Capítulo 3

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Las verdades de Lisa”

Transcurren algunos días desde la llegada de Lisa a la casa y esta sobre todo luego de llegar el resto de sus pertenecías, va acomodando el inmueble a su antojo y confort. El fresco aroma de su fragancia empieza a invadir el hogar, dándole su toque femenino a un lugar que por años no vio pasar a una mujer.

Después de hablarlo con Frank, dejó su trabajo de cuidadora para buscar algo más cercano y que le demandara menos tiempo. En ese lapsus en el que ella busca empleo, él paga todos sus gastos personales y las facturas del hogar que anteriormente habían acordado dividir.

Aunque Lisa sí quería trabajar, se estaba acostumbrando poco a poco a la idea de ser mantenida por su exmarido; si en fin de cuentas, él ganaba el suficiente dinero como para hacerlo, según ella.

Pero sus días sabáticos acabaron la tarde en que su compañero llega con una sorpresa a casa:

— Hola.

Con una sonrisa de oreja a oreja Frank la saluda y ella curiosa le pregunta:

— Hola… ¿Se pude saber qué es lo que te hace tan feliz? ¿Será un aumento?

— Una noticia mejor que esa y es para ti.

Lisa percibe que trae algo escondido en la mano derecha detrás de su espalda y entusiasmada lo interroga mientras se le acerca:

— ¿Será eso llevas ahí detrás?… Déjame verlo.

Frank sin parar de sonreír le responde con un no. Ella se abalanza sobre él, tratando de quitarle aquello que con picardía  escondía. Cuando por fin lo consigue, la expresión de su rostro cambió de la alegría al rechazo:

— Era esto por lo que tanto lío armaste ¿Un muñeco cabezón?

— Es un funko… Y es un personaje de nuestra película favorita.

— No sé… hace años que no vea la Sirenita.

— Es Aquaman…

— A-ahh cierto… la vimos juntos, la recuerdo.

— Esperaba que te gustara pero de todas formas, esa… no es la sorpresa.

— Oh entonces… ¿Cuál es?

Pregunta ella carialegre otra vez, él señalando el regalo le contesta:

— Lee lo que dice en la parte de abajo de la caja.

Ella mira la parte de abajo de la cajita del funko y ve que trae escrito con marcador: “Empiezas mañana”. Sin poder comprender a que se refería le pregunta:

— ¿Qué es lo que empieza mañana?

— ¡Empiezas a trabajar en la Pop Store del centro!… Hablé con el gerente, tenía una chica joven de vendedora pero salió embaraza y le hace falta un remplazo… Es un trabajo genial, te va encantar.

— ¿Puedo saber por qué carajos no hablaste conmigo antes de tomar esa decisión?

— Vamos Lisa… quieres un trabajo, encontré una buena oportunidad para ti. ¡No la podía dejar pasar!

Desafío a la Muerte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora