CAPITULO 5

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Cuando entré a la habitación en donde estaba Juan Manuel se me pasaron por la cabeza millones de cosas, me acordé de la ultima vez que vi a mi hermana con vida, estaba igual, en una camilla, con una maquina ayudandola a respirar, la diferencia es que ella tenía un par de heridas, el estaba intacto

Quise abrazarlo y pedirle perdón, pero también quise gritarle y putearlo, ninguna de las opciones me salió, solo lloré mirandolo fijo sentada en la silla que estaba al lado de la camilla donde el se encontaba.

No lo culpo, si yo tendría el valor de probar alguna de esas sustancias lo haría y me ahogaría en ellas para dejar se sentirme un trapo de piso todos los días, no lo culpo, porque al fin y al cabo ambos lastimamos a mi vieja, porque tendríamos que ser fuertes para que no se caiga, pero somos uno peor que el otro, lo culpo, porque un día, hace un par de meses, me prometió en un abrazo que no me iba a dejar sola y hoy me siento mas sola que nunca.

De un momento al otro, antes de que pueda salir una palabra de mi boca, las maquinas empezaron a soltar un pitido que no me gustaba para nada, los médicos no tardaron en entrar, dos enfermeras me quisieron sacar de la habitación.





- q-que le pasa? - pregunté sin dejar de mirarlo mientras las mujeres intentaban llevarme - sueltenme no me quiero ir - forzandome a sus agarres





No pude lograr nada, solo quedar afuera de la habitación mirando desde el vidrio como intentaban reanimarlo.





- porfavor no, porfavor - susurre cerrando los ojos con fuerza





Había una parte de mi que sentía que el iba a estar bien, había un par de personas que desde arriba se iban a encargar de eso, pero otra parte de mi, estaba viendo como las descargas en su pecho no funcionaban.





- porfavor - susurre por última vez como si mi viejo me estaría escuchando





Cuando abrí los ojos los médicos salían de la habitación, sus caras eran como de poker, no podía deducir lo que me iban a decir.






- está bien por ahora, pero no creemos que pase la noche - soltó uno de ellos






Maldije escuchar esas palabras devuelta, esas palabras que se te clavan en el pecho como un puñal y tenes esa esperanza de que si pase la noche, pero sabes que los médicos pocas veces se equivocan.

Me dejé caer en una de las sillas de la sala de espera, mi mamá me mandó un mensaje que se iba a bañar y volvía, ella piensa que el esta bien, de donde carajo saco las palabras para decirle que las cosas no son así.






- y? como está? - preguntó mi mamá cuando volvió





Suspiré, no sabía que decirle.





- nose - fue lo único que me salió





Ella se sentó al lado mio y me abrazo por los hombros, yo apoyé mi cabeza en su hombro y traté de tranquilizarme con sus mimos en el pelo.

Sin notarlo me quedé dormida y cuando me desperté ya habian pasado varias horas, mi mamá seguía acariciandome el pelo, sentada mirando hacia adentro de la habitación, siento que estoy viviendo en mis recuerdos, como que mi vida se está repitiendo, solo espero que mi hermano esta vez pueda desafiar al destino.






- mi amor, te despertaste - dijo con una leve sonrisa cuando noto que yo también estaba mirando para adentro de la habitación

- va a estar bien? - le pregunté con la ilusión de una nena de 10 años, que confía plenamente en la palabra de sus padres

- si, obvio que va a estar bien - respondió para despues darme un beso en la frente

- me voy a buscar un café, queres? - parandome

- dale






Bajé las escaleras y al llegar a la planta baja vi a lo lejos a Julian, quien todavía me esperaba después de horas, me acerqué y noté que estaba dormido.






- ei - moviendo un poco su hombro






Se sobresaltó al escuchar mi voz.






- perdón me dormí - acomodandose en la silla






No pude evitar sonreir, me dio ternura la situación.






- que haces acá todavia?

- te dije que te iba a esperar - parandose






Ahora me dio mas ternura todavia, le volví a sonreir.






- como esta tu hermano? - preguntó

- mal - solté en un suspiro - los medicos me dijeron que seguro no pasa la noche, nose como decirle a mi vieja

- no sabe? - preguntó sorprendido






Negué con la cabeza mirando al piso.






- queres que te acompañe a decirle?






Levanté mi mirada para mirarlo, no me esperaba que sea tan bueno conmigo.






- por que haces todo esto por mi? - pregunté desconfiada

- no hice nada

- me esperaste horas Julian, nisiquiera baje porque obvie que te habias ido

- te dije que te iba a esperar acá, por que me iría?






Me quedé mirandolo, creo que es lo mas tierno que alguien hizo por mi en mi vida.






- gracias - solté acompañado de una sonrisa con boca cerrada - podes ir yendo igual

- si me compras un cafecito aguanto unas horas mas eh






Ambos nos reimos, como puede ser que me saque una sonrisa en un momento así. El ruido de su celular interrumpio nuestras miradas.






- mi viejo sale y me pidió que vaya a cuidar a mi hermana - dijo después de cortar la llamada

- anda tranquilo, en serio no pasa nada - acariciando su brazo, el me sonrió

- vas a ver que tu hermano va a estar bien - intenta tranquilizarme





Asentí con una sonrisa y el me la devolvió, me dio un beso en el cachete y se dio vuelta para irse, cuando hizo unos pasos lo interrumpí.






- Julian - dije para que el frene a mirarme - gracias






El me guiñó el ojo, se dio vuelta y siguió caminando, instantaneamente supe que todo este tiempo había juzgado a una persona sin conocerla en lo absoluto.






- se despertó - dijo mi mamá apenas volví con los cafés





Su sonrisa me lleno el alma.






- en serio? - pregunté con otra sonrisa

- si - respondió ilusionada





Después de un abrazo nos sentamos a tomar nuestro café, los médicos todavía no nos dejaban pasar, pero que se haya despertado hacía la espera mucho menos dolorosa.

DESAFIANDO AL DESTINODonde viven las historias. Descúbrelo ahora