✨Sʜᴇ ʟᴏᴏᴋs ᴊᴜsᴛ ʟɪᴋᴇ ᴀ ᴅʀᴇᴀᴍ✨|𝗛𝗮𝗻 𝗦𝗲𝗼𝗷𝘂𝗻

✨𝟰. 𝗣𝗮𝘀𝗮𝗱𝗼 𝘆 𝗱𝗶𝘀𝗰𝘂𝗹𝗽𝗮✨

✧Choi YangMi✧

Cuando llegué a la azotea, por fin pude respirar con normalidad, ya que antes no podía debido a mi ataque de pánico.

Me senté en el suelo y apoyé mi espalda contra la pared.

Puse la cabeza en mis rodillas y abracé mis piernas para seguir llorando.

De repente, noté que alguien me acariciaba el pelo. Levanté la cabeza y vi a Suho frente a mí, con los ojos llorosos.

—Suho... —lo miré, con los ojos ligeramente rojos por el llanto.

Suho me abrazó y acarició suavemente mi cabeza mientras yo seguía llorando entre sus brazos.

✧✧✧

—Ahora te recuerdo, tú cantaste la canción de antes en el funeral de Seyeon, pero él nunca nos mencionó que tenía novia —dijo Suho.

—Fue porque yo le pedí que no lo hiciera —respondí.

—¿Por qué? —Suho me miró.

—No me sentía preparada, aunque él no dejaba de hablarme maravillas de vosotros —respondí, mirándolo a los ojos.

—Desde que era muy pequeña, cada vez que intentaba hacer amigos, los niños de mi antigua escuela me decían que alguien como yo merecía ser tratada mal toda su vida, que no merecía tener amigos. No entendía por qué me decían eso, jamás les hice nada —expliqué, mirando al frente, triste.

—Y los adultos que trabajaban en la escuela tampoco me trataban bien, así que comencé a sentirme insegura y a tener miedo de lo que pudieran decir o pensar de mí —continué.

—Cuando Seyeon y yo nos hicimos amigos, realmente me sentí muy feliz de haberlo conocido, porque por fin tendría a alguien a mi lado. Ya no estaría sola —miré a Suho.

—Pero... A pesar de eso, seguía siendo insegura y temía lo que los demás pudieran pensar. Por eso, cuando Seyeon me preguntó si quería que conociera a sus amigos, le dije que no —expliqué, volviendo a mirar al frente.

—Y justo cuando me sentía lista para presentarme ante vosotros como la novia de Seyeon... —dije con un nudo en la garganta. Tuve que tragar saliva para poder seguir hablando—. Ocurrió aquella tragedia —terminé.

—Intenté de todas las maneras posibles evitar que... hiciera eso, pero por más que lo intentara, no había caso. Él ya no era feliz, y mucho menos estaba bien. Por eso dejé de insistir —dije.

—Aunque después dejó un gran vacío en los corazones de muchas personas, ahora estoy completamente segura de que donde quiera que esté, ya es feliz —hablé con nostalgia.

—Pero, por otro lado, casi todas las noches sueño con ese momento. No hay día que no me sienta culpable, porque pienso, si hubiera seguido intentando... ¿tal vez él... él aún estaría con vida? —empecé a llorar de nuevo.

Suho me abrazó.

—De ahora en adelante, nunca te dejaré sola, te protegeré y cuidaré —me miró.

—¿Pero me dejarás sola cuando necesite ir al baño, verdad? —lo miré divertida.

—Tonta —Suho me dio un golpecito en la frente con su dedo índice.

—Qué agresivo —lo miré haciendo un puchero.

—Tú no eres la más indicada para hablar de ser agresivo —me miró.

—Aún recuerdo el balonazo que te di ayer en educación física —lo miré divertida.

Solté una carcajada al ver la mirada asesina que Suho me estaba dando.