Dragonborn saga

67 Thane de Hibernalia

¡Lo único en lo que puedo pensar es en esta gran explosión! Afortunadamente, la tripulación no escuchó mi grito lastimero esa vez.

Aún así, ¡qué misterio!

Probé el bastón pero era realmente normal. Quiero decir que funciona mejor que la mayoría de los pentagramas, pero la producción de daño es normal.

¡Mi única teoría es que los piratas tenían una sustancia explosiva que reaccionó al fuego y se volvió loca!

¡Bien! Después de la explosión actué como si la magia prohibida de antes me afectara y caminé débilmente hacia mi cabaña.

Los miembros de la tripulación que vinieron conmigo hicieron una rabieta sobre lo genial que soy y se organizó una pequeña fiesta en mi honor, pero en realidad estaba demasiado cansado para preocuparme.

Aún así, me aseguré de reunir a los que entraron en la cueva conmigo y les di una conferencia sobre lo importante que es mantener en secreto el asunto del hechizo prohibido, o los Vigilantes de Standarr vendrán por todos nosotros.

Llegaremos a Hibernalia mañana antes del anochecer.

Ongeim me informó en mi camarote.

"¡Bien, te dejaré la tripulación a ti! Asegúrate de que algunos obtengan habitaciones en la posada Frozen Hearth y algún guardia en el barco. Intercambian roles todos los días".

"¡Sí, capitán!"

"¡Además, habrá una lista de cosas que navegarás aquí y allá para comprarme! Me aseguraré de conseguirnos permiso para enarbolar la bandera del Colegio".

"¿Trabajaremos con el Colegio?"

"¡Es mejor estar seguro por el momento! Puede que cambiemos de bandera el próximo año, pero necesitamos seguridad ahora. El capitán Geldof puede empezar a darte algunos trabajos, así que respóndele, ¡pero sigue informándome!"

Tuve que hacer algunas reglas para el barco y dar buen trato a la tripulación. Ellos son mi gente ahora.

Lo que me preocupaba era que el Jarl fuera un imbécil durante la próxima parte del plan, pero tengo que engañarlo para que use un casco.

"¿Algo más Capitán?" dijo Ongeim al salir.

"¿Dónde está Jul?"

Lady Jullanar está cavilando en el alcázar.

"¡Pffft! ¡Jajaja!" Ongeim dijo algunas palabras que no encajan en una sola oración.

¡Dama! Juli! cavilando!

Más como escribir un poema para la masacre de hoy.

"Lo siento, Ongeim, ¡pero por favor llámala por mí!"

"¡Por supuesto, Capitán!"

Un minuto después de que Ongeim se marchara, llegó Julls con el rostro inexpresivo.

"¿Necesitar algo?"

Señalé la cama y dije: "¡Siéntate, tenemos algo que hacer esta noche!"

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¡Aquí vamos!

"¡Jon, no puedo soportarlo más!"

"¡Qué! ¡Solo tómalo, no muevas tu cuerpo demasiado!"

"¡Esto es demasiado grande para mí! Sentí ganas de perforarme la cabeza por eso".

"¡Solo respira! Tal vez no hayas probado una de esta escala antes, pero los aficionados experimentan esto cuando prueban una grande".