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Sipnosis:
Un año ha pasado...
Un nuevo juego.
Y un nuevo asesino.
↓
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Suceso ubicado tiempo después de la muerte de rojito. Será narrado por Axe.
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Estaba encerrado en mi habitación, no podía asimilar las emociones por aver perdido a mi rojito. Había echo todo lo posible para a evitar que él saliera herido de alguna forma pero yo resulte siendo quien lo daño, yo fuí quien le quitó la vida.
La sonrisa de mi rojito no desaparecía de mi memoria. Me estaba matando, era una agonía tener los recuerdos de mi pelirrojo. Sin el nada tenía sentido, yo mismo lo mate con mis propias manos y ahora por eso estaba muriendo lentamente... Muy lentamente.
Quería ser yo quien estuviera muerto por qué no soportaba el dolor.
— Axe déjame entrar, por favor — pidió cassis desde el otro lado de la puerta.
No respondí. Mi garganta estaba cerrada hasta el punto en que no podía emitir un solo sonido. Mis lágrimas caigan y mis sollozos eran lo único que podía escuchar en la habitación. El arma que tenía sobre la mesita de noche hoy parecía mucho más interesante.
Mi arma favorita. Con la que me avía apiadado de muchos al acabar con sus vidas de forma rápida parecía llamarme. Era hipnótico, tenía tantos detalles, y con solo apretar el gatillo una vez podría volver a encontrarme con mi rojito. Si no lo hacía todo estaría perdido.
— Axe quiero entrar — insistió nuevamente cassis.
Mire hacia la puerta pero nuevamente guardé silencio. Sería tan fácil si no hubiera dejado que mi pequeño se apoderara de cada parte de mí. De que servía conocer el lado bueno de la vida si la persona con quién quería disfrutarlo ya no estaba.
De repente escuché la voz de kylen que murmuraba algo junto a Cassis. Después de eso los sonidos de la llave me inundan en un mar profundo. Es tan fuerte lo que siento que ni siquiera me dí cuenta en qué momento Cassis entra a la habitación y me abraza con fuerza.
— este no es el camino — asegura Cassis al ver el arma cerca de mí.
— pues a mí me parece exactamente el camino que debería seguir — respondo con el corazón destrozado — no puedo cassis, no puedo sin el — confieso entre lágrimas, abrazandolo.
— se que puedes hermano. Puedes hacerlo, por su recuerdo — asegura Cassis antes de soltarme y mirarme a los ojos — tu eres una persona nueva y puedes seguir solo — nunca me avía permitido portarme así de debil ante cassis o alguno de los otros chicos, detestaba verme débil, pero no podía ocultarlo, me estaba matando este dolor y debía sacarlo.
