—Ese maldito ha matado a cada uno de mis socios y recientemente a uno de los más importantes, mi amigo —escuché hablar a acuario—, ¡han pasado varias semanas desde la muerte de mi Marcus y aún nadie ha sabido nada del asesino! —gritó enojada, todos los hombres ahí estaban asustados, lo podía notar.—Señora, yo he hecho lo posible, he investigado, pero nada, no hay nada —habló uno.
—¡Son unos putos inútiles! —dijo nuevamente acuario, en el mismo tono que antes—. ¡Largo! ¡No quiero ver a ninguno aquí! ¡Vayan a seguir buscando y no regresen hasta que encuentren algo! —apenas pronunció esas palabras, todos salieron corriendo de aquella habitación.
Acuario soltó un gruñido y se sentó de golpe en un sofá que se encontraba ahí, tomó el pomo de whisky que estaba en una mesita frente a ella y echó un poco en un vaso de vidrio, colocó el pomo nuevamente en su lugar y llevó el vaso a su boca, tomando todo el líquido. Dejó el vaso en la mesita y llevó sus manos a su cabello con frustración.
Apagué la computadora, la metí entre mi mochila y la coloqué en mi hombro.
Al ver que los hombres salían de la bodega, subieron a sus autos y se marcharon, uno se quedó de pie en la puerta.
Saqué mi cuchillo y caminé hasta él con normalidad, mientras escondida mi cuchillo para que no sospechara nada.
—¿Qué hace aquí, joven? ¿Cómo llegó hasta aquí? —preguntó confundido al verme.
—Acuario me pidió que viniera —dije tranquilamente.
Entrecerró los ojos, mirándome y después habló.
—Le iré a informar antes —dijo, asentí y se dio la vuelta para abrir la puerta, esa era mi oportunidad.
Tomé con fuerza el cuchillo en mi mano, me acerqué hasta él y de un rápido movimiento pasé el cuchillo por su garganta, este llevó sus manos a su cuello, tratando de calmar el chorro de sangre que salía. Algo de ese líquido rojo salpicó mi ropa y rostro, odiaba que pasara eso. Tiré el cuchillo en el suelo.
Después, el hombre cayó al suelo. Lo miré por un segundo, pasé por encima de él y entré. Caminé por el lugar algo oscuro.
Caminé lentamente hasta llegar a la parte iluminada del lugar, vi a acuario en el sillón de espalda, al sentir mis pasos, se giró a verme rápidamente y se levantó. Le sonreí.
—¿Qué haces aquí? —dijo en tono serio—. Deberías estar en la mansión, ¿quién te ha traído?
—Nadie —fue lo único que dije, caminé lentamente hasta ella.
—¿Qué carajos te pasa? —dijo con poca paciencia.
Para que no se desesperara más y acabar rápido con esto, decidí sacar el arma de mis pantalones y le apunté, ella me miró seria aún.
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EL FLORISTA: Un nuevo asesino ||Asesinos #2||
Misteri / Thriller→ SEGUNDA PARTE DE " LOS HIJOS DE ACUARIO" ← → ES NECESARIO QUE LEAN LA PRIMERA PARTE PARA ENTENDER ESTA ← Sipnosis: Un año ha pasado... Un nuevo juego. Y un nuevo asesino. ↓ - Todos los derechos reservados a l...