La luz del atardecer hacia que los ventanales dieran un hermoso espectáculo de colores hacia los diferentes rincones del lugar, incluso se atrevía decir que le daban un toque celestial, Dean se burló de sus propios pensamientos mientras ingresaba al edificio. Pero su atención se fijó en la escena que tenía delante de él, ah, era alucinante de muchas maneras, nunca creyó que sería testigo de aquella escena.
Sammy tenía sujetado de los brazos a Castiel, que gemía roncamente al estar tan abrumado de placer en el cual estaba sometido. Mierda, Dean quería unirse tan mal pero no era su momento. Así que solo tenía que conformarse con solo observar, mientras su mano bajaba hacia el bulto en sus pantalones. La mirada de Dean paseó desde el lugar donde su hermano estaba penetrando a Castiel hasta su rostro, que atrevidamente le dio una sonrisa dientuda cuando se percató que estaba ahí.
Eso hizo que su pene diera un salto doloroso en los confines de su ropa interior. Tuvo que sentarse.
Dean realmente quería ser él quien estuviese penetrando a Castiel. Él que mordiera esas blancas clavículas hasta hacerlo sangrar. Dean deseaba enterrar su interior con sus dedos, su lengua y sobretodo su sexo. Follarlo como un animal hasta que la garganta de Castiel quedase son voz. Pero, estaba con Sammy, haciendo el ritual para completar el trato.
Los ojos de Dean se volvieron negros cuando Castiel fue cambiado de posición para que montara la polla de Sam para tener más placer y, fue una muy buena vista porque las luces que proyectaban los ventanales bañaron el esbelto cuerpo de Castiel haciéndolo hermoso, casi tan sagrado como esos santos que estaban grabados en las ventanas. Eso causó que Dean gruñera al ser atrapado ante tal imagen, no resistió y bajó la cremallera de sus pantalones, sacó su miembro palpitante y se masturbó al mismo vaivén de las embestidas.
Sin embargo, el momento culminó cuando Sam profirió un quejido al correrse dentro de Castiel, haciendo que el trato demoníaco se completara. A los pocos segundos Castiel también acabó en el torso de Sam y Dean lo hizo en el suelo de madera, casi al mismo tiempo.
Sam se apartó de Castiel, que aún estaba bajo los estragos del orgasmo. Demasiado sensible para oír las palabras de Sam le pidió que repitiera lo que le había dicho, y entonces Sam por fin se dio cuenta que estaba allí.
-Me encargaré de él, vete, Sammy.
Ojos rojos miraron a Dean por varios segundos hasta que después de un parpadeo desapareció. Dean dejó la banca de feligreses y se acercó hacia el altar donde yacía Castiel bajo sus simples ropas y su sotana negra.
-¿Realmente querías salvar a esa niña, Castiel?
-Kaia es la única para Claire. Mi niña ha sufrido muchas pérdidas en su vida, no era justo. Sabes muy bien que haría cualquier cosa por ella -respondió Castiel intentando ponerse de pie.
-Tanto para vender tu alma.
-Sí... Pero, tendrá sus beneficios.
Dean frunció el entrecejo, Castiel se rió de él acercándosele, corrió sus brazos en sus hombros y sin ningún reparo devoró su boca, Dean no pudo oponerse. Los labios de Castiel eran como agua bendita que hacia arder su piel o como la sal que quemaba su cuerpo.
-Cuando el infierno reclame mi alma, sabré que tú serás el que me rescate de ella. Después de todo, detestas a Alaistar por lo que hizo contigo.
-¿Qué tanto sabes?
-Nunca lo supiste, ¿no? -su cabeza se apoyó en el pecho de Dean- Fui criado por tu maestro cuando se escapó del infierno, mi brillante caballero -dijo Castiel con toda la calma del mundo.
-Caín... ¿Caín está vivo?
-Sí.
-Todo este tiempo estuviste jugando inocente, ¿no es así?
-Al principio sí. Pero luego descubrí quién eras en realidad y seguí fingiendo pero pasó lo de Kaia... Se apresuraron las cosas.
-Eres un pequeño bastardo
-Lo sé, pero mi plan era revelarte quien era y de dónde venía. -Castiel se apartó de Dean para caminar hacia el centro de la iglesia, sin importarle su desnudez y sonrió hacia Dean- Pero ahora necesito que quemes este lugar, Dean. Quiero desaparecer para siempre, y eso solo funcionara si quemas este lugar para que todo el mundo piense que he muerto.
-No dijiste que Claire no necesitaba más pérdidas...
-Ella es inteligente. No creerá que me morí tan fácil. No soy un simple sacerdote después de todo.
-¿Y a donde irías? -le preguntó Dean con seriedad.
-A donde seas que tú vayas yo te seguiré.
Ahora el turno de Dean para que una sonrisa adornara su rostro. Con un chasquido comenzó el fuego desde la mesa del altar que rápidamente cubrió a los demás sitios y se encaminó hacia Castiel, le tomó del rostro y, le besó la boca para desaparecer hacia donde su nueva vida comenzaría.
Y la iglesia ardió en llamas mientras varios testigos fueron alarmados por el humo mientras tanto una mujer encargó a su novio que le cogiera las flores que le había regalado por San Valentín alertó a los bomberos para que vinieran a apagar el siniestro.
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I'd give you my heart
FanfictionDiferentes historias que involucran a Castiel & Dean para el concurso que organiza Motín Fanficker por San Valentín.