Parte 7

0 0 0
                                    

Llegó el día, a penas había dormido, pero no importa, tenía la energía que nunca tengo cuando tengo que ir a clase, pero esto era mucho más importante.
Me levanté sobre las 8 de la mañana, no había nadie despierto en mi casa, se notaba que era sábado.
Me fui a la cocina hacerme el desayuno y ponerme en el mesenger para hablar y acordar la hora y saber que no iba a dejarme tirada.
Obviamente tan temprano no estaba conectado, así que tocaba esperar. De mientras, para hacer tiempo, me puse a jugar al Dofus.
Acabe de desayunar, de jugar un rato, paso casi una hora y media, por fin se había conectado. Estaba nerviosa, muy nerviosa. No sabía si tenía que hablarle yo primero porque estaba ya conectada, si iba hablarme él, al verme conectada. Muchos nervios.
Espere un par de minutos y recibí un mensaje.

-Buenas días. Has madrugado jajaja
-Si, tenía cosas que hacer.

Obviamente no le iba a decir que estaba deseando verle, que estaba nerviosa, que contaba los minutos que faltaba para irme.

-¿Has descansado?
-Si, ¿y tú?
-No mucho, estoy un poco nervioso.

Me sorprendió que me dijera eso. ¿Estaba nervioso por verme? ¿Tenía ilusión de quedar conmigo?
Muchas preguntas tantos buenas como malas pasaron por mi cabeza, me quedé prendida de esa palabra que tarde un buen rato en contestarle.
El miedo empezó a entrar en mi cuerpo, escribí en el chat de dejarlo para otro día pero por suerte antes de enviarlo, me volvió a escribir.

-Tengo ganas de verte.

En ese momento, mi mundo se paró, y borre rápido lo que había escrito.

-Yo también.

Estaba muy contenta, le dije que tenía que irme a ayudar a mi madre y prepararme para la tarde, nos despedimos como siempre, acordábamos el sitio y la hora que íbamos a quedar. Salir de chat con una sonrisa en mi cara. El día no podía haber empezado tan bien como creía. Aunque por dentro los nervios me estaban matando. Volví a mirar el reloj y aún quedaban 6 horas para irme.
Era mucho tiempo pero a la vez, parecia que el tiempo se había puesto de malas que iba demasiado rápido.
Pero lo importante, es que él tenía ganas de verme.

Amor en redesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora