Ciara Stone
-Escucha, en serio no puedes ir, no es tan sencillo, además no sabes nada de este mundo, de cómo te tienes que comportar o tratar a la gente, que no debes decir. La gente aquí no está acostumbrada a escuchar de flores que se vuelven chicas, ¿sabes? No te pongas triste-
-¿Al menos vuelves rápido?- Sonó como una niña pequeña.
-En unas cuantas horas, saliendo de la Universidad vengo directo, lo prometo -
-Mhjm, vale. ¿Pero que hago mientras no estás?-
En ese momento se me ocurrió una gran idea.
-La televisión.-
-¿Ahh?- Preguntó la peli roja desconcertada.
-¿No quieres aprender de este mundo para poder salir afuera conmigo?-
-¡Sii!- Gritó emocionada.
-Pues ven- La arrastré al sillón frente al televisor, y le expliqué como funcionaba el control y los canales. Le expliqué brevemente lo mínimo, qué eran las noticias, y las novelas, etc. No quería desgracias, ya había visto muchas series como para saltarme el paso de explicarle que es todo actuado y están en un estudio.
-Recuerda que todas las novelas son actuadas, son falsas, pero viéndolas deberías aprender como funciona todo--¡Entendido! ¡Voy a ver mucha televisión y cuando vuelvas de la Universidad voy a saber mucho de tu mundo y podremos salir afuera juntas!- Dijo emocionada.
No sé cómo valla a salir esto.
Dije que era una gran idea, no que era buena.
Al menos eso debería mantenerla ocupada y sin salir hasta que yo vuelva, luego veré que hago.
Genial Ciara, tu vida cada día es más normal.
Ohh, calla.
•••
Luka Smith
-No llega. ¿Por qué no llega? Casi siempre llega temprano- Preguntó mi hermana menor impaciente a mi lado mientras miraba hacia la entrada de la escuela.
-¿Te puedes callar un rato? Eres realmente molesta- Respondí fastidiado.
-¡Ahí viene! ¡Ahí viene! - Empezó a dar brinquitos emocionada. Miré interesado hacia donde señalaba, Ciara venía caminando con su habitual aura que llamaba la atención, pero venía tan metida en sus propios pensamientos, que chocó con alguien y cayó.
Oh no.
De todas las personas del campus. ¿Tenía que chocar con el?
•••
Ciara Stone
Caí al suelo dándome un fuerte golpe que me trajo de nuevo por completo a la realidad. Pero ni siquiera tuve tiempo de reflexionar dónde había sido el golpe o de quejarme, pues sentí la mano de la persona con la que choqué agarrarme del brazo y levantarme bruscamente.
Todo sucedió tan rápido que todavía cuando mi cara estaba girada hacia un costado por el impacto fuerte y repentino, yo no sabía quién había sido el autor del golpe.
¡¿Y este loco de dónde salió?!
Si, me habían dado una cachetada
-¿Se ha vuelto loca?- Preguntó exaltado y reconocí la voz al instante.
Profesor Fischer, alias el ogro de matemáticas. Mucho tiempo había pasado sin molestar.
¿Será algo personal?
Iba a contestar, e iba a decirle sus cuatro verdades, pero...
—No, no. ¿Se ha vuelto loco usted acaso?— Se acercó rápidamente a donde estábamos.
Okey esa no fui yo, yo no tengo voz de chico.
—La vuelve a tocar y juro que lo mato— Amenazó sin pensar, lo que me sorprendió bastante.
Luka había contestado en mi lugar al profesor Fischer, quien se había puesto rojo de la furia de un momento a otro, mientras Luka lucía realmente intimidante.
-Señor Smith, esto es un asunto entre la señorita Stone y yo, no se meta- Intentó sacar a Luka del asunto hablando entre dientes.
-¿Que asunto? ¡¿El que usted la acaba de golpear?! Todos lo vieron.¿Y quiere que no me meta? Esto no es solo asunto suyo.- Se acercó un poco más, luciendo más grande.
-Ella me empujó, cometió una falta de respeto grave, merecía eso y más. Yo soy su profesor y me debe respeto, la voy a corregir como crea necesario...- La charla fue interrumpida abruptamente por Luka, quién perdió rápidamente los estribos.
- No me importa, si usted es el profesor, el director o el presidente. Ella no lo empujó, tropezó, y en todo caso usted no tiene el derecho de hacer lo que hizo- Había hablado un poco más alto que antes, pero entonces se acercó y habló solo para que el señor Fischer escuchara, aunque yo también escuché.
-No. La. Vuelva. A tocar. Porque juro que no respondo, y más le vale no ponerme a prueba- Amenazó abiertamente al señor, el cual permaneció totalmente quieto.
-Esto no se va a quedar aquí- Dijo cuando reaccionó. -¿Que miran? Vallan a clases- añadió dirigiéndose a los estudiantes, para luego irse.
-¡¿Estás bien?!¿Te duele?- Me preguntó rápidamente mientras se acercaba. - Déjame ver eso- añadió al ver que yo no respondía.
Yo todavía estaba un poco en shock por todo cuando terminó de acercarse a mi y tomó delicadamente mi mentón con una mano. Observó un momento mi mejilla, que ahora me daba cuenta que ardía bastante, y lo ví tensar la mandíbula.
-Desgraciado...- Susurró para si mismo -No parece muy grave, pero dejó marca, vamos a la enfermería a ponerte una pomada o algo. ¿Te parece?- Preguntó suavemente, aunque en las primeras palabras se le notaba el enojo.
-Mjhm, vale - Respondí en tono bajo, todavía un poco fuera de mi.
- Ame, coge su mochila y espéranos aquí- Hasta el momento no me había percatado de la tercera persona presente, una chica alta, morena, y de cabello largo rizado lucía preocupada, acató la orden de Luka y recogió mi mochila.
-Es mi hermana, luego te la presento, vamos- Me agarró de la mano y me guío hasta la enfermería.
Esta vez de verdad.
Al llegar, como era entendible estaba vacía, pues era bastante temprano todavía, y la enfermera solía llegar pasadas las ocho.
—Siéntate ahí— Me señaló la camilla que se encontraba pegada a la pared.
—Yo mismo te la voy a poner— Buscó entre los medicamentos y tomó un pequeño tubo de una crema para luego acercarse a mi.
—Gira un poco la cabeza, quizá te duela un poco, pero tranquila—
Hice lo que me pidió, y comenzó a aplicar la crema de manera muy delicada. Mientras tanto, yo empecé a procesar todo lo que había pasado, en cuestión de minutos.
Está muy cerca.
Cállate, no es el tema.
Está siendo muy lindo y atento.
Cállate.
Tienes que aceptarlo. Te parece lindo que haya hecho todo esto por ti. Te defendió en incluso amenazó al ogro, te trajo hasta aquí y te curó el mismo. ¿No es lindo?
Bueno... si... ¿No te dije que te callaras?
Solo míralo, que concentrado.
¿Tu no escuchas? Que no...
—¿Qué?— Soltó una carcajada divertida en mi cara, sus ojos brillaban.
—¿Te sonrojaste?—
¡¿Que?!
Ja. Te lo dije. Te parece lindo.
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Cubo de Rubik: La chica de ojos raros.
RomansUna chica con Síndrome de Alejandría. Siendo como un fantasma para el mundo entero, exepto para él. ¿Que quiere de ella? ¿Debería confiar?¿Amigo o enemigo? Ven y descúbrelo... -Solo hay una cosa que me gusta más que los cubos de Rubik- Sonrió divert...