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Sipnosis:
Un año ha pasado...
Un nuevo juego.
Y un nuevo asesino.
↓
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Llevamos más de una hora aquí.
Acuario y Evan hablaban con aquellos hombres de negocios, tanto de la empresa como de los ilegales. La chica que se encontraba ahí de vez en cuando se metía a la conversación y me sorprendían sus respuestas y opiniones sobre los temas que se abarcaban ahí.
En momentos conectamos miradas y ella me sonreía, Evan siempre nos miraba con seriedad, yo ignoraba su mirada pesada.
Después de media hora más, terminaron de hablar, se levantaron y brindaron por no sé qué. La verdad, no ponía atención a lo que decían, solo miraba a todos lados.
Me levanté de mi lugar dispuesto a ir al baño, tenía muchas ganas y ya me había aguantado mucho, pero una voz me detuvo.
—¿A dónde vas? —habló Evan con frialdad.
—Al baño.
—Yo te acompaño —dijo firme, me encogí de hombros. Iba a caminar, cuando habló acuario.
—¿A dónde van?
—Al baño —respondió Evan—, la ratita quiere ir.
—Deja que vaya solo, Evan, te necesito aquí —dijo acuario.
—Pero...
—Pero nada, no se escapará, ¿o sí? —preguntó viéndome.
—No lo haré.
Acuario me hizo señas de que siguiera y así lo hice, Evan bufó.
Caminé hasta el baño. Entré e hice mis necesidades, salí de este mismo y caminé por el lugar, viendo a mi alrededor y por ir distraído choqué con alguien.
—Disculpa —dije de inmediato, apenado, la persona con la que choqué era la chica de la reunión.
—No te preocupes, lindo —sonrió.
—Venía distraído, en verdad lo siento —dije apenado.
—Tranquilo, no pasa nada —me sonrió y no pude evitar sonreír también.
—Tú vienes con la señora acuario, ¿cierto?
—Sí, así es.
—Vi que estabas aburrido en la reunión.
—Demasiado —confesé—, pero tú no, veo que estás metida en esos negocios —dije dudoso, no sabiendo si la ofendería o no.
