien amas demasiado como para dejarlo ir.
"Consíguete una cama mejor entonces, tal vez una con un marco de cama real en lugar de solo un futón en el piso," murmuras, tratando de sonar impasible.
"No merezco un armazón de cama."
"¿eh?"
"Además, dejas tu puerta abierta." ignora tu grito de confusión. "Podrías detenerme tú mismo, pero no lo haces."
Teninvade una ola de vergüenza. Maldiciendo por ser tan atento como es.
"Ya no estamos hablando de esto. Buenas noches," dices con decisión, dándote la vuelta para enfatizar que la conversación había llegado a su fin.
Dan heng se ríe en voz baja detrás de ti y se adapta al cambio de posiciones, moviéndose ligeramente mientras tratas de sofocar la humillación que sientes.
"Buenas noches," murmura, acomodándose en el silencio y la oscuridad de la habitación.
Un día te dirá que el único verdadero incentivo que lo atrajo aquí todas las noches fuiste tú. Independientemente de la cama, ya sean las camas lujosas o destartaladas del hotel goethe de jarilo-vi, o las que están aquí en el expreso, siempre que pueda encontrarte allí, Dan heng estará contento.
