CAPITULO 7

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Observé a mi alrededor, conocía un poco de los pasillos del hospital pero nunca antes sabía en que área se encontraba Darien.
Sabía perfectamente que estaba en su turno de trabajo y que estaba a nada de finalizar, así que he decidido venir e invitarlo a comer.
Eso era lo que una pareja hacía ¿No?

Miré a mi Alrededor y me percaté de una doctora, era alta y hermosa a simple vista. Seguramente ella podría darme la información que necesitaba.

-Hola, disculpe.

Ella se giró hacia mi, al principio alzó una ceja para después formar una sonrisa de boca Cerrada.

-¿En qué puedo ayudarte?

-Oh, bueno, yo solo quería saber en que piso se encuentra Darien Chiba.

-¿Tienes una cita programada con él?

-No.

-Entonces no lo puedes ver si no tienes una cita programada. -dicho eso me dio la espalda y continuo observando su carpeta.

Me molestó un poco su actitud pero a la vez la comprendí.
Suspiré dándo media vuelta y encontrar a alguien que sea más amable pero por fortuna Amy apareció y me sonrió en cuanto me vio.

-Me alegro de verte, hace mucho que no te veía -me abrazó-. ¿Vienes por Darien?

Asentí.

-Si, ¿Sabes en donde se encuentra?

-Ujum, ha ido por sus cosas a la taquilla, su turno a terminado así que no debe de tardar en pasar por aquí.

Le agradecí por la información requerida. La otra mujer no se movió ni un solo centímetro de su lugar además sentía su mirada encima de mí.

-¿Tú qué eres de él? -preguntó con firmeza.

-Eso no es de tu interés -Amy respondió por mi-. Es poco profesional hacer ese tipo de preguntas.

-Solo es curiosidad por saber qué otra relación tendría Darien con su cuñada.

-Ex cuñada -corregí-. Y debo admitir que interesarse en la vida privada de alguien es descortés.

Sin más que decir, aquella mujer puso los ojos en blanco y se marchó de aquí. Dios bendiga a todo paciente que atiende.

-Es cansado tener que tolerar su actitud -Amy suspiró-. Créeme, a todos aquí ya nos tiene artos de su arrogancia. Piensa que es la mejor pero ni eso es, además sueña despierta creyendo que Darien al fin le hará caso.

-¿Qué?

-Oh, si. Beryl ha estado enamorada de Darien desde hace años pero claro que él sólo pensaba en una sola mujer -me dio un ligero codazo en mi brazo-. Por cierto ¿como van? Darien parece más feliz cuando llega.

-Bueno, vamos bien.

Literalmente bien. Nos hemos tomado las cosas con calma, no había ningún tipo de prisa a pesar que algunos besos dejaban el claro lo que ambos deseábamos pero siempre nos frenamos, además al recordar la frase en aquella cena de acción de gracias. La frase que me desconcertó pero a la vez se llenó de deseo en mi interior.
Desear embarazarme de nuevo. Claro que lo deseaba pero aún no estaba segura que si lo intentaba no podría lograrse, era arriesgar demasiado.
Casi se cumplía un año desde mi último aborto.

Una puerta se abrió, Darien caminó por el pasillo y clavó su mirada en mi e inmediatamente sonrió.

-Hola -Lo saludé.

-Hola nena -Me tomó de la cintura y me dio un beso que me hizo suspirar-. ¿Me has extrañado?

Extasiada por el beso asentí y lo Miré como una niña pequeña observando a su juguete favorito.

Quédate Conmigo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora