→ SEGUNDA PARTE DE " LOS HIJOS DE ACUARIO" ←
→ ES NECESARIO QUE LEAN LA PRIMERA PARTE PARA ENTENDER ESTA ←
Sipnosis:
Un año ha pasado...
Un nuevo juego.
Y un nuevo asesino.
↓
- Todos los derechos reservados a l...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Lo miré a los ojos, él seguía con su sonrisa.
Fruncí el ceño al recordar aquella foto, donde besaba a una mujer. Me separé de él, me miró confundido, le di una fuerte bofetada, giró su rostro por lo fuerte que fue, mi mano dolió.
Se giró a verme, serio, yo tallaba mi mano, pues me dolía.
—Nuestro primer encuentro y me recibes así —dijo divertido—. ¿Te lastimaste? —preguntó preocupado ahora, tomó mi mano entre las suyas, la acercó a su rostro y dejó leves besos en ella.
Recordé la primera vez que hizo algo así y sonreí. Levantó la mirada y conectó sus ojos con los míos, sus ojos eran tan intensos, expresivos, lo amaba tanto y lo había extrañado demasiado.
—Casi dos años —susurró—, casi dos años, tres meses, cuatro semanas y siete, ocho, nueve segundos y al fin te encontré.
—Te extrañé tanto —lo abracé, aferrándome a su cuerpo—, no quiero que nos vuelvan a separar —sentí cómo me rodeó con sus brazos firmes y fuertes.
—Eso no pasará nuevamente —dijo en mi oído, se separó un poco de mí y besó mis labios lentamente—. No he podido besar a nadie por miedo a terminar borrando la sensación de tus labios y tu sabor...
Su tono era tan sincero que al fin descarté la idea de que las fotos que me mostró Evan eran reales, sabía que Axe me amaba y esperaría por mí hasta encontrarme.
Miré su rostro, volviendo a grabar cada detalle de este en mi cabeza.
—No eres un sueño, eres real —dije contra sus labios.
—No soy un sueño —rozó nuestros labios—. Estoy aquí y no me iré nunca más —dijo por último y me besó nuevamente.
Nos separamos al escuchar unos pasos y voces, miré por donde venían aquellas personas y sonreí al ver quiénes eran.
—¡Rojito! —el primero en saludarme eufóricamente fue Kylen.
Me separé de Axe para recibirlo entre mis brazos, llegó corriendo hasta mí y lo abracé con fuerza.
—Creí que estabas...
—No lo estoy, aquí estoy —lo interrumpí para que no dijera la última palabra.
Se separó de mí y miré a los demás chicos, entre ellos había una chica que no conocía, o bueno, se me hacía familiar.
—Rojito, creí que no te volvería a ver —Cassis llegó hasta mí y me abrazó con fuerza. Lo veía como mi hermano mayor.
—Lo asfixias —habló Axe a un lado y reí.
—Nos estamos reencontrando y ya estás de celoso, amargado —dijo Cassis—. Déjame abrazar al pequeño que ya no está tan pequeño —dijo Cassis y volví a reír.