Una guerrera se presenta, para una batalla.
Leyla.
El dolor de mi cuerpo, es como si un camión me hubiera pasado por encima, mi cabeza parece que se ha partido en dos.
Mi cuerpo de pronto parece que olvidó todo, incluso cómo se sentía el aire recorriendo por mis pulmones.
Intento mover mis brazos y solo alcanzó a mover levemente mis dedos, es como estar presa en mi propio cuerpo.
A medida que noto que estoy paralizada es inevitable que comience a preocuparme, por si esto será permanente.
Uriel me observa y toma mi mano, juro que hasta parece entender lo que está pasando por mi mente, incluso cuando ni siquiera puedo decir una sílaba.
—Sé que puedes sentirte muy agotada y lo estás, tu cuerpo también ... Acabas de dar una gran batalla contra la muerte y ¿Sabes qué? Le has ganado, por eso quiero que no te preocupes, poco a poco todo volverá a ser igual que antes, tienes la suerte de tener disponible más personal que cualquiera podría llegar a tener, tienes una familia que siempre buscada impulsarte a salir adelante, y tienes un pueblo que día a día te busca y pregunta por ti en el palacio, y además en cuanto me sea posible te traeré a tu compañero de batallas, quien de seguro será tú aliado para tus próximas batallas.
«No lo entiendo, en momentos parece que me odia por ser una "princesita" y luego con sus palabras me da más paz de la que quisiese, siento es como una brisa que elimina mis armas, cuando estoy a punto de salir a la batalla y solo me deja a la deriva.»
Me confunde, claramente no en el sentido amoroso, porque él ni me atrae, solo me divierto de molestarlo un poco, después de todo es con la única persona que no me puedo ver juzgada de estar cerca de él, trabaja con la reina, es el mejor amigo de la reina por ende amigo de la familia real, no es parte de la política de Dinamarca ... simplemente a la vida de todos somos amigos o conocidos, nada más inocente que eso.
Pero lo que me confunde es que tenga esos momentos donde es dulce y luego es mi peor pesadilla, haciéndome cuestionar todo, incluso la razón de mi existencia, si solo soy el error de mi padre al querer alguien más quien pueda tomar la corona, un oponente, o realmente no le importo si yo resulte ser mujer o hombre, me genera dudas que inevitablemente no podré resolver jamás, porque mis dos padres están muertos y solo me queda la palabra de mis hermanos o las de mi padre en momentos de ira.
Flashback.
—Las personas que jamás sintieron amor, jamás pueden llegar a amar ¿Será esa la razón por la cuál aún la princesita sigue sola? Nadie te mostró lo que es el amor, para que tú fueras capaz de vivirlo con alguien más, de seguro debes desconocer hasta la palabra. Increíblemente tus hermanos son todo lo contrario, se podría decir que hasta irradian amor, pero en cambio tú, cada vez que siquiera me acerco a tí siempre retrocedes, buscando tu límite seguro, como si el contacto con otra persona que no sea de tu familia te quemé.
Me arrincona entre la isla y su cuerpo.
—Tus armas de defensa, de pronto desaparecen, cuando pierdes el control ¿Es eso? —aparta mi pelo hacía atrás.
Rápidamente alejó su mano de mi.
—Soy la princesa de la corona del país donde tus pies están pisando ¿¡Que te hace creer que tú me haces perder el control!? Una sola orden mía y tú puedes ser incluso expulsado del país, ¿Que dirías de eso? Quedarte sin trabajo, sin tu hogar, incluso sin país a dónde permanecer, cualquier palabra mía puede ser tomada en cuenta como una sentencia, incluso si no tengo pruebas, mi palabra es la prueba.
Él le sonríe y me toma por la cintura para subirme sobre la isla, se desliza entre mis piernas.
—Eso solo es una estrategia de defensa, pero yo sé que tú jamás harías eso, no lo has hecho la primera vez que te bese sin tu consentimiento ¿Por qué lo harías ahora?
Desliza sus manos sobre mis piernas desnudas, cubiertas por mi vestido tan solo desde la mitad del muslo hacia arriba, debido a que el vestido se ha subido.
—Tomar al enemigo por sorpresa es una estrategia de guerra, cuando más seguro y a salvo se siente, tomarlo por sorpresa y arrebatarle todo, sin que llegue incluso a reaccionar. —intentó desviar el asunto.
No quiero reconocerlo, pero dió con mi fibra más sensible y me ha dejado sin mucho que decir.
—El amor es lo que te puede tomar a ti por sorpresa, princesita malhumorada, por mas que intentes alejar a todo aquel que te llegue a erizar la piel, tú cuerpo cuando llegue esa persona reaccionara por sí mismo, a pesar que tú quieras estar encontrá de enamorarte, de siquiera sentir algo por alguien más, tú cuerpo será tu propio enemigo, te pedirá a gritos ir por esa persona, te hará que pienses en él todo el maldito tiempo, aún cuando te llenes de cosas por hacer, en tu mente siempre estará él.
Baje la mirada. Para luego volverla a levantar con mi mejor sonrisa.
—El amor no es algo que esté destinado para mí, llevo más tiempo evitandolo y destrozándolo, que tú conociéndome, no tienes idea de lo que soy capaz de hacer con tal que otra persona siquiera piense que puede llegar a tener algún tipo de poder sobre mí.
—¿Te atreves a qué yo pruebe que tanto puedes controlarte a ti misma?
Lo miró sin comprender.
—Quiero creer que no acabas de decir lo que creo haber escuchado. —digo intentando bajarme de la isla, pero él no me lo permite.
—No soy una buena persona para ti, así que creo que con nadie mejor puedes aprender a qué tarde o temprano a todos nos toman por sorpresa y nos rompen el corazón.
Le sonrió y dejó un beso en su cuello.
—¿Es que incluso a ti te han roto el corazón?
Él me mira directamente a los ojos.
—Yo sin dudas aprendí de la mejor y jamás fue de la mejor manera, con ella incluso llegué a entender que las personas muchas veces somos tan tontas que pensamos que realmente el tiempo lo soluciona todo y simplemente el tiempo organiza algunas cosas, pero quieren deben de solucionarlas somos nosotros mismos.
Fin flashback.
Tal vez la confusión no está en lo que dice porque es muy claro, pero en sus acciones, eso es lo que más me confunde, dice que el amor lo ha tratado como la mierda y aún así, teniendo la teoría de que yo jamás fui amada, me quiere lanzar a qué yo encuentre ese mismo amor que tan mal le ha hecho ¿Que sentido tiene sufrir por algo que sabes que jamás se quedará?
Soy una guerrera dispuesta a enfrentarse a todo, menos al amor, porque sé que es lo único que me podría llegar a derrocar.
Jamás he pedido ni soñado encontrar el amor, porque no creo necesitarlo y realmente me aterra llegar a sentirlo y saber que no puedo vivir sin él.
Cuántas personas han dejado todo, incluso la vida por el amor, yo no los entiendo, porque estoy libre de amor, pero si tan solo una vez los llegará a sentir, no quiero ser así, no quiero perder todo control sobre mi y que incluso mi vida y mi título me parezca nada.
Uriel se sienta junto a mi cama.
—Sabes princesita malhumorada, creo que he comenzado a conocerte mejor al verte todo este tiempo dormida, eras como un pequeño ángel en busca de protección, tengo que admitirlo, me dió ternura verte tan indefensa, pero me alegro mucho que ahora estés despierta para pelear conmigo, me hacía falta un poco de caos en mi vida.
—Estupido Cursi. —murmuró arrastrando las palabras.
—Malhumorada. —contraataca.
No le respondo más, pero él me sonríe.
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En los brazos de la princesa.
Ficção AdolescenteLibro 2. Ella nació para resguardar la corona, pero jamás para tomarla. La única mujer en la línea sucesoria lo que la coloca en el último lugar, incluso sus sobrinos estarían por delante de ella. Todo esto la hecho ser rebelde, no ha nacido para co...