𝐒𝐨𝐫𝐫𝐲, 𝐈 𝐟*𝐜𝐤𝐞𝐝 𝐮𝐫 𝐡𝐮𝐬𝐛𝐚𝐧𝐝 [𝐓𝐚𝐞𝐤𝐨𝐨𝐤] +𝟏𝟖

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Jamás pensó realmente en que el día llegaría.

La algarabía del aeropuerto era tan característico como cuando llegó hace ya tres meses. El tiempo pasa tan rápido.

Irene revisaba los últimos detalles de los boletos del vuelo que saldría en unas cuantas horas mientras su mamá cuidaba las maletas y los padres de Taehyung venían en camino para despedirlos junto con la tía. La esposa de Taehyung estaba tan feliz de que Jungkook se fuera de una maldita vez de este país lo más lejos posible de su esposo que no dejaba de sonreír.

Era una sonrisa que daba miedo.

Pero al único que Jungkook podía mirar es a Taehyung mientras este observaba escaparates en una de las tiendas. Era descarado imaginarse cosas sexys con él en público, pero considerando que solo hace unas horas había tenido su cuerpo sobre él brindándole el mayor placer que ha sentido en su vida no podía evitarlo. Él se sonrojó.

Mientras Irene miraba a Jungkook como se mira a un parásito, había algo diferente en los ojos de Kim hoy, algo coqueto. Su encantadora y atenta sonrisa se volvió hacia él y lo miró cuando ellas no se dieron cuenta. Hizo a Jungkook estremecer y encogerse.

La verdad es que estaba un poco avergonzado de pensar que se había abierto de piernas por este hombre y ahora fingían que nada había pasado, pero por alguna razón todavía no entraba en pánico ni se arrepentía de lo que había hecho.

Solo era...

Era mucho comparado con que Jungkook creyó que Taehyung lo ignoraría después de obtener de él lo que quería.

No entiende por qué su atención le llena de adrenalina y emoción cada vez, más ahora; ahora no podía soportar no tenerla cerca, no ser su dueño. Le hacía sentir poderoso, tan alto como una montaña, y deseable, atractivo, le ponía nervioso y le hacía sonreír.

Taehyung no dejaba de mirarlo, como siempre ha hecho desde que lo conoció. Entonces volvió a ellos y puso una mano en su hombro.

-¿Puedo llevar a Jungkook a comprar algo antes de que se vayan? Para que no se olvide de nosotros.

Su mamá no vio inconveniente. Irene le hizo una mueca a Jungkook como si ya supiera toda la verdad. La sabía, pero no podía protestar o quedaría mal, y a Jungkook ya no le importaba un carajo a horas de salir del país. Estaba a punto de irse y dejárselo para ella sola, se le permitía disfrutar de él estos últimos minutos.

Su corazón se estremeció como un loco cuando Taehyung lo tocó por la espalda baja con una mano tibia y lo condujo entre la multitud llevándoselo lejos de las chicas.

El aeropuerto estaba lleno de gente local y extranjeros que no les dieron segundas miradas ni advirtieron la mano que permanecía en su espalda.

Preguntar de nuevo "¿a dónde me lleva?" igual que anoche parecía extraño. Había aprendido a confiar en este hombre durante todo el tiempo que habían pasado juntos y no sabía qué decía de él el que ahora lo hiciera a ciegas.

Taehyung lo llevó a la tienda de una famosa marca de celulares y en primera instancia no entendió qué hacían aquí. Jungkook jamás había tenido el dinero y por lo tanto la necesidad de entrar realmente a una.