Capítulo 9

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Los párpados estaban pesados, al igual que el resto del cuerpo que se negaba a responder, era un grito desesperado proveniente desde su interior, el que le decía a Regina que abriera los ojos para salir del trance en el que estaba metida

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Los párpados estaban pesados, al igual que el resto del cuerpo que se negaba a responder, era un grito desesperado proveniente desde su interior, el que le decía a Regina que abriera los ojos para salir del trance en el que estaba metida. Intentó levantar los brazos, pero dicho movimiento fue retenido por la fuerza del agarre, puesto que estaba sujetada de manos y pies sobre una silla con la cabeza colgando de un lado. Los recuerdos nacientes la hicieron resurgir del oscuro mundo en el que se encontraba.

Finalmente, enfocó la mirada oscura y lo único que logró percibir fue una grisácea pared carcomida por el tiempo, la oscuridad del lugar y el aroma a moho le decía que podría estar encerrada en el sótano de una casa. Sin embargo, no tenía modo de saberlo, no a menos que alguien que se lo dijera, requería de una voz que le confirmara la tragedia de la que era víctima. ¿Un secuestro? ¿Un asesinato? ¿Tráfico de órganos o mujeres? Cualquiera que fuera el caso, terminaría en los encabezados de los periódicos y eso llegaría a los oídos de sus padres en Rusia.

«Hija de famoso detective es desaparecida» «Regina Petrova, la detective que se convirtió en la víctima»

Regina pensó en la ironía que había en esa última nota que imaginó, ¿acaso, tenía sentido? Después de tanto esfuerzo resolvió el caso que la destruyó tanto física como profesionalmente y no tenía manera de hacérselo saber al mundo. En vez de convertirse en la heroína, terminó siendo parte de los personajes olvidados del caso Box, ese que la consumió hasta acabar con ella.

Escuchó la lluvia que continuaba a las afueras del supuesto sótano, no debía estar lejos de su departamento, tampoco habría pasado más de unas cuantas horas desde su encuentro con Víctor. Buscó mantenerse lúcida por al menos unos cuantos minutos; no obstante, el cuerpo le pesaba, como cuando pasaba demasiado tiempo sin dormir y el cansancio la dominaba. De nuevo fue vencida.

Al otro lado de la ciudad, Miguel y Jane fueron retenidos en las oficinas de la policía sin la más mínima oportunidad de salir de ahí, puesto que se les dio tanta responsabilidad sobre el caso como a Petrova, quien salió de la comandancia hecha un...

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Al otro lado de la ciudad, Miguel y Jane fueron retenidos en las oficinas de la policía sin la más mínima oportunidad de salir de ahí, puesto que se les dio tanta responsabilidad sobre el caso como a Petrova, quien salió de la comandancia hecha un desastre y furiosa con el mundo entero.

Ahora, tenían que poner en orden los acontecimientos y la evidencia para que esta fuera traspasada al nuevo criminalista seleccionado por Sevilla.

—Tendrás todo un equipo a tu cargo —indicó el comandante a sabiendas de que nunca le brindó tanta ayuda a Regina.

BOX | #ONC2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora