Castiel observó cómo la copa se resbaló al suelo alfombrado derramando todo el vino fino, una sonrisa atravesó su rostro cuando el oficial federal que lo sostenía se desmayó. Castiel dejó su propia copa para ir al otro extremo y comenzar a cargar al pesado hombre hacia el sótano de su casa, tenía aproximadamente unas dos horas antes que los efectos de los somníferos dejaran de funcionar.
Al llegar al sótano, comenzó a despojar al agente de sus pertenencias y grande fue su sorpresa cuando encontró cuchillos que quemaron su piel, la risa de Castiel se hizo aguda al darse cuenta de que este hombre no era realmente un agente de la ley, lo desnudó hasta dejarlo en sus bóxer negros, tenía un bonito tatuaje anti posesión en su pecho, también vio que su piel estaba marcada con varias cicatrices, lo más seguro fuera producto de su trabajo como cazador, al terminar lo ató con unas cuerdas a una silla. Luego procedió a revisar sus documentos, todos eran falsos y con diferentes nombres, algunos eran hilarantes porque eran nombres que pertenecían a cantantes de rock y actores de películas cowboy, también habían tarjetas clonadas; sin embargo, su móvil albergaba información verdadera.
Su nombre real era Dean Winchester.
Dejó la billetera en unas de sus mesas y salió de su casa para manejar el auto de Dean, un Chevy Impala 67, tenía que llevarlo hacia su granero para esconderlo por ahora. Momentos como estos agradecía vivir muy apartado de sus vecinos, el más cercano vivía como a un kilómetro y medio.
Al cabo de unas horas los ojos de Dean comenzaron a parpadear acostumbrándose a la poca luz que poseía el lugar, saltó cuando se percató que estaba atado y su cabeza se alzó para enfrentar lo que sea que lo había capturado, los ojos azules de Castiel se encontraron con los furiosos ojos verdes de Dean.
-¡Voy a matarte! ¡Suéltame, hijo de perra!
-No lo creo, Dean.
Dean detuvo su forcejeo al escuchar su nombre. Su mirada se agudizó para enfrentarse a Castiel.
-¿Cómo sabes mi nombre?
-No fue difícil descubrir el patrón de la contraseña de tu celular. ¿En serio? Una "U".
-Bastardo -insultó a Castiel aún intentando soltarse de sus restricciones- Tú eres la maldita criatura que ha estado secuestrando y matando a esos hombres y mujeres.
-Sí. -confirmó- Déjame decirte que eran víctimas muy fáciles de atrapar, no me dieron inconvenientes. Solo les mostraba lo que querían ver y listo. Tú fuiste un poco más difícil.
-Tengo que darte una, imbécil. Escondes muy bien tus huellas. Había una pareja de sospechosos en los que realmente creí que eran culpables.
-Bueno, tienes razón, no por nada no he sido capturado en todos estos años. Y de hecho, según lo que leí de tus notas en tu diario, esos dos tipos también eran criaturas sobrenaturales. Pero ellos son inocentes, tanto que me hace querer vomitar. Desperdician sus regalos -Castiel hace una mueca de asco al pensar en esos dos monstruos que recientemente se habían mudado a la cuidad, un estúpido hombre lobo con una chispa.
-Bueno, ellos son decentes.
-Sí. No matarían ni una mosca. Ni siquiera a un cazador como tú.
-¿Cómo te diste cuenta que era cazador? -gruñó.
-Otro hecho, es que recién me di cuenta que eras uno. Yo pensé que eras un agente del FBI pero no lo eras. Dolió un poco cuando mi piel se quemó al quitar tus armas. Me debes unas banditas, por cierto -acusó Castiel acercándose a Dean.
-Púdrete.
-Encantador -canturreó Castiel- pero eso no te servirá, Dean.
-Bien, entonces debo suponer que me harás lo mismo que tus víctimas, ¿no es así?
-Sí y no -respondió Castiel tomando el rostro de Dean, la piel se estremeció en sus palmas- ¿sabes por qué me gusta mutilar a mis víctimas?
-Si lo sabría ahora mismo estarías muerto.
-Porque me gustan coleccionar muñecas -Dean arrugó sus cejas al obtener parte la información, era el hueco que faltaba en su investigación debido que las pobres víctimas eran encontradas mutiladas entre varios estados, una cosa que ocurría dos veces años- Son tan hermosos que necesito preservarlos; entonces, yo les privo de su movimiento cortándoles las extremidades y luego las reemplazo con prototipos. Luego les quito lo demás y es ahí donde dejan de funcionar. Es realmente cansado buscar nuevas muñecas.
-Estas enfermo -escupió Dean.
-Lo sé, cariño -Castiel acarició las suaves mejillas de Dean con sus pulgares- pero a ti te voy a conservar más tiempo. Eres más bonito que los demás, Dean.
-No lo harás. Voy a liberarme de ti y cuando lo hagas desearías estar muerto.
-¿Esa es una amenaza, Dean?
-Un hecho.
Una sonrisa maquiavélica se formó en los labios de Castiel tras escuchar la amargada voz de Dean, esperaba no coserla con el tiempo, era poseía para sus oídos cuando la oía. Tener a un cazador como su nueva colección sería un reto muy fascinante para su vida.
¿Quién iba a pensar que encontraría a una muñeca cazadora tan hermosa en un bar por el día de San Valentín? Nadie, era su suerte.
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I'd give you my heart
FanfictionDiferentes historias que involucran a Castiel & Dean para el concurso que organiza Motín Fanficker por San Valentín.