Desafío a la Muerte

Capítulo 2

"Complicaciones"

Una semana después de aquella infructífera cena, mientras trabaja, Lisa recibe la llamada de una amiga. Se trata de la doctora Ana, quien le insiste en encontrarse con ella ese mismo día.

Es así como a las siete de la noche ambas se encuentran en un café-restaurante. Eran buenas amigas pero desde hace mucho que no se veían ni llamaban la una a la otra. La profesión de Ana como especialista en traumatología la mantenía muy ocupada la mayor parte del tiempo.

Cuándo ambas amigas se ven, emocionadas se dan un abrazo:

- ¡Lisa! Cuanto tiempo sin verte amiga.

- Hace mucho Ana.

- ¿Cuándo fue la última vez?... Creo que fue en... ¡La farmacia!

- La verdad que hace años no trabajo ahí.

- Siéntate tenemos mucho de que conversar.

Se sientan y Ana pregunta:

- ¿Vamos a pedir algo primero?

- Si por supuesto.

Contesta Lisa. Después de que Ana llama al mesero, este hace su orden y se retira de la mesa. Lisa jocosamente le pregunta a su amiga:

- ¿De qué es lo que tanto quieres hablarme?

Entonces percibe como la alegría en el rostro de Ana desaparece por completo:

- Sé que tienes cáncer Lisa... y que hace dos semanas debiste empezar con la quimioterapia y no has ido a una sola sección.

Lisa con cierto tono de ironía le comenta:

- Ya veo que la confidencialidad de las consultas, se la suda al doctor Nolan cuando habla con sus colegas.

- ¡Nolan es mi marido Lisa!

Lisa se siente apenada y baja un poco la tensión de la conversación:

- Wow... En hora buena, no sabía que estabas casada.

- No me iba a quedar toda la vida soltera. Ya tenemos tres niños de hecho.

Lisa se sorprende e inquietada pregunta:

- ¿Todos varones?

- Si... Esperaba que el tercero fuera la hembra pero me quedé con las ganas... Lisa espera, estamos aquí para hablar de tí, luego te cuento de mi familia.

- Tengo cáncer... No hay mucho más que decir.

- Tienes cáncer y no te lo estas tratando. ¿Sabes que tines una oportunidad? Y cada dia que pasa se aleja más si no tomas medidas... Las celulas cancerígenas pueden mutar y llegará el momento en que no respondan a los medicamentos.

- Lo sé. No tienes que decírmelo.

- Lo sabes pero no estas consciente del peligro que tiene si no vas a la quimioterapia... Lisa <toma sus manos> te quiero ayudar.