8. Infancia

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Elizabet:
La noche anterior:

No puedo dormir a causa del miedo.

Me aterraban el sonido de sus gritos, los golpes en mi puerta, el sonido de las cosas rotas contra las paredes y el suelo, pero sobre todo, me aterraba él.

Siempre le he tenido miedo a mi tío. Sé que no es normal temerle a la persona que me crió como a una hija pero así era. Temía que algún día sus gritos se volvieran golpes, que algún día lograra abrir la puerta de mi habitación, que algún día los adornos se estrellaran contra mí en lugar de las paredes.

Vivía con miedo en mi propio hogar. Lo único que me daba un poco de tranquilidad y seguridad era Thomas. Él nunca dejaría que mi tío me lastimase, pero él siempre salía lastimado.

Recuerdo un día en el cual mi tío estaba muy borracho, fue la primera vez que lo vimos en un estado tan lamentable. Entró gritando a la casa y lanzando todo por los aires. Mi primo y yo nos encontrábamos jugando en el patio y apenas lo oímos entrar Thomas se colocó frente a mí para así encararlo y protegerme. Lo recuerdo vívidamente, como si hubiera sido ayer...

–¿Qué pasa Thom?—estaba muy asustada, no sabía por qué me protegía, solo era el tío Samuel, él nunca nos haría daño.

–No salgas Eli—recuerdo que iba a repetirle mi pregunta, pero mi tío llegó al patio y se nos quedó viendo. Lucía horrible, parecía esos hombres sin hogar a los que les doy dulces en la calle.

–¿Dónde está tu madre Thomas?—¿La tía Ana? Pero si ella estaba...

–Muerta, mi madre está muerta.

Mi tío comenzó a reír mientras caminaba hacia nosotros. Mi primo también caminaba hacia atrás mientras sostenía mi mano y se aseguraba de que permaneciera tras él.

–No hijo. Tu madre no está muerta—¿no lo estaba? Pero si hace dos años que mi tía Ana y mi mamá estaban en el cielo. Mi primo me contó que allí tenían internet ilimitado para ver sus novelas y que también podrían caminar por las nubes. Eso me hacía feliz, mi mami sería feliz con su novela y las nubes—Ella está detrás de ti.

–Esa no es mamá.

–Tío, soy yo, Elizabeth—¿qué le pasaba al tío?¿No recordaba mi nombre?

Shhhhhh. eres Ana, mi Ana.

–¡Ella no es mamá! ¡No es tu esposa, es tu sobrina! ¡Y su nombre es Elizabeth!—mi primo estaba gritándole al tío Samuel, ambos se veían muy enojados. No entendía por qué. ¿Será que Thom está enojado con mi tío porque se olvidó de mi nombre?

–Thom, solo me llamó Ana, seguro se confundió de nombre. No le grites al tío por fav...

No pude terminar de hablar. Mi tío se acercó rápidamente a nosotros y empujó a mi primo al suelo mientras que a mí me tomó fuertemente del brazo. Me sujetaba muy fuerte, me dolía mucho.

–Tío, me..me duele. Por favor, no me hagas daño. ¿Nos portamos mal? ¿Por qué empujaste a Thom? Seremos buenos sí, no nos lastimes tío—no pude evitarlo y comencé a llorar. Estaba asustada, mi tío nos había lastimado a mi primo y a mí, pero no decía nada, solo me miraba con mucha dulzura. ¿Cómo podía mirarme de esa forma y a la vez hacerme tanto daño?.

–Ana—me llamaba por el nombre de mi tía mientras acariciaba mi mejilla—Mi querida esposa.

Después de esto mi tío inclinó mi cabeza y la acercó a la suya, y mientras acariciaba aún mi mejilla unió nuestros labios.

Solo había visto besarse así a mis tíos y una vez a mi profesora. Ellos parecían felices de hacerlo, pero yo sentí terror y asco. No quería hacer eso, yo no era Ana, yo era Elizabeth, él era mi tío.

–¡Déjala!—mi primo se levantó rápidamente del suelo y golpeó en la cara a mi tío con la poca fuerza que tenía un niño de ocho años, lo cual claramente solo lo hizo enojar más.

¿¡Cómo te atreves a pegarme asesino!? ¡¡ mataste a tu madre, y ahora me la quieres volver a quitar!!

–¡Yo no maté a mamá, fue un accidente! ¡Y ella es Elizabeth, tu sobrina, la hija de tu hermana!.

–¡Ella es mi Ana! ¡¿Lo oyes?! ¡¡Mía!!

Luego todo sucedió muy rápido. Mi tío se lanzó sobre Thom y comenzó a golpearlo. Salía mucha sangre de la cara de mi primo y yo me aterré.

Mi primo no puede morir, no me puede dejar sola con él.

Salí corriendo hacia la casa de los vecinos y llamé al señor Arthur, el cual al escucharme salió corriendo hacia mi casa y de un fuerte golpe dejó inconsciente a mi tío. No me sorprendía, mi primo decía que él era muy fuerte porque era "personal trainer". No sabía que tenía que ver ser fuerte con trabajar con trenes, pero me alegré de que así fuera.

Rápidamente, el señor Arthur tomó a mi hermano en brazos y a mí me dio su mano y fuimos al hospital más cercano. Ese día comencé a temerle a mi tío, ese día al ver a mi primo de tan solo ocho años con el brazo, la nariz y una costilla rota temí por su vida.

No quería que mi tío enviara a Thom al cielo. Él sería feliz con el internet ilimitado porque podría ver sus muñequitos o animes como los llamaba él, pero yo no quería que se fuera. No quería que él lo volviera a lastimar por mi culpa.

Desde ese día me prometí a mi misma que no dejaría que mi primo fuera lastimado por mi culpa. Por eso le pedí que se fuera, no quería verlo de nuevo lleno de vendas en la sala de emergencias, quería verlo sonreír.

Ese día mi tío nos condenó a ambos. Dañó físicamente a su propio hijo y psicológicamente a su sobrina. Desde ese momento me he sentido sucia por dentro, incapaz de mirarme al espejo o de tener pareja. Todo es su culpa.

Esta noche, mientras mi tío destroza toda la casa y grita el nombre de mi tía, no puedo evitar abrazar mi almohada y llorar, mientras recuerdo el peor día de mi vida. El día que ensuciaron mi alma.

🌈

Me pareció tierna Elizabeth con ocho años y su definición de cielo ternurita.
Recuerden votar en cada capítulo y darme su opinión en los comentarios.
Por cierto, ya tenemos nombre para el shipp de Thomas y Andy : Willow ¿qué les parece?

La forma más hermosa de suicidarseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora