Qué hacemos aquí!! Sáquennos de aquí!! ¿Quieren saber qué nos pasó? ¿Si? Pues les digos, somos tres amigas Mariana, Clarisa y Sofia. Al parecer que los mafiosos se enamoraron de nosotras (aunque nosotras también de ellos), claro que no nos invitaron...
No entiendo todo lo que ha pasado en un dia, ya estoy comprometida con un mafioso y mis mejores amigas comprometidas con los hermanos de Manuel, no entiendo como paso, solo se que es para no perder la empresa familiar, que caerá en manos de el primo de Manuel, siento cosas en el estomago ayer Manuel me secuestró y me dio la noticia de que seré su esposa, y hoy me transformara en toda una esposa de un mafiosos, me enseñara como montar un caballo, como disparar, como hacer un trato, y cómo mantener a los hombres que no sean el alejados de mi, osea sere la robot personalisada de Manuel.
-Empezaremos con tu vestimenta, eres mi futura esposa no mi empleada, en el closet hay ropa desente.
-Okey, ¿me puedo poner cualquier vestimenta que sea de mujer que este ahi?
-Si, Mariana.
Voy a la habitación y abro el closet y saco un vestido negro de Gucci, una correa de Gucci y unos tacones negros.
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Salgo de la habitación y veo a Manuel sentado en el sillón y me siento al lado de el.
-¿Que tal?
-Te vez bien, espero y sigas asi.
-¿Y a donde vamos ahora?
-Vamos a ir por tu nuevo coche.
-¿Qué tiene de malo mi coche?
-Nada, si quieres ser asesinada en el descapotable, mientras conduces, por los enemigos de tu futuro esposo.
-Okey, okey entendí, no tienes que ser tan claro.
-Okey, en la cochera está tú nuevo coche, es color negro y es un Jeep.
En eso entre a la cochera y vi en primera plana, un Jeep negro, desde chiquita me encantan los Jeep mi padre tiene uno y lo único que me pudo comprar fue un descapotable por que dijo que era muy irresponsable para un auto tan costoso.
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-M-E E-N-C-A-N-T-A.
-Entonces te gusto.
-Si me gusto, muchas gracias.
-Eso no es importante.
-¿Ahora que vamos hacer?
-Iremos a comer con mis hermanos y con tus amigas, y para eso necesito que me esperes en la sala de estar.
Salgo de la cochera y no le hago caso a Manuel y en vez de eso voy a visitar el alrededor de la mansión.
-Esto es hermoso, me encanta este lugar, si hubiese una biblioteca escogería un libro y me sentaría aquí, es un lugar tan tranquilo.
Donde me encontraba había un banco como columpio y unas rosas rojas decorando el rededor, con una fuente de agua con un pequeño ángel tirando agua.
-No deberías de estar aquí, te di una orden y la debes de ejecutar, es que no entiendo, te trato bien y me desobedeces y si te trato mal soy la bestia.
Manuel estaba enojado, no me dejaba de apretar la mano.
-Manuel, me lastimas, déjame explicarte.
-No me vas a explicar nada y cuando lleguemos de la comida con mis hermanos y tus amigas te enseñaré quien manda.
-Manuel, déjame explicar...
En eso paro por que siento un golpe en la cara, Manuel me había golpeado, me había lastimado, era una bestia, en eso logré safarme y corrí lo más rápido que pude a alguna habitación, solo para escapar de Manuel.
-Necesito escapar con mis amigas, no puedo ser la esposa de esta bestia, es demasiado agresivo y no controla sus emociones y no escucha a los demás.
En eso toca la puerta alguien y me quedo callada.
-Mariana, se que estas ahí, uno de mis guardias te vieron entrar, escúchame, se que fui un animal una bestia y que estuvo mal que te golpease, pero me enojo que no captaras mi orden.
-No soy ni tu sirvienta ni tu muñeca de trapo, solo te digo que estaba viendo el alrededor de tu prisión, y te aseguro que no volveré a ver la luz del sol mi general.
-Matiana...
-Tranquilo, no me digas nada, solo indícame mi celda.
En eso comenzó a caminar y en la primera puerta que vi en esa entre.
-Mechas gracias, general, no resivo visitas a menos de que su señoría lo permita, y si quiere ponga un policía para que vea que no escapare.
-Estas exagerando demasiado.
-Como tu cuando me golpeaste por querer conocer el alrededor de la mansión y tenía pensado en preguntarte si hay una biblioteca, pero como eres tan bestia seguro no tienes.
-Si tengo una.
-Me alegro por ti, y adiós que no quiero saber de ti.
