Ciara Stone
Estaba en shock todavía cuando se separó de mi. ¿Que mosca le picó? Pero sobre todo...
¿Por qué mierda no me separé?
—¿Que?—Río con burla —¿Te comió la lengua el gato?—
Si voz me sacó de la sorpresa y lo empujé con las dos manos alejándolo de mi.
—¿Que te pasa?¿Te picó algo en el aula o que?—
— No te hagas la indignada...—
—No me hago, lo estoy.— Le interrumpí antes de que siguiera.
—¿Ah si? Pues tus acciones contradicen tus palabras. ¿Si tanto te molestó por qué no te apartaste? Si tanto te molestó— Hizo una pausa para acercarse de nuevo a mi. —¿Por qué sigues aquí?
—Preguntó muy cerca de mi rostro.Lo volví a apartar esta vez menos agresiva, y sin decir nada, me fui de ahí tan rápido como pude.
•••
—No vallas—Está todo oscuro a mi al rededor, no sé quién habla. No percibo bien ni siquiera mi propio cuerpo.
¿Que?
—¡No vallas!—Siento pasos de tacones resonar una y otra vez, a paso apresurado, cada vez hacen más eco.
¿Qué? ¡¿Quién eres?! ¿Donde estoy?
—¡Escúchame! Por favor, no vallas. ¡No vallas!—Siento los pasos más cerca, me giro y lo único que consigo ver es más oscuridad.
¿A dónde? ¿ A dónde no quieres que valla?
—No—Esta vez habló en mi oído, su cabeza está sobre mi hombro, está parada detrás de mi —vallas—
Esta vez fue una amenaza, no una petición. Me aparté rápidamente.No te me acerques.
Silencio....
Puro silencio....
Oscuridad, solo veo oscuridad, todo negro, no se escucha nada, tengo mucho miedo. De repente siento de nuevo los tacones a paso apresurado, pero esta vez, vienen hacia mi...
¡No te me acerques!
—No....vallas—
Retrocedo unos pasos y siento unas manos apretar mi cuello con fuerza, no puedo respirar, y aún sin que esas manos me suelten, caigo al suelo.
•••
Me desperté un poco desorientada, tirada en el medio del suelo de mi habitación. Aún sentía la leve presencia de unas manos en mi cuello. Estaba todo bastante oscuro.
¡¿Que mierda?!
Definitivamente eso no fue normal. ¿A dónde se supone que no valla?
No, no, no me voy a afectar por esto, solo fue una pesadilla.
Solo
Una
Pesadilla
Espero...
•••
—El volumen se calcula multiplicando el número pi por el cuadrado del radio por la generatriz, recuerden no...—
¿Que cosa de la emperatriz?
El ogro explicaba algo de geometría que nunca me interesó, ni me interesa, ni me va a interesar, así que me puse a mirar el patio de la escuela, pero al parecer su amargura no le permite dejarme en paz.
—Señorita Stone— Me llamó en tono acusatorio.
—¿Si, profesor Fischer?—Si, el pobre tiene apellido de pescado.
—¿Me podría decir que es lo que tanto mira en el patio que es más importante que mi clase?—Dice mientras camina hasta qudar al lado de mi mesa. Todos en el salón nos miran, le gusta llamar la atención, me quiere dejar en ridículo, lo ama. Bien. ¿Le gusta la atención? Va a tener atención.
—Mire— Señalé los árboles del patio.—¿Ve esos árboles?—Los miró y luego me volvió a mirar. Lo tomé como un si.—Hay mucha tranquilidad hoy, ni una sola hoja se mueve, parece muy aburrido, ¿verdad?—Expliqué tranquila e hice una pausa para después proseguir—Pero aún así, es por mucho, más interesante que su clase.—Lo miré desafiante, superior. Todo el salón disimulaba la risa sorprendido, mientras el enfurecido rostro del señor Fischer se enrojecía a gran velocidad—
—Fuera de mi clase—
—¡Ohh, si al final hasta es comprensivo! Muchas gracias por su amabilidad—Me levanté de mi asiento con una enorme sonrisa.
—Voy a hablar seriamente con la directora.—
—Disculpe, pero no me interesan sus cosas personales con la directora.¡Que tenga buen día!—
¿Que, fue, eso?
No lo sé, pero ya me está tocando un poco las pelotas ese... señor. Se está empezando a pasar de la raya.
Tengo que hacer algo con él, haber si deja de joder un rato.Fui a mi casillero a buscar el libro de la próxima materia, para la cuál no faltaba mucho realmente, me senté por ahí hasta que acabó el turno y todos salieron para ir a sus próximas clases.
—Te pusiste creativa con lo de los árboles— Escuché detrás de mi. No, no, esa voz la conozco...—¿Me vas a ignorar? Me voy a poner triste.— Juraría que hizo un mohín fingiendo tristeza.
—¿Que quieres?— Le pregunté con fastidio.
—Vamos, se que puedes dar más. Nos podemos llevar bien. No te va a hacer daño.— Pidió y me giré hacia él—A menos que quieras claro— De nuevo juraría que estaba sonriendo.
—¿Sabes? Me lo estaba empezando a plantear hasta que dijiste eso último— Dije sin mentir, pues en realidad me lo había planteado. Empecé a caminar y me siguió, al fin y al cabo vamos a las mismas clases.
—Hoy a las cuatro en mi casa, te mando la dirección luego, tenemos mucho que hacer—
—¿Qué?—Frené en seco.
No...vallas
No no no, dije que no me iba a dejar afectar por eso, fue solo una pesadilla. Aunque la coincidencia es muy grande...
No, me estoy dejando llevar por el miedo y encontrando coincidencias, fue una pesadilla, nada real, y punto.
—¿Cómo que "que"?— Devolví mi atención al chico parado frente a mi.—No te hagas, sabes de qué te estoy hablando, aunque no lo quieras lo tienes que acep...—lo interrumpí.
—Si si como quieras, a las cuatro.— Accedí rápidamente antes de irme al salón, dejándolo parado detrás de mi un poco confundido.
Nota: Aquí estoy a las dos de la mañana estresada (bueno tres pero que más da) porque Wattpad, querido precioso y adorado, tiene sus ataques de dislexia y me cambió todos los guiones largos (—) del capítulo, por guines cortos (-). Acabo de pasar unos cuantos minutos volviendolos a cambiar uno por uno :D, guardé, salí y volví a entrar y adivinen...
Si adivinaron no?
En fin, que lo dejo así mismo, pero necesito que alguien me diga si a ustedes les aparecen los largos o los cortos, para saber si m@to a alguien o no :D[Editado el 30 de julio del 2023]
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Cubo de Rubik: La chica de ojos raros.
RomanceUna chica con Síndrome de Alejandría. Siendo como un fantasma para el mundo entero, exepto para él. ¿Que quiere de ella? ¿Debería confiar?¿Amigo o enemigo? Ven y descúbrelo... -Solo hay una cosa que me gusta más que los cubos de Rubik- Sonrió divert...