-Ese dibujo-digo señalándolo-Fue un día en el que le dije te quiero por primera vez. Habíamos quedado en un parque cercano a mi casa y empezó a diluviar, era pleno verano y hacía calor a si que decidimos tener una "cita bajo la lluvia". Acabamos completamente empapados, riéndonos, perdidos en nuestra felicidad.
-Te quiero. Te quiero, te quiero, te quiero, te quiero...-le dije entre besos bajo la lluvia.
-Te quiero-susurró él en mi oido.
-¿Cortó contigo?-pregunta Raúl suavemente.
-No. Estuvimos juntos un año. Pero hace más o menos siete meses desapareció. Lo buscamos por todas partes, en toda la ciudad y la policía en todo el país. Finalmente sus padres le dieron por muerto e hicieron un funeral. Pensar que estaba muerto fue relativamente un alivio, me quitó el peso de que se hubiera ido sin decirme nada porque ya no me quería o quizá porque nunca lo había hecho. Intenté suicidarme...-digo susurrando y le noto tensarse-Me llevaron al hospital y conseguí sobrevivir, aunque a partir de ese momento ya no pude dormir bien, tenía pesadillas, y apenas comía. Según pasaban los meses mejoré un poco pero...
Bajo la mirada hacia mis manos que están apoyadas en la colcha. No me atrevo a mirar a Raúl, le he confesado algo que poca gente sabe, algo muy importante de mi historia... pero se supone que estoy saliendo con él y se puede notar perfectamente que aun no he superado a Antoine. Además, ¿quien querría salir con un ex-suicida?
Despacio noto su mano posarse sobre la mía y sus dedos entrelazárse con los míos.
-Yo te ayudaré-dice mirándome a los ojos.
-Gracias-susurro a punto de llorar.
Me abraza y permanecemos en silencio hasta que consigo recomponerme un poco.
-¿Hacemos algo?-pregunto después de un rato.
-No, quedémonos tranquilos en casa.
Acabamos tumbados en la cama, abrazados mientras Raúl juega con un mechón de mi cabello. Adoro estos momentos en los que solo hay cariño y tranquilidad. Levanto un poco la cabeza y deposito un suave beso en sus labios. Le noto sonreir contra mi boca y me devuelve el beso más intenso haciendo que mi corazón se acelere y lata descontrolado... Me sorprendo ante eso, quizá y solo quizá, Raúl esté empezando a gustarme.
-Mañana iremos a mi casa, ¿te parece?-dice interrumpiendo el beso.
-¿Seguro? No quiero buscarte problemas con tu familia.
-No pasará nada.
-Pero...
Me callo, seguir protestando no servira de nada y además quiero ir. Tengo curiosidad por saber como serán sus padres, su casa, su habitación...
-Está bien.
Sonrio al ver su cara de emoción y le beso suavemente. Cuando pone esa cara está realmente adorable, parece un niño ilusionado ante sus regalos de navidad.
-¿No tienes hambre?-digo levantándome y tendiéndole una mano.
-La verdad es que si.
-Venga, vamos, me apetece helado.
(...)
Me froto las manos para calentármelas mientras espero que contesten al telefonillo.
-¿Diga?-se oye una voz de mujer.
-Hola, soy Lucas, busco a Raúl.
-¡Ah, claro! Pasa.
Un pitido suena y la puerta se abre. La empujo entrando al portal y voy a las escaleras subiéndolas todo lo rápido que puedo.
3° planta. Llegó jadeante de lo rápido que he subido y me paro frente a la puerta intentando recuperar el aliento. Cuando he recuperado un poco el aliento llamo al timbre y espero a que me abran.
-¡Lucas!-dice Raúl abriendo la puerta.
-Hola-sonrio.
Se acerca y pasando los brazos alrededor de mi cuello me besa. Coloco mis manos en su cintura profundizando el beso.
La puerta de la casa vecina se abre y sale una madre con una niña pequeña que se nos queda mirando.
-Mamá, ¿por qué se están besando esos dos chicos?
-Porque se quieren cariño.
Raúl sonrie contra mis labios. Se separa de mi dándome una pequeña mordida en mi labio inferior.
-Buenas tardes, Sra.Gonzalez.
-¿Nuevo novio?-dice mirándome.
-Si. Hasta luego.
Me coje de la mano y me mete dentro de la casa, cerrando la puerta y volviendo a besarme de nuevo.
ESTÁS LEYENDO
Quiero estar solo
RomanceLucas, un chico con unas ojeras permanentes que piensa en todo menos en volver a enamorarse. ¿Conseguirá alguien hacerse un hueco en su corazón?