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Bill

No sabia que decir, no me gustaba mentirle, nunca lo había hecho pero si se enteraba que Dilaila estaba aquí, no la dejaría marchar, otra vez no.

—Es del agua de la piscina— dije intentando auto convencerme —hace un rato que he salido del agua.

—¿A estas horas bañándote?— asentí —no es propio de ti— dijo mi hermano dirigiéndose al estudio.

Lo acompañe, Gustav y Georg me saludaron, y me mostraron lo que estuvieron haciendo, me encantó.

—Wow chicos me encanta, si seguimos así no tardaremos mucho en lanzar otro álbum— sonreí.

—Daremos lo mejor de nosotros— dijo Gustav.

—Por cierto— dije y me miraron con atención— Samara a vuelto y no le a sentado bien que no fuerais a la fiesta, a la siguiente venís todos— asintieron.

—No sabia que había vuelto— dijo Georg.

—Se me olvido decíroslo, perdón— ahora habló Tom y lo miramos mal.

—Chicos, ya es tarde, vamos a cenar y a dormir— dije mientras me seguían al salón —¿Quien cocina hoy?

—Gustav— dijo mi hermano sin dejarle hablar.

—Hoy y siempre— dijo Gustav dirigiéndose a la cocina y girando los ojos.

Paso media hora y Gustav sirvió la cena, nos preparo unas patatas fritas y una hamburguesa, este chico sabia hacer de todo y no tenia la menor duda de ello.

Terminamos, Tom y Gustav se quedaron en el salón viendo la tele, Georg limpio los platos y yo me fui a dormir. Seguía pensando en Dilaila, nunca me hubiera imaginado que al irse de nuestro pueblo le pasarían cosas tan terribles pero aun había algo que no me encajaba.

¿Como se olvidaría de nosotros si aun recordaba que se la regalaron dos niños? Dijo que su madre se lo contó entonces entendí que simplemente se olvido.

Quise olvidarme de todo eso y cerré los ojos, mientras tanto recordé el deja vu que tuve en cuanto rompió en llanto en mis brazos.

hace 10 años

Bill

Estaba de camino a casa de mi mejor amiga Dilaila, no la conocía de hace mucho pero ya sabia que era mi alma gemela, cuando llegue su madre me abrió la puerta amablemente, estaba trabajando de traductora para unos empresarios así que solo la salude, me dijo que Dilaila estaba en el jardín y fui hacia allá.

Cuando llegue me encontré a Dilaila llorando mientras sostenía una foto entre sus manos, me acerque y cuando me vio se limpio las lágrimas.

—Bill ¿Que haces aquí?— dijo un poco molesta por la situación en la que la había encontrado.

—Quería verte.

—No hacia falta que vinieras, estoy bien— siempre decía eso y nunca la creía.

Me senté a su lado y abrí mis brazos en señal para que me abrazara, no tardo en abrazarme y sollozar encima de mi, me daba igual la razón por la que lloraba, ni siquiera le pregunte, solo quería que estuviera bien.

Me abrazo con mas fuerza y en ese momento supe que me necesitaba, éramos unos críos y nos decían que no teníamos preocupaciones ni sabíamos nada de la vida, que no valía la pena llorar pero incluso el mas fuerte a veces tiene sus momentos débiles.

Estuvimos abrazados unos minutos hasta que me soltó y se limpió las lagrimas.

—Dilaila— me miró —¿Qué ha pasado?— pregunté sin esperar respuesta hasta que habló.

—Mi padre— no entendí nada así que le deje hablar —¿Recuerdas que te dije que tuvo un accidente— asentí —murió y hoy hace un año que se fue— dijo para volver a abrazarle mientras le acariciaba el pelo.

Nunca tuve una amiga y de milagro tenia algún que otro amigo aunque sin duda Tom era mi mejor amigo, no sabia como consolarla e hice lo primero que se me ocurrió, abrazarla y no soltarla.

—Este es el— dijo dándome la foto antes nombrada en la que aparecía un hombre con Dilaila en brazos jugando.

Se nota que te quería, y tú a él también— asintió.

Nose cuanto tiempo estuvimos abrazados pero dejo de llorar lo cual me puso feliz, no podía imaginarme el dolor de perder a un padre, es algo tan único que cuando se va pierdes una parte de ti mismo.

—Dilaila— nos separamos —a el no le gustaría que estuvieras así, el querría verte feliz, disfrutando de la vida y estoy seguro que esta muy orgulloso de ti.

—¿Tu crees?— asentí y me abrazó —gracias Bill gracias por todo.

Al separarnos fuimos a su habitación a jugar, le encantaba la moda y me enseñó alguno de sus diseños, tenia talento para la edad que tenía, se que va a ser una grande de la moda.

Rato después me fui antes que anocheciera y me prometí que jamas dejaría que le hicieran daño, la iba a proteger, nunca le pasaría nada estando a mi lado.

Volví a mi yo del presente y me dormí.

Tom

—Chicos— llame a Georg y Gustav —¿No notáis a mi hermano muy raro desde el ultimo concierto?

—Tendrá una chica— dijo Georg —sabes que el no es como tu, si esta saliendo con una chica se estará centrando solo en ella y seguramente a ido a la fiesta con ella.

—Le preguntaré a Samara y Aroa si saben algo— me levanté y me fui a mi habitación —buenas noches— me despedí.

Llegue a mi cuarto dispuesto a llamar a Samara ya que Aroa estaría recogiendo el desastre. La llame 5 veces y contestó.

—¿Que quieres?— por su tono diría que estaba enfadada.

—Antes que nada perdón por no ir a verte y segundo ¿Mi hermano tiene alguna chica? Y no me mientas.

—Hasta que no te vea no te voy a perdonar que lo sepas— dijo, ella era muy cabezota y sabia que cumpliría sus palabras —y puede que tu hermano tenga una chica pero eso ya lo hablaréis entre vosotros, yo no me meto— definitivamente estaba molesta.

—Esta bien, gracias igualmente y perdón otra vez— la escuche suspirar y colgó el teléfono.

Sin duda se había cabreado pero la entendía, le prometí que en cuanto llegara seria el primero en ir a verla y no lo hice, me lo merecía.

Samara

Tom no paraba de llamarme y contesté, me pidió perdón pero no le iba a perdonar ni por teléfono ni en ese momento.

Cuando me preguntó por Bill y una chica pensé en Dilaila, recordé que Bill nos hizo prometer que no diríamos nada y menos a Tom, cumplí mi promesa y no le dije nada.

Por un momento pensé en hablarle de Judith pero tampoco sabia que sentía Bill por ella, le dije que lo hablara con él, se volvió a disculpar y colgué.

—¿Con quién hablabas?— preguntó Aroa apareciendo por la puerta.

—Tom.

—¿Que quería?— dijo confundida.

—Saber si Bill había traído a alguna chica a la fiesta— dije mientras Aroa se sentaba y me posicionaba a su lado —prométeme una cosa —asintió —da igual lo que te diga o te haga Tom, hasta que Bill no le cuente sobre Dilaila tenemos que estar calladas.

—Te lo prometo— dijo para después irse a su habitación y dormirnos.

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

¿Cuando le dirán a Tom sobre Dilaila?

Capitulo largo espero que les guste y no se olviden de votar. Besos💋

Remember me // Tom KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora