11| Tivydian:

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La puerta de las celdas se abre mientras siento las agujas del collar de cuero encantado, perforando mi cuello hasta conectarse con el músculo mientras me inyectaba un suero púrpura cada hora para ralentizarme y debilitarme

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La puerta de las celdas se abre mientras siento las agujas del collar de cuero encantado, perforando mi cuello hasta conectarse con el músculo mientras me inyectaba un suero púrpura cada hora para ralentizarme y debilitarme. Las puntas de mis pies están siendo arrastradas por el suelo, raspando la piel desnuda de mi tobillo mientras me cargaban por mi antebrazos.

Cobardes, absolutos cobardes pero aún asi admiro su inteligencia diminuta al ponerme en ese miserable estado de vulnerabilidad durante el traslado de las celdas a las arenas. Solo desearía que fueran un poco más rápidos, incluso con los efectos adormecedores de las drogas, no me quitan la sensación de calambre en mis tobillos arqueados.

He estado en esta posición durante tanto tiempo que ahora estoy bastante seguro de que estoy cualificado para ser bailarín de ballet.

Miré a mi alrededor ignorando la mezcla de orina, vómito, sudor, sangre, azufre, cualquier tipo de olor cargado que rodeaba a lo largo del pasillo que se encontraba debajo de la arena de batalla parecido más a una jaula. El lugar donde había estado luchando durante innumerables horas como una forma de hacer el tiempo infinito para mi injustificable encarcelamiento beneficioso para estas escorias. Combatiendo contra cualquier cosa que empujaban en las arenas mientras desintoxicaba los fuertes sedantes que recorrían por mis venas antes de que me engullen las cosas a las que me he enfrentado.

Aun así, no podrán tocar ni un solo pelo, sigo siendo más ágil que ellos y veloz. Los sedantes no son suficientes para derribarme, pero la cantidad excesiva que usan logra colocarme en un estado de somnolencia, lo cual logra traer cierta dificultad para mantenerme consciente.

Mi visión es borrosa y todas las fuentes de luz tienen un rayo centelleante que sale de ellas, ya que también veo estrellas en una variedad de formas. Apenas puedo sentir las vibraciones a mi alrededor o también identificarlas. Mis papilas gustativas todavía tienen el sabor astringente de la mezcla de cobre y otros malos olores. Todos se aferran a mis papilas gustativas como si una fina cuerda de sabor se envolviera alrededor de cada uno de ellos, negándose a irse sin importar cuánto escupa.

Dos tipos aficionados me están sujetando de las axilas mientras que dos más están parados frente a mí. Uno sostiene un control remoto que aprieta el collar, innecesariamente por cierto, el encantamiento ya lo hace cada vez que trato de quitármelo.

Me he quedado sin aliento tras la última pelea, he tenido un total de 6 peleas corridas sin que me den un simple descanso. Terminaba una y ya comenzaba con otra que me tomaba desprevenido. La pesadez de cada respiración que tomo causando que mis pulmones sintieran que están a fuego. Mis músculos tensos se sienten desgastados al igual que la tensión sobre mis hombros se intensifica por cada batalla que tenía causando que mi oídos zumbarán. Mi corazón llevaba un ritmo lento pero a la vez pesado que se profundizaba con cada latido causando que me doliera el pecho cálido. Incluso pensar se siente como un fuego furioso que se extiende a través de mis sistemas nerviosos.

Paraísos OscurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora