🏹 🕯️ Capítulo 4: Mi Sorpresa 🕯️🏹

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II Cita:

"Sorpresaaaaaa"
¿Decías que no se podía poner mejor?

- ¿Se conocen? -Mónica arquea las cejas.

- Dile a ella que te diga. -me señala con sus gafas.

Vamos Eana reacciona.

- Pues tuvimos un encuentro muy casual a las afueras del pueblo. -digo mientras me toco con incesantes movimientos la oreja y Borja sonríe pícaramente.

- ¡Wow qué casualidad! Y yo implantando una intriga de nervios y ya se habían conocido. -da palmadas con sus manos.

Mónica, yo tú no estaría tan contenta. Si supieras el nivel de nuestras últimas palabras, nos separarías en este mismo instante.
Pienso sin quitarle la mirada al chico que ahora sonríe como un tonto.

Suena el teléfono de la casa y todos seguimos el sonido

- Oh, ese debe ser tu padre hijo. -sale a toda luz para la terraza.

Cuando esta ya no puede escucharnos, veo a Borja que se mueve para decir algo y lo corto.

- Esto debe ser una pesadilla. -me pongo la mano en la frente.

- ¿Por qué linda? -recarga su peso sobre un pie en un movimiento algo extraño.

- Solo disfruta el momento. -digo mientras voy hacia el sofá negando con la cabeza, lo escucho carcajearse y esto debe de ser una broma. - Eres un estúpido. -hablo por lo bajo.

Media hora después.

Media hora en que Mónica reía como niña en un columpio muy bonito mientras hablaba por teléfono. Media hora en que no vi al estúpido de Borja. Media hora en la que Merion durmió en mi regazo. Media hora...

- Chica valiente, apaga esta cosa. -y ya vamos de nuevo, sabía que tanta tranquilidad no duraría mucho.
Subo las escaleras hacia el cuarto en que lo dejé y de donde viene la música de mi teléfono.
Al abrir la puerta me encuentro un Borja de torso desnudo y sudado haciendo unas lagartijas. Mi corazón repiquetea y no muevo un pies más allá del marco de la puerta.
Cada músculo se contrae y se relaja a medida que sube y baja.

Guow, cuerpo escultural.

Su cuerpo desprende un sudor que rueda por cada curva de los músculos de su espalda haciendo de la escena, un reels de Instagram.
Sin darle importancia a mi presencia termina la tanda y se levanta del suelo como todo un experto. Y... O por Dios... Ese abdomen.

Me retiro de esta vida. No estoy apta para tan buenas vistas. Esto es inhumano.

Toma la botella que hay en la mesita de noche y bebe lentamente aún sin mirarme. La deja y en su lugar agarra una toalla la cual después de secarse el sudor se la cuelga en el cuello.

- Corazón peludo te ha llamado, dos veces. -se deja caer en el sofá en una de las esquinas del cuarto. - Es una chica muy graciosa. Me ha preguntado si era novio tuyo o si te había secuestrado. -se levanta de un solo movimiento del pequeño mueble de cuero como todo un depredador. -La verdad me gustaría hacer lo segundo pero bueno. No soy Dios. -dice con tono lastimero.
Estoy por pensar que es creyente.

- ¿Has hablado con Marcia? . -hago caso omiso a lo dicho y este se acerca unos pasos más.

- Insistía mucho y tuve que contestar. -levanta sus hombros.

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