- andá a llamar a los médicos - me indicó mi mamá al ver por el vidrio que Juan Manuel se había despertado
Las horas pasaron super lento, pero por fin amaneció y mi hermano se despertó, indicando que esta vez los médicos se equivocaron.
- según los análisis el paciente ya está fuera de riesgo, si sigue mejorando hoy podría volver a casa - dijo el doctor
Un par de sonrisas florecieron en mi cara y en la de mi mamá.
- igualmente recomendaría que lo lleven a un centro de rehabilitación, después de esto va a tener mucha menos tolerancia a la droga y mas posibilidades de morir si vuelve a recaer en una sobredosis - siguió hablando el doctor
- usted puede recomendarnos alguno? - preguntó mi mamá
- si obvio, desde acá podemos hacer el traslado si ustedes quieren - respondió
- y cuanto tiempo debería estar ahí? - me sume a la conversación - porque Juan Manuel nos va a odiar
- eso va a depender de como avance el, yo creo que un enojo se puede arreglar, una muerte no - sonó muy brusca su respuesta o me parece a mi?
- tiene razón - mi mamá dirigiéndose hacia mi - prepare el traslado - ahora dirigiendose al doctor
- dale - asciente y se va
- va a ser lo mejor - acariciandome el brazo
- ya se - asentí poco convencida
Su respuesta fue una sonrisa dulce y un beso en la frente, yo le devolví la sonrisa.
- voy al baño - aviso Ileana para después irse
No creo que los médicos me dejen, pero necesito entrar a hablar con mi hermano.
- larga la siesta - dijo Juan Manuel apenas me vio entrar
Ambos nos reímos. Me senté en la silla de al lado de su camilla.
- sabes que no vas a volver a casa no? - solté después de que lo hayamos dicho con las miradas
- lo supuse - larga en un suspiro - mamá como está?
- bien, ella siempre confía en que podemos mejorar
- es que podemos - dijo apenas terminé de hablar
- podemos? - desconfíe
El sonrió y me dio la mano.
- yo se que a estas alturas se te hace difícil confiar en mi, pero yo una vez te prometí que no te iba a dejar sola, hoy te lo prometo devuelta
Sonreí al escuchar sus palabras.
- te prometo que me voy a mejorar y cuando salga te voy a ayudar a que mejores vos, y vamos a salir adelante, los tres - siguió acariciando mi mano
Asentí mientras hacía fuerza para no llorar, aunque unas lágrimas cayeron igual.
- te amo - es lo único que pude decirle
- yo mas - respondió con algunas lágrimas en sus ojos
El abrazo que nos dimos después de esas palabras me hizo llorar mas todavía, hacía mucho no nos abrazabamos y hacía mucho no sentía tanta paz en un abrazo.
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DESAFIANDO AL DESTINO
Ficção AdolescenteElla un poco apagada y el muy empeñado en devolverle la luz, se enamoran para demostrar que con la compañía indicada si se puede desafiar al destino - Maria Becerra y J. Rei