Vanadey es una joven que viaja a una nueva dimensión para escapar de su realidad traumática. Sin estar al tanto de las circunstancias petrificantes que se desatarán sobre ella en el momento en que dé un paso hacia el nuevo mundo. Cuanto más se expl...
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-Dimensión de la sombra: Rhagnal
La Mansión Whitlock -
Punto de vista en tercera persona:
Un portal se abrió en medio de la habitación mientras los zarcillos sombríos seguían balanceándose desde la amplia abertura, tintineaba mientras escupía lentamente un cuerpo con la ropa rasgada. La figura rodó por el suelo soltando un gruñido áspero. Rodeando ambos brazos sobre su abdomen y torso, aferrándose a la herida casi curada en su pecho mientras. Su mirada perdida estaba fijada sobre el techo mientras se sumergía en sus pensamientos. Aún seguían sintiendo la oleada de ira invadiendo sus sentidos, pecho se comprimía por su respiración aun agitada, sus pulmones se sentían que ardían al igual que se desgarraban por cada aliento pesado que trataba de tomar.
Sumergiendo sus delgados dedos en su cabello para peinar los rebeldes mechones manchados de sangre que cubren sus ojos disímiles. Ahogando el gruñido feroz entre dientes al sentir sus uña arrancada y astillada ardieran ante el simple tacto de los mechones que raspaba sus heridas abiertas. Abrumados por la ira, se acostó sobre la madera áspera, relajándose con el toque helado del piso mientras llenaba sus pulmones de aire tratando de calmar la ira que escaldaba sus células. Manteniendo sus ojos en el techo con bóvedas de crucería. Mantuvo la mente distraída, admirando la maravillosa arquitectura gótica familiar mientras su intensa batalla se repetía en un lapso agravante dentro de sus cabezas, martillando sus pensamientos, levantando las intensas emociones ardientes que se elevan con el paso del tiempo que sus recuerdos continuaban reproduciendo en su psique.
La ira era fuego mientras los pensamientos le servían de combustible.
Sus pensamientos fueron interrumpidos una vez que tres figuras familiares aparecieron a su vista. Simplemente la razón de su invasión desesperada en su hogar sin el conocimiento de sus padres. Las tres figuras se mantenían en un silencio abrumador, observando, analizando sus aspectos, sumidos en sus pensamientos mientras los tres inspeccionaban cada parte de su físico. Tres personas de aspecto idéntico con algunos "ajustes". Los tres tenían mayores similitudes entre sí, como, por ejemplo, tienen ojos almendrados, pero con la diferencia de que dos de ellos tienen ojos de color rojo carmesí y uno los tiene azul celeste. Los tres tiene los mismos labios carnosos con el arco de cupido puntiagudo color rosados. Las mismas características triangulares afiladas en su rostro, rasgos faciales marcados, el mismo cabello liso y sedoso, nariz puntiaguda y acampanada. Tienen tez de piel de oliva impecable.
Pero solo porque tienen muchas similitudes, son trillizos, es obvio que las tendrían. Pero aun así tomaron la decisión de hacer ajustes en sus apariencias para que puedan distinguirse.
Shabriri Whitlock, primogénita de la familia Whitlock. Ella utilizaba un vestido largo de encaje negro con un corsé con forro plateado y rubíes descansando en el centro. La parte superior de su vestido, sobre su delgado cuello y hombros, descansaba sobre un bolero de terciopelo rojo y negro con cadenas plateadas colgando de su pecho. Su hombro está cubierto con capas de malla y cuero sobre sus omoplatos. Su cuello con volantes estaba hecho de encaje negro, dejando al descubierto los símbolos tintados que cubrían los lados de su cuello hasta recorrer por sus brazos que descansaban en la parte baja de su espalda mientras miraba sobre la figura andrajosa que yacía en el suelo. Brazos que estaban cubiertos de escamas que eran ligeramente más oscuras que su piel natural. La parte inferior de su vestido estaba dividida en tres secciones dejando al descubierto sus piernas cruzadas, mostrando más escamas a cada lado de sus piernas. Los impecables mechones de su cabello sedoso y blanco como la nieve. Los mechones caían por el centro de su espalda y sobre sus muñecas, donde estaban decorados con un guante hecho de plata y rubí, tenía cadenas que cubrían sus dedos como anillos hasta formar garras en las puntas de sus dígitos. Se lamió los labios de color carmesí brillante donde se movía alrededor de una pequeña perforación en el centro de su labio inferior, mientras que las comisuras de sus labios se estrecharon en una sonrisa macabra.
