Cap.7 -Mamá.

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La mañana se hizo presente, Jungkook abrió sus ojos poco a poco acostumbrandose a la luz. Estuvo unos segundos acostado hasta que recordó que no estaba en su casa, sino en la del pequeño rubio. Miró hacia un lado y vió a Jimin junto a la ventana, los rayos del sol le daban justo en el rostro haciendo que se vea demasiado hermoso.

Angélical.

Jimin giró su cabeza y observó al pelinegro con una pequeña sonrisa.

-Buenos días. -se acercó a la cama.

-Buenos días...-respondió algo tímido.

-He preparado el desayuno, pero antes quiero que hagas algo.

Jungkook ladeó la cabeza.

-El qué?

-Ven, levanta. -le tendió la mano y éste la aceptó, saliendo de la cómoda cama.

Jimin se dirigió de nuevo frente a la ventana, sin soltar sus manos abrió ésta y ambos sintieron la brisa fresca pegarles en sus rostros. El rubio cogió aire y lo soltó poco a poco con una pequeña sonrisa, Jungkook no sabía que hacer y sólo lo observaba en silencio hasta que el bajito habló.

-Hoy será un día largo y tienes que seguir afrontando los problemas y el dolor, quiero que cojas aire en la ventana antes de nada. -soltó su mano y se posicionó detrás de él.

El más alto hizo caso e inhaló poco a poco.

-Cierra los ojos. -Dijo y vió cómo Jungkook cerraba sus ojos. -Escuchame con atención y no dejes de respirar con tranquilidad. Al salir de casa siempre tienes que tener la cabeza alta porque creo que sabes bien que ahí afuera hay gente que hará todo lo posible por bajarla, habrá gente que quiera hacerte sentir inservible, pero Jungkook, tienes que recordar que eres más que suficiente.

El pelinegro sintió sus ojos aguados, pero no dejó de respirar tranquilo.

-Amigos van y vienen, vienen y van según les interesa, pero ¿sabes? Yo siempre estaré para tí, muchas veces te he visto en clase y sé que eres alguien muy fuerte y único. Aunque hemos empezado a hablar hace un par de días se siente cómo si lo hubiéramos hecho desde hace mucho tiempo.

-Jimin..-abrió los ojos y lo miró con los ojitos llorosos.

-Shh no digas nada, no hace falta. -sonrió leve y le acarició la espalda. -Ahora vamos a desayunar, si?

Jungkook asintió y se limpió las lágrimas.

✧・゚: *✧・゚:*

Durante el desayuno estuvieron en completo silencio, el mayor no dejaba de pensar en las palabras dichas por el rubio. Él quería ser fuerte, quería no tomar importancia a las cosas que le decían, pero no podía lograr nada si su padre le pegaba de esa manera y su madre..ella no hacia nada, y eso también era un problema. Ella no lo defendía, ella no paraba a su padre, sólo se quedaba en silencio y dejaba que su hijo recibiera todos esos duros golpes.

-Tienes que volver a tu casa? -Jimin rompió el silencio y notó cómo el cuerpo del pelinegro se tensaba.

Estaba en problemas y para nada pequeños.

-Si..-se levantó de la silla y corrió hacia la puerta sin importarle el dolor de su cuerpo.

-Espera! -el rubio corrió tras él y ambos salieron de casa.

Con el pijama puesto.

-No tendrías que venir..es..una mala idea. -Jungkook caminaba rápido y empezó a respirar con dificultad, en su cabeza sólo se reproducían diferentes escenas de todo lo que le podía hacer su padre por escaparse esa noche y no aparecer durante 2 días.

I told you it was okay, but i was lying (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora