C: 54 - PROFESOR BINNS

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Narra William:

Tom: Créeme, lo que haré por este mundo será increíble y todos me lo van a agradecer. El mundo mágico sabrán que su lealtad estará mejor conmigo. -respondió-

William: ¿Y cómo piensas hacerlo? Digo, se supone que estas...


Tom: No estoy del todo muerto, amigo mío. Algún día regresaré, ¿me esperarás?


William: ¿Quieres que lo haga?


Tom: Quisiera que fueras mi mano derecha cuando ayude al mundo mágico. ¿Qué dices?, ¿lo harás?

William: Si, ¿por qué no? Tu plan para ayudar a los magos es buena idea, pero aún no has hablado sobre los nacidos de muggles. ¿También los ayudarás? Tengo una amiga que tiene padres muggles y...


Tom: Descuida, no te preocupes por ellos ni por... tu amiga.

William: ¿Entonces también podrán gozarán de tu idea para restablecer el mundo mágico?


Tom: Oh si, por supuesto que lo harán.





-Estaba a punto de escribir una respuesta en el diario cuando escuche como alguien tocó mi puerta. Cerré el diario de inmediato y lo escondí debajo de mi almohada.

Me acerque a la puerta y al abrirla encontré a Draco sonriente y feliz, entro sin previo aviso a mi habitación logrando que yo soltara un suspiro de rendición y cerré la puerta nuevamente-

William: ¿Qué pasa, Draco? -pregunté regresando a mi cama-

Draco: Estás todo el tiempo metido en tu habitación. No me digas que otra vez estas con ese viejo y feo diario. -hizo una mueca-

William: No es feo ni viejo. -rodé los ojos-

Draco: Tienes razón, es insoportable. -se sentó a mi lado- Desde que llegaste a Hogwarts y decidiste abrirlo solo te la pasas escribiendo en el diario. Apenas y sales y si lo haces es porque hay entrenamiento, estas con tu padre, castigado o con tus tontos amigos de Gryffindor.

William: ¿Celoso? -pregunté burlón-

Draco: Si, eres mi mejor amigo. -suspiro-

William: Y tú el mío, Draco. -sonreí- Perdón por no pasar más tiempo contigo. Aunque sabes que no quiero ni salir ahora con lo que paso con la gata de Filch.

Draco: Ni me lo digas. -rodó los ojos- Filch sigue furioso. No se habla de otra cosa en el colegio.

William: Y con más razón debo quedarme aquí.

Draco: ¿Por qué? No tuviste nada que ver en eso, ¿cierto?

William: Claro que si, solo que... me deja mal lo de la gata, no lo sé. Siento culpa, como si en serio hubiera sido yo.

Draco: Pero no fue así, estuviste con Potter y sus amigos. ¿Cómo podrías haberlo hecho?

William: Si, tienes razón. -suspire- Mejor dime, ¿cómo es que ese maldito Squib se está comportando? No lo he visto, solo salgo a clases e intento no toparmelo.

Draco: Filch mantiene vivo el recuerdo en la memoria de todos y hace guardia en el punto en que la encontraron, como si pensara que el culpable volvería al escenario del crimen.

William: Por Salazar, que estrés. -reí- Pero no hay nada que decir, es lo único que tiene ese sinvergüenza.

Draco: Lo sé, incluso cuando Filch no vigilaba, me rodeaba por los corredores con los ojos enrojecidos.

William: Adivino, ¿se ensaña con los estudiantes que obvio no tienen ninguna culpa e intenta castigarlos? -pregunté con una ceja alzada-

Draco: Castigo a varios Gryffindor y Hufflepuff solo por "respirar demasiado fuerte" o "estar contentos". -rió-

William: Maldito, no es nuestra culpa que su vida sea tan miserable.

Draco: Lo sé, pero bueno. ¿Ya estás listo? Tenemos clases de Historia de la Magia.

William: No. -me queje echándome boca arriba en mi cama- Odio al profesor Binns, es aburrido y aparte de ser un fantasma, su salón siempre está en un ambiente frío y triste.

Draco: Vamos ya, llorón. -me agarro de los tobillos-

-Draco me jalo hacía él quien ya estaba de pie y me tiro de la cama. Caí sentado y miré fulminante a mi amigo rubio que estaba frente a mi-

Draco: Vamos. -sonrió nervioso- Te espero abajo con Crabbe y Goyle.

-Después de decir eso Draco salió corriendo de mi habitación dejándome solo y sentado en el piso. Gruñi poniéndome de pie y agarre mi túnica para colocarmela mientras salía de mi habitación y cerraba la puerta.

Al llegar a bajo vi a Crabbe, Goyle y Malfoy quien comía unos chocolates mientras estaba sentado en el sofá-

Draco: Genial, no tardaste tanto en bajar esta vez. -sonrió-

-Apunte con mi varita hacía él y su caja de chocolates de inmediato llego a mi mano. Él me miró asustado y comí algunos mientras rodaba los ojos y caminaba a la salida de la sala común-

William: Apúrense idiotas, antes de que el aburrido de Binns nos castigue leyendo más de sus ejemplares aburridos que deja por tarea.

Draco: ¡Espérame! -gritó detrás de mi-

William: A propósito, ¿hicieron su tarea? Yo apenas y la termine ayer.

Draco: Obvio la hice.

Goyle: ¿Había tarea? -preguntó asustado-

Crabbe: ¿Por qué no nos dijeron nada? -preguntó igual que su amigo-

William: Por Merlín, tenían más de diez días para hacerla. ¿Cómo no se enteraron nunca?

Crabbe: Bueno, estuvimos ocupados con los pastelillos que hubo toda la semana.

Goyle: Si, los de chocolate son nuestros favoritos. -sonrió-

William: Por Merlín, estoy rodeado de tontos. -rodé los ojos-

X: Hola, chicos. -dijo una voz femenina-

-Todos nos giramos sin dejar de caminar y vimos a Millicent Bulstrode con una sonrisa tímida y su libro de Historia de la Magia en mano.

Todos la saludamos y ella empezó a caminar junto a nosotros, pero en especial, a lado de Goyle. Rodé los ojos por eso, que asco.

Pero aún así seguí caminando junto a ellos hasta que llegamos al salón del profesor Binns-

Millicent: Gregory, ¿te sientas conmigo? -preguntó sonriéndole con nervios-

Goyle: Si, claro. -sonrió-

Crabbe: Pero te ibas a sentar conmigo. -lo miró confundido-

Goyle: Siéntate con Pansy. -rodó los ojos-

-Goyle dejo solo a Crabbe y se sentó con Millicent quien sonreía victoriosa. Draco y yo nos sentamos frente a ellos, y segundos después entraron Hermione, Potter y Weasley.

Mi castaña amiga se sentó hasta el frente junto a Neville Longbottom, mientras que el azabache y el pelirrojo se sentaron frente a mi-.







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