¹⁴ FELIZ 17 INFELICES AÑOS.

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2 de Febrero del 2023

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2 de Febrero del 2023

Aquello que escribimos aunque sean 3 palabras en el anonimato, lo hacemos para huir de la realidad protegidos por una ficción que se siente cómo lo que muchos denominan 'hogar'. Porque al fin y al cabo, ¿Qué somos los humanos?, sin más que simples mortales de carne y hueso esperando a vivir de una forma alejada de nuestra realidad.

¿Conoces ese sentimiento de nostalgia, vacío o tristeza, que se siente al escuchar música con aura azul todas las noches?. Es una sensación de calma, de estar al borde del llanto o la falsa risa. Una sensación que te nubla los sentidos y te hace dudar de tus propias emociones. Por desgracia yo llevaba mucho tiempo conociéndola y se sentía cómo el diario de un personaje al borde del suicidio, lejano de la vida. Todas las noches miraba con eterno dolor el interior de mi mente. Analizando mis más profundos y trascendentes pensamientos. Se acercaba el final de la fecha de mi 17 cumpleaños. Creo que fue el primer cumpleaños en el que no sentía nada. Siempre lloraba en está fecha, pero está vez era una especie de llanto agotador y a su vez un calmante. ¿Se sentía así saber que una misma no se sentía lo suficientemente humana cómo para ser amada por los demás?. ¿Estaba trastornada o solo me sentía abandonada?. Esté cumpleaños se sentía una vez más una fecha de vencimiento ante la energía positiva.

Si encendía aquel mechero rosa, del chino, localizado en la segunda balda de mi estantería y me lo colocaba entre las piernas, ¿mi sufrimiento mental pararía?. Siempre lo ponía en práctica, pero nunca llegaba a una tesis 100 por ciento verificable. ¿Acaso no era capaz de sentir ninguna especie de emoción pura?. De aquellas que no eran controladas ni por mi parte racional ni por la irracional. Aquellas que no se rigen más que por una triste y simple acción.

La soledad y yo nos habíamos convertido en la compañía perfecta. Cada año que me acercaba a la muerte, me sentía más sola, vacía e inútil. ¿Siempre viviría con está filosofía implantada en el interior de mi cabeza?. ¿O encontraría una sombra que me guiase fuera de mi oscuridad?. No pude sentirme menos querida que cuando me levanté y solo 4 personas me habían deseado un feliz cumpleaños. Si que es verdad que con el paso de los minutos del día más gente se sumó, pero en mi propio ser me preguntaba. ¿Solo 3 personas serían capaces de perder su sueño por mi?. Tantas noches en vela perdí yo por una gran variedad y solo 3 me harían una calidad bienvenida al lado del insomnio.

Flores, un libro de poesía y una carta, eso es lo que había pedido en mi deseo cuando sople aquella triste vela blanca que tenía por casualidad en mi habitación. Muestra cómo el reloj avanza y mi mente se sumerge en el existencialismo. Tal vez también quería un abrazo o una foto, una foto donde mi sonrisa y mis lágrimas fueran perfectas y amadas.

Soñar.

Algo que hacía constantemente para huir de mi vida. No es que fuera mala, sino que mis expectativas eran superiores a los hechos y eso me causaba un agujero en el pecho. ¿Viviría toda mi vida así?. En Guerra y pesimismo. Esperando a que la luz me sanara de algo desconocido a lo que yo llamaba abismo. Por más que quisiera llorar, me negaba ridiculizarme en esa forma de expresión, ya había llorado leyendo a un autor que describe su vida tan cruda cómo sus palabras. Un autor que reflejaba algo que yo tenía siempre en mi mente pero que no podía describir con precisión. Tal vez era esa fobia a la expresión de mi visión, ya que la gente solía rechazarla porque no era adecuada para la suya.

Dolor, sangre seca y peste seguía en el interior de mi boca.

Estaba sedienta por publicar mis palabras, pero el miedo me encarcela entre las cuatro paredes conocidas cómo; paranoias, inseguridades, prejuicios y silencio. Está última parecía mi acompañante más natural. Siempre estaba presente. Cuando había ruido en el exterior. mi cabeza se inundaba de silencio. Pero si pasaba el caso contrario era peor, cuando está se llenaba de ideas mi mirada causaba temor en las personas y eso me hacía querer llorar.

¿Acaso era un monstruo? ¿Un engendro?, ¿un mono de circo?, ¿Por qué nunca se tenía en cuenta mi silencio? ¿Por qué lo comparaban con el suyo?, si ni nuestras definiciones coinciden.

Para ellos el silencio era la ausencia de sonido, la típica definición de la RAE, en cambio para mí era la ausencia de presencia, la falta de palabras y dibujos, la presencia de suspiros eternos. Eran tantas cosas, cómo el escuchar música con los cascos en el bus o el bailar en el pasillo en medio de la noche. Eso era el silencio. El único sentimiento que se sentía realmente mío. Porque yo sentía, su desprecio, su burla, sus pensamientos, todo aquello fluía por mi cabeza de una forma que no me podía preparar para frenar aquella presión. Presión, dolor, emociones, silencio, yo, ellos, vida, muerte... Todo solo se reduce a meras palabras y de palabras a letras. Así que, ¿Qué había de especial en las mías?. NADA, nunca hubo nada y nunca lo habrá. Yo solo me detuve a analizar todo por miedo. Porque la vida me daba miedo. Porque al final solo soy eso, una pequeña masa en un gran universo que será pisoteada desde las raíces hasta acabar convertida en polvo.

Así que, por favor, si lees esto recuerda que yo nunca fui esencial ni especial, ni siquiera se si sólo fui real.

⁰⁶ 𝐌𝐈 𝐕𝐈𝐃𝐀 𝐍𝐎 𝐄𝐒 𝐈𝐍𝐓𝐄𝐑𝐄𝐒𝐀𝐍𝐓𝐄.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora