Lo lamento. Lamento no ser tan buena como siempre creí ser. Siento ser lo que una sociedad misógina y patriarcal apoda como ZORRA. Si hubiera sabido de antemano que él te atraía, aunque no fuera algo sentimental, no me hubiera enrollado con esté. Pero una vez paso todo, tú viniste a mi entre luces baratas de colores y me lo contaste, ahí fue donde caí en pena. No se si era el alcohol que llevaba conmigo en la sangre, los problemas de mi vida acumulados unos detrás de otros o el hecho de que tú significabas para mí más de lo que creí.
Así fue como acabamos a mitad de la noche nosotras dos y mi amiga en un callejón. Tú me decías que no pasaba nada, yo lloraba porque en el fondo te entendía, entendía que todo era una puta mierda y que tenías que fingir despreocupación para hacerme sentir mejor, a pesar de que tus gestos decían lo contrario. Tus mensajes del día siguiente también eran hechos de platico, pues se veía el dolor o el miedo. Yo pensaba que era yo misma la mala de la historia, tú pensabas que eras tú y la gente, bueno ellos opinarían dependiendo de su perspectiva. Pero en si no había malos en este relato, solo una confusión, pero la sociedad te presiona para sentirte culpable, yo lloraba no por ti sino por el aprecio que sentía hacia ti y el miedo de dañarte, tu me consolabas a saber porque pero lo hacías.
Si ellos tenían que criticar, que lo hicieran, yo me encargaría de hacerles ver que no había bandos o drama, solo confusión.
Nunca fui experta en salir de fiesta, lo hacía pocas veces, diría que una vez cada 2 meses aproximadamente. Pero siempre que lo hacia me embriagaba al borde de ser un desastre, yo odio esa versión de mi misma, me siento como la villana y mis ganas de llorar se debilitan. Como tú dijiste, no te conozco mucho, es verdad que tú a mi tampoco, pero no somos culpables, cada uno finge ser social a su modo. Finge conocer bien a aquellos que están presentes en su día a día. Fingimos ser felices. O por lo menos me pasa a mi.
Por mi parte yo finjo no ser una decepción. Finjo no ser un desastre. Finjo que no soy insegura cada vez que me levanto y camino lejos de mi lugar seguro, mi habitación. Finjo que no me duele oír las letras de canciones con las que enrealidad, en la oscuridad estaría llorando. Finjo que no me doy cuenta cuando me manipulan o incluso que no me duele el resultado de cada acción que elijo. Pues si demostrara mis verdaderos sentimiento, la gente se daría cuenta, se darían cuenta de que no soy más que una bebe llorica. Una niña adulta encerrada en el cuerpo de una adolescente. Una chica que quiso ser amada de miles y millones de formas distintas, pero no consiguió que ninguna de esas formas pasara de ser sueño a realidad.
Lo que este microrrelato comenzó siendo una carta de disculpa hacia ti sobre mis acciones, parece ser que llego a tomar un rumbo más profundo. Como de diario. Tal vez siempre supe que escribir, bailar y oír musica en la noche fueron mis únicos momentos de realidad, los únicos momentos en los cuales ''yo'', me sentía de verdad, no de papel y tinta como solía sentirme siempre. En estos momentos donde la gente dormía, yo me sentía de carne y hueso, no de aire, no de arcilla, no de espumilla.
Al día siguiente hablamos y eso dio paso a mi insomnio, no podía dormir sabiendo que yo misma era la culpable de algo conocido como drama. ¿Por qué habia llorado en un callejón?, si hubiera sabido que eso te podía haber echo la villana, me debería de haber reprimido las lagrimas. ¿Por que debía de haber bebido alcohol?, si hubiera aprendido de lecciones anteriores nada hubiera ocurrido.
La próxima vez, me disfrazare de fantasma. Intentara pasar desapercibida hasta por mi misma, procurare no tocar ninguna herida. Normalmente te diría lo que me digo a mi en mi acto de soledad. El típico, ''soy una fracasada, lamento ser así, si estuviera muerta seguro que la gente seria más feliz.'', pero cuando tus pensamientos se los cuentas a otros, solo parece un acumulo de palabras en forma del papel de victima. Solo parece una bola de falsedad con el fin de encontrar perdón. Yo no quiero sonar así, yo quiero ser sincera. Asimilar culpas. Así pues te pido que la próxima vez que nos veamos, si deveras te sientes herida, pégame un puñetazo en la cara, dejame morir perdida. Dejame perderme en mis pensamientos, dejame sumirme en lo que otros olvidan. Porque yo me doy por vencida, al fin y al cabo no se si podre seguir más en esta vida.
Y tú, lector invisible, aquel que nunca llego a ver, leer o conocer este libro. Seamos sinceros, esta carta jamás le llego a aquella persona a la que iba dirigida. Solo acabo en la nube esperando ser perdida entre otras cosas, pues yo no quería ser una persona definida y esperare a que algún día, alguien me sea de guía desde la oscuridad donde me oculto hasta la verdad prohibida.
Porque al final de todo, mi vida no es interesante.
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⁰⁶ 𝐌𝐈 𝐕𝐈𝐃𝐀 𝐍𝐎 𝐄𝐒 𝐈𝐍𝐓𝐄𝐑𝐄𝐒𝐀𝐍𝐓𝐄.
RandomEste libro es un conjunto de poemas, microrrelatos o directamente paginas de diario creado por mi misma. Es una mezcla de emociones tanto como de percepciones hacia la vida, que han sido creadas mediante un método de frustración con el fin de sentir...